El Gobierno envió una delegación de segunda línea a una cumbre organizada por España
Funcionarios de la Cancillería están hoy en la cumbre iberoamericana, que montó en Ecuador el gobierno español; pese al nuevo embajador, sigue la frialdad entre las administraciones de Sánchez y Milei
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Dos semanas atrás, la todavía canciller Diana Mondino festejaba la “normalización” de los vínculos entre la Argentina y España, tensionados al máximo luego de aquel ataque verbal de Javier Milei a su par socialista Pedro Sánchez y a su “corrupta” esposa Begoña Gómez, en un encuentro organizado por el partido ultraderechista Vox, en el sur de Madrid.
Aquel comunicado conjunto, último logro de la entonces canciller y en el que se hablaba de “dos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales”, anticipaba la llegada al país de Joaquín María de Arístegui Laborde, nuevo embajador español en el país luego de cinco meses con ese puesto vacante por decisión del gobierno socialista. Arribado al país el domingo, el nuevo representante diplomático tuvo su foto con el flamante canciller, Gerardo Werthein, durante la tarde del lunes, y ambos “repasaron los principales aspectos de la relación bilateral y coincidieron en impulsar los mecanismos de cooperación existentes”, según explicó la cancillería a través de un comunicado.
Más allá de las mutuas palabras de elogio y cercanía, la decisión de la administración Milei es sostener un vínculo de frialdad diplomática y prudente distancia con España. Así se explica la decisión de enviar una delegación de nivel intermedio a la Cumbre Iberoamericana, que entre jueves y viernes concentrará a distintos jefes y jefas de Estado del continente, más España, Andorra y Portugal, en la ciudad ecuatoriana de Cuenca.
Fuentes del Gobierno confirmaron a este diario que el embajador argentino en Ecuador, Eduardo Acevedo Díaz, estará en Cuenca, junto al director de cooperación internacional, Mateo Estremé, y al director de Asuntos Regionales de la Cancillería, Alexis Elías Am. A la anunciada ausencia del Presidente, que hoy estará en Palm Beach para encontrarse con el ganador de las elecciones norteamericanas, Donald Trump, se le suma la del canciller Werthein, que a diferencia de su antecesora -que preveía asistir a la cita antes de ser eyectada del cargo- desechó el convite y viajó en la noche del martes para acompañar al Presidente a ver al presidente electo.
“Coincidieron la cumbre y el encuentro con Trump, algo que no estaba previsto”, afirmaron desde el Palacio San Martín, intentando relativizar la decisión. Al igual que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien no asistirá a Cuenca para “priorizar el G20″, que comenzará el lunes en Río de Janeiro, Milei puso todos sus cañones en el encuentro en Palm Beach.
La diferencia con la atención que prestaron anteriores gobiernos es notable. En 2004, el entonces presidente Néstor Kirchner asistió a la cumbre en Costa Rica, y en 2007 volvió a participar, esta vez como testigo de un hecho histórico: el ya mítico “por qué no te callas”, que le espetó el rey Juan Carlos I al entonces mandatario venezolano Hugo Chávez, durante la cumbre efectuada en Chile.
En 2012, la entonces presidenta Cristina Kirchner delegó en su vicepresidente Amado Boudou la representación argentina. Dos años antes, ella misma había sido la anfitriona de la cumbre, realizada en Mar del Plata. En 2018 fue la vicepresidenta Gabriela Michetti la que concurrió a la cita, por disposición del presidente Mauricio Macri.
Pocos aliados
“Tampoco es que tenemos demasiados aliados en esa cumbre”, reconocieron voces con conocimiento de la coyuntura geopolítica. Es que en la región, a Milei le han quedado pocos amigos: salvo Paraguay, sus socios del Mercosur sostienen con él una relación distante, y sólo el ecuatoriano Daniel Noboa y el salvadoreño Nayib Bukele (que estuvo en Buenos Aires a principios de octubre) comparten la sintonía ideológica en el continente. Algo podría comenzar a cambiar si es que Milei finalmente concurre, el próximo 6 de diciembre, a la reunión de presidentes del Mercosur, en Montevideo.
Afectado por las inundaciones que golpean a buena parte de su territorio, el presidente español Pedro Sánchez tampoco asistirá a una cumbre con récord de ausencias. Según la agencia EFE, están confirmados el rey de España, Felipe VI; el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; su par de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y también prevén llegar los presidentes de Paraguay, Santiago Peña; República Dominicana, Luis Abinader, y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot.
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