El Gobierno hizo cambios en los parámetros de la ley de etiquetado frontal
El Ministerio de Salud implementó modificaciones en la forma en la que se calculan los excesos de nutrientes críticos -calorías, grasas y azúcares- para los sellos octogonales
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El Gobierno modificó qué información brindarán los octógonos negros de advertencia sobre el exceso de grasas, sodio, azúcares o calorías en los alimentos al oficializar ayer la existencia de un manual de aplicación de la llamada ley de etiquetado frontal. Más allá de las opiniones cruzadas entre consumidores sobre la utilidad de esos sellos, el nuevo texto publicado en el Boletín Oficial va en línea con exigencias de la industria alimentaria en los últimos años.
El “principal avance” con la redefinición de ese manual –no se modificó la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable ni el decreto reglamentario, sino una disposición de la Anmat– es “que se destaque el nutriente en exceso que se esté agregando” a un producto durante su elaboración, según argumentaron las autoridades del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), que depende de la agencia regulatoria.
En tanto, en la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina, entidad que respaldó el uso de octógonos negros, opinaron que entre las principales modificaciones que introduce la disposición es que, “ahora, se evalúa únicamente el exceso de los nutrientes críticos agregados, sin considerar los intrínsecos”. Victoria Tiscornia, magíster en Nutrición e investigadora de FIC Argentina, advirtió que una de las consecuencias asociadas “es que la percepción del consumidor se puede ver alterada respecto de la calidad nutricional del producto, ya que en muchos casos van a tener menos sellos de los que deberían tener”.
A tres años de la sanción de la ley y el vencimiento en mayo pasado del plazo concedido a la industria para su adecuación en el rotulado, en el INAL explicaron a LA NACIÓN que hicieron una revisión de su implementación e identificaron errores y diferencias entre empresas. También eliminaron el uso del gestor online de prórrogas y excepciones (en el primer semestre del año caducó el plazo de adecuación) y la presentación de declaraciones juradas de nutrientes críticos a cargo de las empresas para simplificar trámites. Se mantiene la calculadora de sellos de la Anmat para que los elaboradores chequeen si sus productos están alcanzados por esas advertencias. Esa herramienta online computa el contenido de azúcares (totales y añadidos), grasas (totales y saturadas) y sodio, cafeína y edulcorante y las calorías para 100 gramos a partir del tamaño de porción declarado.
“Si un alimento solo tiene agregado de azúcares, se debe verificar únicamente si excede los criterios establecidos para azúcar añadido; si un alimento solo tiene agregado de sodio, se debe verificar únicamente si excede los criterios establecidos para sodio en la composición final”, ampliaron desde la Anmat. Pusieron como ejemplo una mermelada de naranja, que ya contiene el azúcar de esa fruta: lo que se pasará a informar con un octógono es si se añadió más azúcar en su elaboración.

“Con el resultado, y de acuerdo con el árbol de decisiones para identificar si un producto debe declarar el rotulado nutricional frontal, será el sello a incluir en el envase. No cambian los valores de corte y se mantiene el perfil de nutrientes definido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”, afirmaron en el INAL.
Ese árbol, que fue simplificado, es un diagrama con preguntas por sí o por no que confirma o descarta la inclusión de los octógonos en los envases. “Con la implementación anterior, parecía que todos los productos en el mercado habían agregado nutrientes críticos. Con esta modificación, se incentiva a las empresas y elaboradores a reformular sus productos para que tengan menos exceso [de sodio, grasas y azúcar] y a la población a utilizar los octógonos para comparar dentro de los mismos grupos de alimentos y cuál es el exceso para poder elegir mejor”, agregaron en el INAL.
En el caso de los alimentos ultraprocesados –ricos en grasas, sodio y azúcar, lo que los hace altamente atractivos para el paladar– “van a seguir teniendo la misma cantidad de octógonos a menos que [las empresas] los reformulen”, aclararon ante la consulta, como ocurrió con algunos quesos blandos y panes.
Sin embargo, desde FIC Argentina recordaron que “las metas de ingesta de nutrientes críticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no distinguen entre intrínsecos y agregados”, como lo hace el manual del INAL. “Hay un límite de ingesta de nutrientes críticos que no se deberían superar y eso es lo que establecen las metas de OMS, que es en lo que se basa el sistema de perfil de nutrientes de la OPS –sostuvo Tiscornia–. Cualquier modificación de los criterios establecidos debe ser explicitada de acuerdo con la evidencia científica que la avala y su impacto en la salud pública. Dado que la ley ha sido ampliamente discutida en distintos espacios [por los poderes Ejecutivo y Legislativo], consideramos importante que las modificaciones que se hagan sean con criterios claros y especialistas de diversos espacios que puedan aportar evidencia”.
