El Gobierno evalúa medidas por el efecto económico del coronavirus
El Gobierno sumó a su crítico diagnóstico sobre las cuentas públicas un inesperado pronóstico de viento en contra por los efectos del coronavirus en la economía. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, convocó para mañana a las 9 de la mañana a una reunión del equipo económico para evaluar medidas y analizar el impacto de la pandemia en las variables macroeconómicas y en la política fiscal y monetaria.
Con una dinámica muy cambiante, la Casa Rosada prevé adelantar así el cónclave de funcionarios que, en un esquema habitual de trabajo, se realiza los miércoles. En el último encuentro del gabinete económico, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había compartido con sus pares las primeras conclusiones de los efectos económicos que está generando el Covid-19 a nivel global, tras mantener conversaciones vía Skype con ministros de Economía de otros países. El consenso internacional, dijeron desde el Gobierno a LA NACION, señaló la importancia de "inyectar plata dentro de la economía" y de tomar medidas "anticíclicas".
Esta semana Alberto Fernández se mostró concentrando todos los esfuerzos en atender la cuestión sanitaria. Pero, bajo la superficie, el equipo económico comenzó a analizar los cambios en sus previsiones y posibles medidas para aminorar el impacto.
En la administración de Fernández todavía no se animan a hacer proyecciones numéricas ante la nueva realidad que impone el coronavirus. En el frente externo, algunos deslizan que el derrumbe mundial de los mercados podría convertir a una oferta agresiva en la renegociación de la deuda en algo más aceptable por los acreedores. Pero en el entorno de Fernández también reconocen que, por las restricciones que impone la pandemia, se contaría con un saldo de dólares menor al esperado.
"Somos muy rigurosos con las proyecciones. En términos genéricos es esperable que algunas exportaciones se resientan, que haya menos divisas y que el PBI tenga un decrecimiento mayor al esperado, pero son solo estimaciones", señaló una fuente oficial al tanto de las conversaciones del equipo económico. "Los funcionarios están preocupados y trabajando para aminorar los impactos adicionales que pueda traer el coronavirus", agregó.
Frente interno y externo
La tarea no se prevé sencilla. "Inyectar plata dentro de la economía", reconocen fuentes oficiales, es una receta que puede no tener los mismos ingredientes en todos los países. En la Argentina, por lo pronto, los márgenes son muy estrechos, sin posibilidad de crédito, con la fuerte limitación presupuestaria que tiene el Estado y con el BCRA expandiendo su asistencia al Tesoro.
"No podemos hacer un Plan Marshall", ilustró en los últimos días un colaborador cercano al Palacio de Hacienda.
Uno de los funcionarios más alarmados por estas horas es el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens. El turismo receptivo entra en un freezer con el cierre de vuelos de toda Europa y de los Estados Unidos, más la salida exprés de los viajeros extranjeros que gastan en dólares en el país. El Gobierno esperaba recaudar este año unos U$8000 millones por esa vía, pero fuentes oficiales ya reconocieron que la cifra será sensiblemente menor.
Lammens ya mantuvo dos reuniones con las cámaras del turismo, pero difícilmente pueda darles noticias alentadoras. De hecho, el ministro le pidió a la AFIP que evalúe la posibilidad de prorrogar los vencimientos impositivos para agencias y hoteles. Y con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, conversó la posibilidad de facilitarle programas de Recuperación Productiva (Repro) previstos para empresas en crisis,
Según pudo reconstruir LA NACION, el Ministerio de Desarrollo Productivo tiene previsto anunciar líneas de crédito (a una tasa de alrededor del 20%) para que las empresas alimentarias, de productos de cuidado personal y de artículos de limpieza pongan en marcha sus plantas ociosas. La cartera que comanda Matías Kulfas también se reunió con los fabricantes alcohol en gel para que trabajen tres turnos. Y evalúa facilitar créditos para la compra de tecnología para compañías que pasen a un régimen de home office para resguardar a sus empleados.
En el Gobierno se permiten, todavía, abrir varios signos de interrogación. "¿Se va a paralizar toda la actividad? ¿Por cuánto tiempo? ¿En qué magnitud?", dijo un colaborador del equipo económico para relativizar cualquier proyección. El impacto económico del virus estará íntimamente ligado al éxito del operativo sanitario. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto durará el estado de cuarentena.
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