El Gobierno evalúa desprenderse de parte de la flota aérea presidencial
No fue utilizada hasta ahora por Milei y está compuesta por tres aviones y tres helicópteros; el Presidente se mueve por vía terrestre o aviones de línea; el último avión comprado por Alberto Fernández costó 25 millones de dólares
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El debut en viajes al exterior de Javier Milei como presidente en ejercicio, la última semana, fue en avión de línea. Un gesto que buscó comunicar austeridad, en línea con el ajuste que se viene haciendo en el Estado, y que según aseguran en el oficialismo, se mantendrá en el tiempo. En esa línea, según pudo saber LA NACION de fuentes del tema, el Gobierno analiza la posibilidad de desprenderse de parte de la flota aérea presidencial, compuesta en la actualidad por tres aviones y tres helicópteros. De concretarse, la decisión seguiría el camino de lo que se hizo con autos oficiales, cuyo número se redujo drásticamente, tras la llegada de Milei a Balcarce 50.
En la mira de lo que se analiza está el ARG-01, el avión que compró Alberto Fernández, y que requiere gastos exorbitantes para arreglos y mantenimientos de la unidad que no pueden hacerse en el país, dadas las características de la adquisición, como así tampoco la formación de los pilotos. Y que en poco tiempo más necesitará el desembolso de un pago millonario y en dólares.
Además de usar un avión de línea, como hizo para viajar a Davos, Suiza, vía Lufthansa, el mandatario también irá de esa manera a Israel e Italia, los dos países que visitará a comienzos de febrero. A la par de eso, el jefe de Estado también tiene decidido seguir usando un auto o una camioneta, pero no los helicópteros para ir y volver entre la Residencia Oficial de Olivos y Casa Rosada. A diferencia de lo que hicieron todos sus antecesores en el cargo, que se desplazaban por vía aérea. De esta manera Milei recorre y recorrerá dos veces por semana los casi 17 kilómetros que separan uno y otro punto en vehículos terrestres oficiales.
Pero el simple hecho de tener los helicópteros dentro de la flota presidencial, más allá de no usarlos, también implica gastos por las horas de vuelo que deben mantener los pilotos así como las propias aeronaves, para mantenerse vigentes de acuerdo a las normas de la aeronáutica. A raíz de eso se habría tomado la decisión de desprenderse de ellos.
Los helicópteros son tres Sikorsky: uno modelo S-70 “Blackhawk” y dos S-76, cuyas adquisiciones fueron realizadas durante el primer gobierno de Carlos Menem.
Además de los tres helicópteros, ya estaría decidida también la posibilidad de vender el ARG-02, un boeing 737-500, que supo ser conocido también como el Tango 04, que data de 1993. Los otros dos aviones que completan la flota son el ARG-01, comprado el año pasado, y el Learjet 60 T-11. Este último no se puede vender ya que fue cedido por la Fuerza Aérea a Presidencia y es considerado, por fuentes aeronáuticas, como “ideal” para moverse por el país. Se trata precisamente del que usó el mandatario el 17 de diciembre pasado para trasladarse a Bahía Blanca, en medio de la tragedia que se desató en esa ciudad tras un fuerte temporal que terminó con la vida de 13 personas.
En el caso del ARG-01, hay un proceso de pago en marcha por la forma en la que se adquirió, por lo que los procesos de una eventual venta serían más complejos, ya que se financia con un crédito a 10 años. Su adquisición por el gobierno de Fernández es considerada, de mínima, “un error” o “una mala elección” por diferentes fuentes del área, que coinciden en las críticas, porque no se le puede hacer mantenimiento en el país porque se trata de un Boeing 757 del que no hay otros ejemplares en el país, como sí sucede con los 737, de los que hay talleres y personal especializado.
Precisamente en marzo próximo el avión debería volar a Estados Unidos para que se le haga una revisión, conocida como “check C”, que tiene un costo de 5 millones de dólares. “Si no se hace antes de eso, se vencen los pilotos y habría que mandarlos de nuevo a formarse allá”, dijo una fuente al tanto de lo que sucede con el avión.
Quienes dialogaron con Milei en los últimas semanas aseguran que es claro al manifestar que no usará el avión presidencial, ARG 01, y costó alrededor de 25 millones de dólares. El líder libertario hace casi un culto de la austeridad y descarta de plano el usarlo. “La diferencia de costos entre viajar por línea y un avión presidencial, es abismal”, explicó una fuente del sector.
Esa aeronave llegó al país el 25 de mayo pasado, en medio de una polémica por la maniobra de “bienvenida” que hicieron sus pilotos en el aeroparque Jorge Newbery y por la que se terminó abriendo una denuncia en sede judicial. Pero no fue la única polémica que rodeó la adquisición del avión que llegó al país sin haber tenido instalado el sistema de Wi-fi, una herramienta central para el uso de una aeronave presidencial, dado que un mandatario no puede pasar largas horas sin estar conectado a lo que sucede en el país. El proceso de licitación para instalar el sistema se abrió poco antes de que Fernández dejara el poder y permanece en stand by.
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