¿Pocos o muchos?
Por el momento, en el INAL prevén que serán “pocos” los casos en los que se verán grandes cambios (citaron, por ejemplo, las aceitunas o los fiambres) y que “van a ser los menos” los productos sin octógonos.
Andrea Graciano, coordinadora de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria (Calisa) de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA), también advirtió sobre los riesgos de este cambio.
“La ventaja que tuvimos en la Argentina es que pudimos aprender de la experiencia de otros países y lograr que las regulaciones queden incorporadas en la ley, como el sistema de perfil de nutrientes de la OPS, que no puede modificarse a menos que se derogue la norma sancionada por el Congreso. Pero, con este cambio –enfatizó–, se busca debilitarla de alguna manera, ya que se modifica su implementación: se mantienen los puntos de corte de OPS, pero solo obligan a informar sobre los nutrientes críticos añadidos y no sobre las características de todo el producto, como hasta ahora. Con esto, habrá más productos con menos sellos y, como sociedad, se vulnera nuestro derecho a la información” para tomar decisiones de compra.

En el INAL defendieron que, antes, todos los alimentos tenían sellos, pero que eso no permitía reconocer cuál era, por ejemplo, la diferencia entre comer un alfajor y una porción de queso. “Ahora –dijeron–, se ajustó la implementación y la diferencia, aunque pequeña, permitirá ver cuáles son los excesos en la industrialización y que la población pueda discernir mejor qué comprar y qué no comprar dentro de un mismo grupo de alimentos. Pretendemos que haya una mayor reformulación de los alimentos”. Más allá de los sellos, a quienes tengan que controlar la cantidad de sodio o azúcar que ingieren aconsejaron guiar la compra por la tabla nutricional y los ingredientes “para calcular su aporte”, además de consultar al médico según la edad.
Graciano destacó otra ventaja “no menor” del sistema de perfil de nutrientes y la ley que cambió -también desde ayer- con la derogación de la Disposición 6924/22 de la Anmat sobre la publicidad, promoción y patrocinio de productos con uno o más sellos. “Se modificó la regulación de su uso y es fundamental tener presente que muchas de estas acciones están específicamente dirigidas a chicos y adolescentes para aumentar las ventas y el consumo de ultraprocesados”, alertó.
Agregó que, ahora, con la decisión del Gobierno publicada en el Boletín oficial, “se limita esa protección hasta los 16 años y quedan fuera situaciones que habitualmente usa el marketing, como la presencia de chicos en una escena familiar/grupal o de elementos infantiles y animales en un decorado, entre otras más”, finalizó la coordinadora de Calisa.
Qué alimentos están alcanzados o exceptuados
De acuerdo con el nuevo manual de implementación de la ley de etiquetado frontal, en adelante deberán declarar el exceso de nutrientes críticos en el envase los alimentos y bebidas sin alcohol que:
- Estén formulados, elaborados, y envasados en ausencia del cliente.
- Tengan agregado de azúcares y/o sodio y/o grasas como ingredientes propiamente dichos o como parte de otros ingredientes de la fórmula.
- Incluyan cantidades de azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas totales, sodio y/o energía en el producto listo para el consumo (preparado de acuerdo a las instrucciones del fabricante, si corresponde) que sean iguales o superiores a los límites establecidos por el Decreto N°151/22 que reglamenta la ley.
- Deban proporcionar información nutricional porque así lo exija la normativa vigente.
- Cuando contengan edulcorantes y/o cafeína, deberán declarar toda leyenda precautoria pertinente, independientemente de si exceden los límites establecidos para los nutrientes críticos y/o energía.
En tanto, no se encuentran alcanzados por esa obligación:
- Productos elaborados para propósitos médicos específicos
- Suplementos dietarios
- Fórmulas infantiles para lactantes y chicos de hasta 36 meses de edad
- Productos no envasados para la venta al consumidor
- Productos no acondicionados para la venta al consumidor
- Alimentos preparados en restaurantes u otros comercios gastronómicos
- Productos fraccionados al peso en mostrador a la vista de los consumidores
- Alimentos acondicionados para la venta al público con un único ingrediente, sin procesamiento o mínimamente procesados, que no poseen agregado de nutrientes críticos
- Vegetales al natural
- Carnes y huevos frescos
- Legumbres o cereales secos, sin agregado de azúcares, sodio y/o grasas.
Y están exceptuados de llevar rotulado nutricional frontal:
- el azúcar
- los aceites vegetales
- los frutos secos
- la sal común de mesa
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