El Gobierno descarta una negociación con Maduro, pero mantiene canales abiertos para liberar al gendarme detenido en Venezuela

Nueve días después de la detención y captura del gendarme Nahuel Gallo en territorio venezolano, el gobierno de Javier Milei sostiene la decisión de no negociar, de forma directa, su liberación con el régimen de Nicolás Maduro, que ayer reconoció que retiene al gendarme en un sitio, por el momento, desconocido.

De todos modos, el canciller Gerardo Werthein y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, siguen agotando las instancias diplomáticas con países que podrían mediar: Colombia, Brasil y Francia, entre otras vías. En Balcarce 50 son pesimistas. “No creemos que ni esos países, ni Naciones Unidas, ni la OEA, puedan lograr algo. Nos están chantajeando para que reconozcamos el resultado de las elecciones, dónde hicieron fraude”, reflexionaba un funcionario cercano al Presidente.

De todos modos, según pudo saber LA NACION, las conversaciones siguen. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tiene acordada para hoy un encuentro con Maduro en la frontera que separa a ambos países, y allí hay cifradas esperanzas de alguna señal. También según fuentes irreprochables, Werthein también conversó en las últimas horas con su par de Brasil, Mauro Vieira, quien prometió colaborar en la medida de sus posibilidades con este caso y también con la situación de los seis opositores asilados desde marzo en la residencia argentina en Caracas, hoy bajo bandera brasileña.

Tanto el canciller Werthein como el portavoz Manuel Adorni cuestionaron en la mañana del martes duramente al chavismo, que ayer, en la voz de su número 2, Diosdado Cabello, confirmó que retiene al miembro de la fuerza de seguridad, que cruzó la frontera entre Colombia y Venezuela para visitar a su esposa e hijo. El hombre fuerte del régimen bolivariano acusó a Gallo de estar “cumpliendo una misión” en territorio venezolano y de “viajar por el mundo” con objetivos inconfesables. “Les dolió”, desafió Cabello al gobierno de Milei, y tildó de “fascista” a Bullrich, quien también le respondió en duros términos.

“Estamos haciendo todos los esfuerzos dentro de un esquema de dictadura, como es la venezolana, para que se solucione lo más rápido posible. Sabemos que hay una vida en riesgo y en juego”, afirmó el portavoz Adorni en su conferencia de prensa en Casa Rosada.

“Se lo llevaron sin ninguna razón, lo tienen en un lugar que no dicen en dónde es, no se lo puede visitar… Que terminen con la vigilancia y el terror psicológico de los asilados, y hagan la voluntad de los venezolanos que ya se expidieron en las urnas”, dijo Werthein a radio Mitre, en renovada crítica al proceso electoral que diera el triunfo y la reelección a Maduro. Proceso cuestionado por la oposición venezolana y buena parte de la comunidad internacional.

“Liberá a Nahuel Gallo o atenete a las consecuencias. Sos el lacayo de una dictadura criminal y cobarde. Secuestrar a un gendarme argentino no te hace fuerte, te muestra desesperado. La Argentina no se somete a tiranos. Cada minuto que lo retenés, quedás más expuesto como el opresor miserable que sos. La libertad nunca se arrodilla ante dictadores”, le contestó Bullrich a Cabello a través de las redes sociales. Consultado por esa frase durante la conferencia, Adorni precisó que las consecuencias a las que se refirió la ministra eran “diplomáticas”, y reiteró que “hay una vida en juego”, que obligaba a ser cautos con la difusión de las tratativas. “Todas estas violaciones a los derechos humanos y civiles las va a tener que tomar en cuenta la Justicia”, coincidió Werthein. El canciller también afirmó que “Cabello falta a la verdad cuando dice que (Gallo) ‘viaja por todo el mundo’. Trabaja en el paso de Uspallata (en Mendoza) y cruza al Cristo Redentor, en Chile. Esos son todos los viajes por el mundo que hizo”, retrucó el canciller.

Fuera de micrófono, funcionarios cercanos a Milei descartaban cualquier contacto directo con el régimen de Maduro, y aprovechaban para cuestionar el histórico vínculo entre el chavismo y el kirchnerismo. “No tenemos el teléfono de Maduro, Cristina Kirchner sí lo tiene. ¿Por qué no lo llama? Es un ciudadano argentino”, ironizaba un funcionario, haciendo hincapié en la falta de condena a la detención ordenada desde Caracas, y a las fluidas relaciones entre el fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor, Maduro, con los sucesivos gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, más el de Alberto Fernández.

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