El Gobierno pidió a la Corte Interamericana que aparte a Zaffaroni
Garavano firmó un petitorio para que el jurista no pueda participar de una opinión consultiva por haber adelantado su posición
Consciente de que remover a Eugenio Zaffaroni de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es una misión casi imposible, el Gobierno dio ayer un paso clave para corroer el papel del jurista en el tribunal internacional.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, firmó ayer a última hora un "planteo preliminar" para pedir que Zaffaroni sea apartado de la próxima opinión consultiva que debe resolver la Corte Interamericana. En esa instancia, los miembros del tribunal deberán sentar posición sobre el juicio político a los presidentes de la región.
Se trata de un tópico relevante y sensible que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a la Corte, a la luz de los sucesos del pasado reciente: el impeachment contra Dilma Rousseff en Brasil y la destitución de Fernando Lugo en Paraguay.
"El juez Zaffaroni ya adelantó opinión con relación a las cuestiones planteadas en la opinión consultiva, lo que compromete su imparcialidad", señala el escrito elaborado por el Gobierno al que accedió la nacion.
Para fundamentar su pedido, la carta oficial remarca que el exjuez de la Corte Suprema "realizó manifestaciones públicas sobre dos procesos directamente vinculados con la opinión consultiva".
En ese sentido, la nota firmada por Garavano replica los dichos de Zaffaroni sobre los casos de Rousseff ("lo que estamos viendo en Brasil es un fenómeno regresivo que está cundiendo sobre toda América Latina") y sobre el exmandatario de Paraguay ("menos conocido es cómo está operando este Plan Cóndor judicial en el caso de Lugo"). "Su prejuzgamiento compromete la exigencia de imparcialidad propia de la tarea judicial", insiste el escrito oficial, dirigido al mexicano Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, presidente del tribunal.
Paso a paso
Luego de que Zaffaroni manifestó a viva voz su "deseo" de un final anticipado del mandato de Mauricio Macri, el Gobierno decidió encarar el asunto con precisión quirúrgica. "No hay antecedentes de remoción de jueces de la Corte Interamericana porque es un procedimiento muy complejo", explicó ayer una fuente oficial.
Para que un jurista sea apartado del tribunal internacional es necesario que sus propios colegas eleven el pedido a la Asamblea General de la OEA, para luego pasar a una votación de los países miembros. Zaffaroni tiene mandato hasta 2021.
Por eso, la estrategia oficial apunta a ganar una primera batalla con la opinión consultiva. "Existe una cuestión técnica muy evidente, más allá de las declaraciones indecorosas de Zaffaroni. Partidariamente defendió a Dilma y a Lugo, mientras que pidió por el fin del mandato constitucional de Macri", señalaba ayer un funcionario oficial al tanto de las tratativas. "En función de lo que ocurra con este primer pedido, evaluaremos solicitar la remoción", agregó.
De todas formas, el Gobierno ya elevó distintos reclamos para que se revise el nombramiento de Zaffaroni, a la luz de sus manifestaciones políticas. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, presentó en noviembre una carta ante la Corte Interamericana en la que advirtió que "las posiciones políticas y antidemocráticas [de Zaffaroni] no se corresponden con su lugar en la Corte". Pero no hubo mayores consecuencias.
En la carta que Garavano firmó ayer, el Gobierno reiteró su repudio. "Es inadmisible que quien detenta el cargo de magistrado de la Corte Interamericana se permita manifestar públicamente que desearía una finalización anticipada del mandato presidencial", manifiesta el escrito oficial.
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