El Gobierno descarta volver a un cierre total y espera la aprobación del DNU en el Congreso

Aliviado por la ostensible baja de contagios verificada esta semana en la zona metropolitana, y mientras espera la aprobación en el Congreso del DNU que da marco general a las restricciones en pandemia, el gobierno de Alberto Fernández se prepara para renovar, sin cambios, las actuales limitaciones a la circulación en el combate a la segunda ola de coronavirus.

“Los casos bajaron. Por ahora continúa todo igual, pero depende de cómo sigan los contagios y la vacunación, que está muy acelerada”, coincidieron cerca del Presidente y también desde la gobernación bonaerense que encabeza Axel Kicillof. Descartado un nuevo “lock down” de nueve días de cierre total, como el que rigió entre el 22 y el 31 de mayo pasados, la duda hoy es si el próximo fin de semana retornarán medidas más duras, análogas a las de este sábado y domingo.

“Vamos a continuar con las medidas de semáforo epidemiológico”, afirmó el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, en declaraciones reproducidas por la agencia Télam. El funcionario también defendió la aprobación parlamentaria de los “parámetros objetivos epidemiológicos y sanitarios” generales, ya con el visto bueno del Senado y pendiente de discusión en la Cámara de Diputados. En nombre del jefe del bloque kirchnerista que encabeza Máximo Kirchner, la diputada Cecilia Moreau encabeza las negociaciones con bloques de la oposición, aunque la posibilidad de tener aprobado el proyecto antes del viernes parece casi imposible. Al tanto de estas dificultades, en Balcarce 50 la esperanza se combina con cierto escepticisimo.

Cumplimiento

“La oposición no va a votar algo que no piensa cumplir”, afirmaron fuentes oficiales en relación a la apertura de escuelas de la ciudad de Buenos Aires que lleva adelante Horacio Rodríguez Larreta, a pesar de la prohibición de las clases presenciales dispuesta en el DNU vigente, que también establece que los distritos en alarma epidemiológica deben cerrar sus comercios a las 19, prohíbe la circulación luego de las 20 y fija las clases en modo virtual en los tres niveles. También Mendoza y Córdoba desoyeron el decreto presidencial, aunque esta última debió rectificar sus pasos luego del aumento geométrico de los contagios y las internaciones.

En el mismo sentido esperanzador, el secretario de Calidad del Ministerio de Salud, Arnaldo Medina, aseguró ayer que “se ve una luz al final del túnel” y que “las restricciones han tenido efecto” porque “se está viendo una especie de amesetamiento de los contagios”, según afirmó el funcionario a AM750.

“Las medidas siguen hasta el 11 de junio, tal como estamos ahora con este semáforo epidemiológico. Y luego esperando que Diputados termine de discutir, de debatir, y si tiene que hacerle correcciones al proyecto de ley que hemos enviado que ya tiene media sanción del Senado. Si ese proyecto se aprueba ya continuamos con lo que va a marcar la ley como estrategia sanitaria”, aseguró Cafiero.

Razones sanitarias y económicas se combinan en la visión del oficialismo, que intentará evitar de cualquier modo regresar a una fase 1 morigerada, como la que rigiera a fines del mes pasado. “Estamos asistiendo a gastronómicos, el turismo y otros sectores afectados”, reiteraron desde un despacho oficial, aunque la idea del Gobierno será permitir la actividad durante la semana para evitar mayores erogaciones y no tensar aún más a una sociedad “cansada” por más de 14 meses de restricciones.

“Hay que ver los números de esta semana”, se atajan cerca del Presidente, reacios a definir si el próximo fin de semana se retornará a medidas más duras. La llegada de vacunas –mañana arriba otro avión de Aerolíneas Argentinas con más dosis de Sputnik V– alimenta los planes del Gobierno.

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