El Gobierno presenta este martes un proyecto de impuesto a las Ganancias con un nuevo piso de $1.350.000
Así volverían a pagarlo unos 800.000 trabajadores con salarios de bolsillo superiores a $1.100.000; Milei juega esta carta para intentar destrabar las negociaciones por la ley ómnibus; zoom de última hora con los gobernadores de JxC
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El Gobierno enviará este martes al Congreso un proyecto que cambia el piso del impuesto a las Ganancias. Denominado por el Poder Ejecutivo como “Ley de impuesto a los ingresos personales”, el proyecto contempla un mínimo no imponible de 1.350.000 pesos de salario bruto y una actualización trimestral de las escalas por el índice de precios del consumidor (IPC). Se trata de un reclamo de buena parte de los gobernadores que recibió el Gobierno nacional y que ahora el presidente Javier Milei juega como una carta política en medio de las negociaciones por la ley ómnibus.
Fuentes gubernamentales precisaron a LA NACION que el proyecto “delega al Poder Ejecutivo las facultades para modificar los montos de las escalas”, en tanto que las primeras estimaciones indican que unos 800.000 trabajadores en relación de dependencia pasarán a pagar el impuesto a las Ganancias si el Congreso aprueba la iniciativa. De acuerdo a los voceros oficiales, con este esquema se retrotrae el gravamen “a septiembre de 2023, con los montos actualizados”.
En una primera comunicación, el gobierno había informado que el nuevo mínimo no imponible se fijaría entre 2,3 y 2,5 millones de pesos, pero luego envió una “aclaración” sobre la “Ley de impuesto a los Ingresos Personales”. Con este esquema, los trabajadores que pasarán a pagar Ganancias son los que ahora reciben salarios de bolsillo superiores a $1.100.000 mensuales.
El envío de la iniciativa al Congreso se da cuando se negocia la aprobación final del texto sobre la ley ómnibus, en la que el apoyo de los mandatarios provinciales, a través de sus representantes en el Parlamento, es central para las aspiraciones de la administración de Javier Milei. Las provincias se quejan de que el gobierno central quiere aumentar las retenciones, que no son coparticipables. Pero Ganancias entra en el reparto federal. A través de un zoom de última hora encabezado por el ministro Guillermo Francos, la Casa Rosada le hizo notar este punto a los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Con la vuelta atrás en Ganancias, que había sido cambiada por el exministro Sergio Massa durante la campaña presidencial, el Gobierno también busca compartir con los gobernadores el costo político de lo que implica la decisión. El propio Milei lo había votado afirmativamente en la campaña electoral. “Javier no lo quiere hacer, pero es un pedido de las provincias”, apuntan en la Casa Rosada desde diciembre pasado, cuando comenzó a discutirse el tema.
Al inicio de la gestión de Milei había surgido una alternativa que proponía compensar la reducción en la coparticipación que reciben las provincias con el impuesto al cheque, pero el gobierno libertario había sugerido la restitución con la oposición dialoguista en el Congreso, a la que necesita para compensar su debilidad parlamentaria. En la Casa Rosada sostenían que “los mismos gobernadores que le votaron a Massa sacar el impuesto, con fines electorales, ahora piden que vuelva”, en referencia a los cambios que se habían introducido en la norma durante la campaña electoral.
“Tenemos la intención de avanzar con la reforma tributaria, pero por sobre todo avanzar con la ley”, afirmó el ministro del Interior Guillermo Francos durante una entrevista radial cuando lo consultaron por la propuesta de vuelta atrás en las exenciones al pago del impuesto a las Ganancias. Los cambios a nivel tributario se volvieron una pata fundamental de la negociación con las provincias alrededor de los votos para la ley ómnibus, en especial en las últimas horas.
En sus charlas y mensajes en los últimos días, el Presidente dejó en claro que su idea es que la ley ómnibus se debata este jueves en la Cámara de Diputados. La presión presidencial fue concreta y se trasladó a los titulares de las comisiones que debaten el proyecto: José Luis Espert (Presupuesto), el cordobés Gabriel Bornoroni (Legislación General) y el santafesino Nicolás Mayoraz (Asuntos Constitucionales). “Vamos a ir con este proyecto, es la versión final, final”, afirmaban en la Casa Rosada, mientras aseguraban que el aumento a las retenciones a la soja y sus derivados-que genera escozor en las provincias productoras como Santa Fe y Córdoba-se van a sostener “porque no se pueden bajar”, según confirmaron cerca del Presidente en referencia al paquete de leyes.
“Las provincias productoras plantean eso, pero no se puede porque no llegamos al déficit cero, que es lo que quiere el Presidente”, reconocían desde un despacho importante, en coincidencia con la postura de Milei. Y destacaban como una concesión importante la decisión de bajar a 0 las retenciones a economías regionales.
Una discusión desde el inicio de gestión
A mediados del mes pasado, una semana después de asumir la presidencia, Milei se había reunido con los gobernadores en Casa Rosada. El tema ineludible de ese cónclave fue el reclamo de los gobernadores por el impacto que tuvo la modificación del impuesto a las Ganancias en las arcas provinciales a partir de la caída de la coparticipación. Allí, según pudo reconstruir entonces LA NACION, el jefe de Estado les propuso a los mandatarios revertir la rebaja del impuesto que pesa sobre el salario de forma “temporaria” y “para atravesar el peor momento de la crisis”.
Esa iniciativa presidencial no fue bien recibida por el grupo de ocho gobernadores peronistas, que durante la tarde de aquella jornada emitieron un comunicado conjunto reclamando que la compensación se haga por la vía del impuesto al cheque.
“Propuso dar marcha atrás provisoriamente y volver a revisarlo con el siguiente Presupuesto”, dijo entonces un alto funcionario nacional. Así, el Presidente buscó compartir con los gobernadores el costo político de dar un giro de 180º con la ley de ganancias que él había votado afirmativamente en la campaña electoral. “Javier no lo quiere hacer, pero es un pedido de las provincias”, apuntaron en Casa Rosada.
Por aquellos días el Presidente también le pidió a los mandatarios provinciales que adicionalmente lo acompañen con los proyectos del ley que enviaría tras convocar a sesiones extraordinarias, en referencia a la ley ómnibus, que aún no había sido presentada, en procura de destrabar con esos votos aliados sus proyectos centrales para el futuro de su administración, lo que finalmente termina sucediendo por estas horas en un marco de idas y vueltas por detalles finales.
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