El Gobierno reabre el diálogo con los Moyano en un encuentro secreto
Al filo del fin de año y en un encuentro furtivo, el Gobierno reabrió inesperadamente un canal de diálogo con Hugo Moyano en un intento de recomponer el vínculo. En una de sus primeras reuniones como flamante secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, almorzó el jueves 20 de diciembre con el jefe camionero y sus hijos Pablo y Huguito en la sede de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, cuyo líder, Juan Pablo Brey, ofició de nexo.
"Hace como un año y medio que no nos recibía un funcionario del Gobierno", rompió el hielo Pablo Moyano en un intento de distender el inicio de una charla en la que no se profundizó sobre ningún tema en particular. El reencuentro sirvió para poner paños fríos a un enfrentamiento que alcanzó su cima de tensión cuando el presidente Mauricio Macri dio luz verde para sancionar al gremio de los camioneros con una multa de $810 millones por incumplir una conciliación obligatoria. De la pena no se habló, juraron testigos y protagonistas del encuentro. Aunque una fuente sindical aseguró todo lo contrario: "Pablo y Huguito plantearon el tema. La multa fue exagerada, una locura".
Desde ambas orillas valoraron la reunión y apuestan a seguir en el camino de recomposición. El intercambio fue amable y cordial, y no hubo definiciones más allá del acercamiento concreto, coincidieron las fuentes. La charla giró un largo rato en torno al pasado peronista de Fernández Aparicio, que fue delegado gremial de UPCN en el ministerio de Planificación Federal en tiempos de kirchnerismo y militante del PJ porteño.
El último encuentro cara a cara entre Hugo Moyano y un funcionario con alto rango de la gestión de Macri había sido el 9 de enero de 2018, cuando Jorge Triaca , Sandro Taricco y Diego Santilli asistieron a la inauguración del sanatorio Antártida, del gremio de los camioneros. Desde entonces y hasta a la actualidad, se acentuaron los cruces y el enfrentamiento cruzó la frontera de lo retórico con la millonaria multa que el Gobierno le impuso al sindicato por incumplir la conciliación obligatoria por un conflicto a raíz del pago del bono de fin de año de 2017. Hay una expediente similar en marcha por una protesta de 2018.
Enterados en la CGT de este encuentro secreto, Héctor Daer, uno de los jefes de la central obrera, salió a cuestionar a Fernández Aparicio por no haberlos convocado tras la carta en la que reclamó una "urgente" actualización del salario mínimo, que es hoy de $11.300. Daer también apuntó contra el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica , quien admitió a LA NACION, a través de un vocero, las gestiones con Moyano.
Si antes Triaca conservaba un canal de diálogo casi exclusivo con el sector de "los Gordos", el cual integra Daer, es toda una incógnita saber a cuál sector sindical privilegia Sica, quien supo ser asesor histórico de la Unión Obrera Metalúrgica y ahora habría dado luz verde para acercarse al jefe camionero.
El mismo día en que Daer manifestó su malestar con Aparicio y Sica por el desfase del salario mínimo, Pablo Moyano llamó a recuperar el poder en la CGT durante una protesta callejera de Aeronavegantes. "La CGT debería ponerse al frente de estos conflictos. Vamos a recuperar Azopardo", desafió el número dos de los camioneros.
La interna sindical también fue un punto que se tocó de manera tangencial en el encuentro de Aparicio con los Moyano. Difícilmente la secretaría de Trabajo se involucre de manera directa en la política de la CGT y reactive la causa sobre la impugnación al triunvirato de mando que había presentado el fallecido Gerónimo Venegas, el sindicalista que fundó el sindicalismo macrista. En su momento, Venegas objetó al triunvirato por considerar que no está permitido este forma de gobierno en el estatuto cegetista. En las épocas de mayor tensión con la CGT, Triaca blandió el expediente para forzar una negociación. Le dio resultado.
De bajo perfil, Fernández Aparicio intentó que su desembarco en Trabajo pasara inadvertido. Además del encuentro secreto con los Moyano, asistió a un acto con los dirigentes Gerardo Martínez (Uocra) y Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) por un convenio entre sus gremios. Fue su primera foto en funciones. Puertas adentro del organismo, desplazó a Horacio Pitrau, el exnúmero dos de Triaca, entre otros funcionarios de la anterior gestión.
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