El Gobierno dejó de enviar alimentos a los comedores y pasará a un sistema de asignación de fondos por tarjeta
El ministerio de Capital Humano confirmó que se implementará un sistema de “transferencia monetaria” directa a los centros comunitarios; los comedores no reciben mercadería desde diciembre
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En medio de una semana caliente por el reclamo de alimentos de las organizaciones sociales al oficialismo, el Gobierno anunció un cambio en el sistema de asistencia a los comedores sociales. Como anticipó LA NACION, dejarán de recibir alimentos para pasar a administrar sus propias compras con una tarjeta en la cual recibirán una “transferencia monetaria” directa.
El nuevo esquema de “reparto”, aseguran, hará más trasparente la asistencia y permitirá hacer una seguimiento “más integral” de quienes asisten a los comedores. No obstante, los tiempos de su implementación todavía no están definidos. Los comedores dejaron de recibir alimentos del Estado en diciembre y, en medio de la escalada de precios, cada día que pase hasta que opere el nuevo sistema agravará la situación de miles de familias que dependen de los comedores.
El cambio de sistema, una de las alternativas que se evaluaba puertas adentro y que fue oficializada a través de un comunicado difundido por el ministerio de Capital Humano, va en línea con una de las principales metas de la cartera que conduce Sandra Pettovello: recortar el poder de fuego de las organizaciones sociales, administradoras de buena parte de los comedores que se reparten en el país. Es que, según entienden en el Gobierno, la tarjeta, que se entregará a los comedores directamente -no a las organizaciones-, termina con parte de la “intermediación” que realizan las organizaciones sociales.
“Se dio de baja el sistema de entrega discrecional de alimentos secos para implementar la modalidad de transferencia monetaria directa a los comedores y asociaciones sin intermediación. Queremos terminar con los gerentes de la pobreza”, dice el texto difundido este martes.
“Con esta nueva modalidad, los comedores podrán comprar alimentos secos pero también frescos (carne, verdura, huevo, leche, fruta). Así, se garantiza una mejor nutrición en los niños y se logra transparencia en la transferencia y control de cuentas ya que los comedores deberán rendir sus gastos”, se lee en el comunicado. La poca variedad en los alimentos y la gran cantidad de productos “secos” que reciben, en detrimento de las verduras y las proteínas, es uno de los reclamos más recurrentes en los comedores comunitarios. En ese sentido, en el ministerio entienden que la iniciativa abre el juego para que los comedores, sobre la base de sus propias necesidades, decidan cómo volcar los recursos recibidos.
Además, el nuevo sistema permitirá llevar -afirman- un seguimiento de todos los gastos y compras que se realicen. Para recibir la asistencia, los comedores deberán ingresar en un registro -muchos de ellos ya están registrados- para luego ser sometidos a una auditoría “presencial” la cual, aseguran, ya está en curso. “No van a recibir más alimentos”, enfatizan
Como resultado de este relevamiento, el ministerio pasaría a tener una nómina con los nombres de todas las personas que asisten regularmente a cada uno de los centros comunitarios. “La idea es saber que existen y conocer cómo es la infraestructura con la que cuentan [los comedores] para recibir a determinada cantidad de personas y poder contar con una mirada más integral”, señalan fuentes del ministerio.
Semana caliente
La iniciativa llega en una semana marcada por el conflicto entre las organizaciones sociales y el oficialismo. Para este jueves, por caso, Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa y el Movimiento Evita, ante la demora en la entrega y la falta de respuestas concretas, decidieron redoblar la presión y marchar hacia la puerta de supermercados para reclamar por donaciones de alimentos.
“Con la red de comedores nucleados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) nos movilizaremos el día jueves a las puertas de los supermercados para entregar un petitorio y solicitud de alimentos frente a la gravísima situación que se está viviendo en las barriadas y diferentes lugares de asistencia alimentaria”, se indica en el comunicado. Los pedidos de donaciones alcanzarán a grandes supermercados distribuidos en puntos clave, como Tres de Febrero, La Matanza, Quilmes y La Plata, entre otras localidades. Fuentes de la industria ya han advertido que no suelen ceder ante los reclamos y que la convocatoria tiene un “tinte político”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió al tema antes de dar inicio a la ronda de preguntas en su habitual conferencia de prensa. Aparte de informar sobre un plan de reducción de gastos en el ministerio mencionado, el portavoz aludió a la movilización y sostuvo que estaban buscando “transparentar” el viejo esquema de reparto con el que guardan “incompatibilidades”.
Además, anticipó que llevaría “unos días más”, pero que habría una respuesta “innovadora” frente al problema. “Transparentar el esquema de ayuda a los comedores. Evitando cualquier tipo de intermediación. Evitando la compra directa, que todos saben que esto presupone algún tipo de manejo no debido en la compra de alimentos. En este proceso no nos van a detener y vamos a hacer que la ayuda en todos los ámbitos incluido la de los comedores, le llegue a quien le tengo que llamar”, indicó Adorni.
La medida ya genera rechazo en algunas organizaciones sociales. “Primero es reconocer que fue una decisión política y no que había un problema con las licitaciones, como dijeron”, señala Silvia Saravia, referente de Libres del Sur. Sucede que una de las respuestas que los referentes sociales recibían en las reuniones con los funcionarios del ministerio es que había problemas con los tiempos en los pagos del Estado y, en un contexto de alta inflación, muchas de las empresas preferían no vender.
“Cuando hablan de eliminar la intermediación, en realidad todas las transferencias que se hagan de dinero, requieren de una intermediación de personas o asociaciones. Hay un problema con hacer bandera de eso. Lo que hay que hacer es transparentar la política pública y dejar de mentir”, dijo a este medio Saravia.
Por su parte, el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, que encabezará mañana una movilización hacia el Congreso en rechazo de la ley ómnibus, también arremetió contra la medida: “Es una locura porque cargan con las responsabilidades de las compras a las personas que están a cargo de los comedores. Es una responsabilidad del Estado”.
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