El Gobierno llamó al hijo de Julio López
Le pidieron explicaciones por decir que la Presidenta no hablaba de su padre
LA PLATA.– "A estas alturas, yo creo que no está vivo", dijo ayer Rubén López, hijo del desaparecido Jorge Julio López, al cumplirse hoy seis años del último día en que fue visto con vida.
En las últimas horas, el gobierno nacional se comunicó con el hijo del testigo desaparecido, pero no fue para concretar una audiencia. Fue para pedir explicaciones por el reportaje que concedió a LA NACION, publicado el domingo, en el que Rubén López declaró que le gustaría que "la Presidenta diga por qué no habla de mi padre".
"Me llamaron para aclarar el reportaje. Y se pusieron a mi disposición", dijo anoche Rubén a LA NACION. El hijo del albañil desaparecido en Los Hornos el 18 de septiembre de 2006 precisó que no es la primera vez que lo llaman desde el Gobierno. "Siempre estamos en contacto", aseguró, aunque se reservó la identidad del funcionario que lo llamó.
La semana última, durante un acto en el que la Municipalidad de La Plata declaró ciudadano ilustre a su padre, Rubén había dicho que espera "una respuesta de la Justicia y, después, del Estado nacional".
Hoy, seis años después, seguimos a la espera de que la Justicia nos dé una respuesta", dijo el hijo del albañil, al admitir que en estos días trascendió que hubo cambios en las fuerzas que investigan el caso. Al respecto, el fiscal federal, Marcelo Molina, confirmó a LA NACION que se apartó a la Policía Federal de la investigación que se sigue a partir del cruce de llamadas telefónicas. "La Policía Federal no me conformó porque no tiene capacidad técnica", dijo Molina.
El desplazamiento de la Policía Federal fue dispuesto por el Ministerio de Seguridad nacional, luego de que el fiscal presentara un oficio para pedir "personal idóneo" para la conducción del sistema I2. Éste es un dispositivo técnico que permite cruzar llamadas de sospechosos. En el oficio referido a la causa N° 16.060, caratulada "López, Jorge Julio desaparición forzada de persona", el fiscal pidió colaboración a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para "solucionar los problemas que se detectaron en la investigación".
Tras presentar su oficio, el fiscal se reunió con Cristina Caamaño, secretaria de cooperación con los poderes judiciales. Allí se acordó que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) reemplazará a la Federal en el manejo del sistema técnico operativo vital para la pesquisa.
El fiscal ya se reunió con el director nacional de la PSA, Salvador Julio Postiglioni, para coordinar los pasos por seguir en la investigación.
Pese a este giro, Molina no apartó de la pesquisa a la Comisión López, integrada por un puñado de policías federales que aún realiza diligencias ajenas al uso del sistema de cruces de llamadas telefónicas.
Pero la PSA analizará las llamadas entrantes y salientes de una antena celular situada cerca de la casa de López para determinar si los dueños de esos celulares tuvieron motivos para llevarse al albañil, principal testigo en el primer juicio al ex policía Miguel Etchecolatz.
"Pese a los esfuerzos realizados por llevar adelante esta medida, todo el tiempo nos tropezamos con problemas que hacen imposible llevarla adelante", dijo el fiscal en su oficio.