El Gobierno frenó el envío de gendarmes a la embajada en Caracas y se evalúa la situación de los opositores a Maduro
El régimen venezolano advirtió que no dejaría ingresar al país a los uniformados; la Cancillería evalúa si los dirigentes opositores están dispuestos a que se negocie un salvoconducto
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LA NACION
El Gobierno decidió frenar el envío de gendarmes a Venezuela que se había planificado para custodiar la sede de la embajada argentina en Caracas, donde se refugian seis dirigentes cercanos a María Corina Machado, la principal líder opositora a Nicolás Maduro.
Fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que la Cancillería y el Ministerio de Seguridad definieron dar de baja el traslado de los ocho uniformados tras conocer que el gobierno de Maduro no dejaría ingresar a los gendarmes a territorio venezolano.
La canciller Diana Mondino le había solicitado al Ministerio de Seguridad, que conduce Patricia Bullrich, que enviara a un grupo de gendarmes a custodiar la residencia de la embajada argentina, hoy vacante. Fue luego de que el edificio sufriera una interrupción en el suministro eléctrico tras acoger a seis referentes opositores del partido Vente en las horas previas al cierre de candidaturas para las elecciones presidenciales del próximo julio. Machado, la principal opositora a Maduro, fue impedida por vía judicial a presentarse en los comicios, en los que él buscará un nuevo mandato.
“Nos dijo Venezuela que no iban a poder entrar. La actitud de no dejar ingresar a la Gendarmería Argentina para custodiar nuestra embajada está por fuera de los parámetros lógicos”, dijo una importante fuente del Gobierno.
Ahora, la Cancillería está realizando tratativas para definir si los dirigentes venezolanos están dispuestos a que se negocie un salvoconducto para salir del país. Los referentes locales deben decidir si quieren que avance esa vía que los sacaría de la política local.
Los seis dirigentes -Magalí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Pedro Urruchurtu, Fernando Martínez Mottola y Omar González- están como “huéspedes” en la embajada argentina, pero no pidieron asilo. Allí reside el encargado de negocios de Argentina, Gabriel Volpi, con su familia.
El gobierno de Javier Milei confirmó el pasado martes que estaba acogiendo a los referentes venezolanos. “Con el respaldo de la inviolabilidad consagrada en el artículo 22 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, de la cual Argentina y Venezuela son signatarias, ha acogido a líderes políticos de la oposición en la residencia oficial de la embajada argentina en Caracas”, dijo la Oficina del Presidente a través de un comunicado.
El comunicado oficial condenó el “hostigamiento y la persecución” contra opositores del régimen “socialista” de Maduro, y hasta denunció la mano del chavismo en el corte de luz producido en la residencia oficial.
El desacuerdo por los gendarmes se suma a la serie de cortocircuitos que se registran en las relaciones bilaterales desde que Milei asumió la Presidencia. Uno de los últimos episodios fue la prohibición para los aviones argentinos de surcar espacio aéreo venezolano, en represalia por el decomiso hacia Estados Unidos del avión de Emtrasur, que estuvo durante meses retenido en Ezeiza, al igual que su tripulación compuesta por venezolanos e iraníes.
LA NACION
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