El Gobierno evalúa un proyecto de Massa para organizar una Agencia Metropolitana de Seguridad

El Gobierno busca mostrar reacción ante el reclamo social e institucional creciente por los hechos de inseguridad en el AMBA. Al tiempo que sigue con atención las estadísticas del delito -una curva que bajó sustancialmente al inicio de la cuarentena pero que lleva tres meses de marcada trayectoria ascendente- el gabinete de Alberto Fernández reconoció la gravedad del problema y lo puso en su agenda de prioridades.

"El coronavirus hizo al principio que las fuerzas se abocaran al control de la circulación en un momento donde el delito cayó a niveles históricos. Pero en los últimos dos meses aumentaron mucho los hechos de inseguridad respecto al inicio de la pandemia. Es por eso el tema volvió a la agenda con más fuerza y obviamente es una prioridad", dijo a LA NACION un estrecho colaborador presidencial.

El desafío es doble porque al incremento de los homicidios, robos y robos agravados de los últimos dos meses se le suman los problemas de convivencia entre la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y su par de la provincia, Sergio Berni, además de las recientes críticas del kirchnerismo a la Policía de la Ciudad.

Frente a este escenario, quien subió el perfil en los últimos días fue Sergio Massa . El líder del Frente Renovador siempre tuvo al tema de la inseguridad como una marca registrada de su carrera política, y en algún momento se descontó que la cartera de Seguridad respondería a su sector, cosa que finalmente no ocurrió.

Massa comenzó a conversar con Nación, provincia y Ciudad la posibilidad de crear una "Agencia Metropolitana de Seguridad", una mesa tripartita que toma el espíritu de la coordinación que se dio entre los tres distritos para el manejo de la pandemia. La iniciativa -que por ahora tiene el sello del titular de Diputados- contempla un ámbito de coordinación de la inteligencia criminal y de los recursos entre las tres jurisdicciones y un "abordaje integral con el uso de todas las fuerzas, federales y jurisdiccionales, en el AMBA".

En el Ministerio de Seguridad señalan que "cualquier proyecto que implique coordinación de políticas entre jurisdicciones es positiva", aunque advierten que en el corto plazo avanzarán con el diálogo bilateral con cada distrito. "Es un viejo proyecto de Massa que podríamos tomar como Gobierno", dijo un portavoz cercano a Fernández. Cerca de Axel Kicillof indicaron estar "convencidos" de que el programa debe ser "interjurisdiccional e integral", aunque aportaron que "hay distintas propuestas en conversación".

Massa ya conversó con Frederic y con Kicillof y tiene previsto reunirse el lunes con el ministro de Seguridad porteño, Diego Santilli. Según pudo reconstruir LA NACION, el jefe de Diputados tomó mayor protagonismo por iniciativa propia, pero también producto de conversaciones que mantuvo con Fernández en la mesa política del Frente de Todos que se reúne a comer en Olivos casi todos los martes.

Datos duros y mensaje

El titular de la Cámara de Diputados esta semana compartió un acto con Frederic en la Isla Demarchi, luego de que trascendiera que la ministra había manifestado ante un think tank de Washington que "son los medios" los que hacen visibles a los robos. En el Ministerio de Seguridad explican que los dichos de la ministra fueron deformados por la comunicación del evento. De todas formas, la recorrida con Massa (que estaba prevista desde hace varios días), sirvió para poner orden en el mensaje. Frederic dijo que "hay un aumento en la inseguridad" y que "preocupa el nivel de violencia que pone en riesgo la vida". Y el titular de Diputados, con la intención de desterrar cualquier asociación con viejas polémicas, remató: "La inseguridad no es una sensación, es una realidad".

También el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero reforzó el mensaje oficial al manifestar que hay "claramente un aumento de casos" de inseguridad. Más allá de los discursos, los datos duros que manejan en el Ministerio de Seguridad no muestran un incremento interanual pronunciado, aunque sí hay preocupación por el nivel de violencia de algunos hechos delictivos.

De acuerdo a información del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) "durante los primeros seis meses de 2020 se registraron 1044 víctimas de homicidios dolosos en todo el país, un 2% menos que en el mismo período de 2019" aunque "durante mayo y sobre todo en junio los homicidios empezaron a ascender". Respecto a los robos y robos agravados, "el primer semestre de 2020 muestra un descenso de 26% con respecto al mismo período de 2019, aunque en junio se produjo un incremento con respecto al mes de mayo del aproximadamente 30%".

Más allá de los números, el Gobierno incorporó fuertemente el tema en su agenda de esta semana. El martes, Frederic presentó la Fuerza de Respuesta Inmediata (FRI), una brigada especial de unos 100 efectivos dependiente de la Policía Federal para patrullar el conurbano. Y el viernes, Alberto Fernández presentó la creación de 364 nuevas plazas en cárceles bonaerenses. Allí, el Presidente hizo un discurso que tuvo pasajes para todas las vertientes dentro del oficialismo. Dijo que "los condenados deben tener un trato humanitario" y que "no queremos vivir en una sociedad en la que quede impune el delito".

El reclamo por los hechos de inseguridad se profundizó en las últimas semanas con distintas protestas de vecinos del conurbano y también es un pedido creciente de los intendentes. Los jefes comunales advierten que el fallo de Casación Penal que recomendó buscar alternativas a la prisión por el hacinamiento en las comisarías sembró tierra fértil para que recrudeciera el delito. Eso, sumado al bajo número de uniformados por habitante y a los cortocircuitos entre Nación y provincia son señalados como los mayores problemas para afrontar una solución política.

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