Reunión entre Alberto Fernández y Martín Guzmán: se enfocan en el acuerdo con el FMI y la inflación no frena
El Presidente y el ministro de Economía estuvieron reunidos tres horas en Olivos; desde el Gobierno aseguraron que el acuerdo “va a salir”; esta semana se informará el número del alza de precios de enero, que rondará el 4%, aunque será más alta en alimentos
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Mientras se aceleran las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a horas de que se conozca el dato de la inflación de enero, que será cercano al 4 por ciento, el presidente Alberto Fernández analizó junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, y el resto del gabinete económico, el estado de situación en medio de una fuerte tensión interna. “El acuerdo va a salir”, fue la conclusión del encuentro según fuentes oficiales.
En paralelo, el Gobierno no le encuentra solución al principal problema económico: la inflación, tema que se debatió durante gran parte de la reunión de esta mañana en la quinta de Olivos. El dato de alza de precios de enero, que se conocerá mañana, rondará el 4 por ciento. Las proyecciones para febrero son similares. Con la confirmación de que los controles de precios son ineficaces, la Casa Rosada apuesta al acuerdo con el FMI para frenar la inercia inflacionaria.
En medio de un escenario político complejo, con fuertes diferencias internas y con el ministro de Economía bajo fuego amigo, el gobierno nacional reconoció que el alza de precios, especialmente en los alimentos, es la “principal preocupación” de la administración de Alberto Fernández.
Cerrar la negociación con el Fondo generaría, según lo que esperan Guzmán y su equipo, una “tendencia a una normalización”, aunque los resultados no serán inmediatos. Como suele repetir en cada entrevista el titular del Palacio de Hacienda, se trata de un “problema multicausal”. El problema más grave que enfrenta Guzmán es que su palabra perdió respaldos dentro del Gobierno. Lo mismo ocurre con el guardián de los precios que puso el kirchnerismo duro, el secretario de Comercio, Roberto Feletti. Su voluntarismo solo tuvo efectos mínimos.
Entre los economistas advierten que, paradójicamente, la inflación ayudaría a Guzmán a tratar de cumplir las metas fiscales de un futuro acuerdo porque generaría una licuación del gasto.
“Está golpeadísimo”, dijo un integrante del gabinete nacional sobre su par de Economía. La vicepresidenta Cristina Kirchner está convencida de que le ocultó información sobre los avances con el Fondo, lo mismo que creen el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y Máximo Kirchner. Con ellos, Guzmán está bajo sospecha.
Lo llamativo es que en los últimos días se sumaron nuevas voces al coro de críticos del ministro desde el círculo de confianza del Presidente. El listado incluye a los ministros Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Juan Zabaleta (Desarrollo Social) y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca. “Hoy el principal sostén de Martín es el FMI”, dijeron con malicia fuentes oficiales.
Las primeras semanas del año encendieron las alarmas. Algunos incrementos pegan directamente en la canasta básica de alimentos (huevos, 50%; el kilo de pan y la yerba mate, 20%; el pollo, 17%). La renovación del programa de Precios Cuidados –lo anunció Feletti a mediados de enero–, que liberó aumentos de hasta 6% y la suba de frutas y verduras (estacional) impulsaron a los alimentos por encima del nivel de inflación general. Las remarcaciones en las góndolas ya son el principal deporte nacional.
El gobierno nacional busca fijar las expectativas con las paritarias. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, anticipó una pauta sugerida del 40%, muy lejos de las proyecciones de inflación para este año, que la ubican entre el 55 y el 60%. Las cláusulas de revisión serán permanentes. En la Casa Rosada admiten esos números. “Con suerte podríamos cerrar el año en 52%”, aseguraron cerca del mandatario.
“[La inflación] es, sin duda, el gran problema que tienen los argentinos y argentinas en este momento y la principal preocupación del Gobierno”, reconoció la portavoz Gabriela Cerruti en la fallida conferencia de prensa que protagonizó la semana pasada. Y agregó: “Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados simultáneamente”.
Los resultados de todas las políticas que se implementaron para contener el alza de precios hasta el momento resultaron infructuosos. “Estamos perdiendo la batalla de los productos frescos, como la carne, el tomate, la papa, las verduras. En enero la inflación será igual a la de diciembre”, reconoció Feletti hace unos días.
Ahora, la expectativa está centrada en los efectos que tendrá el acuerdo con el organismo multilateral de crédito. El gobierno nacional espera en los próximos días finalizar las conversaciones con el staff técnico y presentar el acuerdo en el Congreso el 1° de marzo, ante la Asamblea Legislativa.
El FMI también aspira a una rápida resolución, según lo expresó el director de Comunicaciones del Fondo, Gerry Rice, la semana pasada. Para el organismo multilateral de crédito, el problema de la inflación es central en las conversaciones. “Tuvimos que calibrar el programa para que sea implementable. Nuestro principal foco es sacar a la Argentina de este camino muy peligroso de alta inflación”, reconoció hace 10 días la directora gerente, Kristalina Georgieva.
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