El gobierno de Vidal apunta a la cobertura política de los prófugos
Sospecha que los hermanos Lanatta y Schillaci reciben protección, y las dudas se extienden a sectores de la policía; buscan explicar así el hecho de que sigan libres; Ritondo vinculó a Aníbal Fernández
LA PLATA.- El gobierno de María Eugenia Vidal expuso ayer sus sospechas sobre una posible cobertura política y policial de los prófugos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, que el domingo pasado se escaparon de la cárcel de General Alvear y aún no pudieron ser recapturados. El primero que habló, por la mañana, fue el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, que volvió a ubicar al ex jefe de gabinete kirchnerista, Aníbal Fernández, en el centro de las sospechas con una clara alusión: "Está involucrado con todo lo que tiene que ver con el submundo de Quilmes".
Por su parte, el ministro de Gobierno y mano derecha de Vidal, Federico Salvai, dijo a LA NACION que se había reforzado el operativo policial con fuerzas federales "para salvar fallas internas". Es que, afirmó, "hay dudas sobre el accionar de la policía, además de las que ya se plantearon sobre el servicio penitenciario". Pero enseguida aclaró: "Hasta ahora hay dudas, no certezas. Tenemos que concentrarnos en la investigación".
El titular de la cartera de Seguridad, precisó que los refuerzos llegaron desde la Gendarmería Nacional, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal. Y consideró que los criminales siguen libres porque "son mafia y se mueven en un lugar donde esta mafia está desarrollada, donde tienen muchos contactos y muchos favores y se entremezcla mucho la política". Y volvió a disparar contra Fernández: "La verdad es que donde uno toca hay una foto o está la vinculación con él".
En efecto, ayer circuló una foto que muestra al ex candidato a gobernador bonaerense por el FPV abrazado con Marcelo Melnyk, alias "El Faraón", que estaba inscripto en la lista de personas autorizadas para visitar a los asesinos, cuando estaban presos. Este hombre está detenido desde el martes, cuando la policía allanó su quinta de 2000 metros cuadrados en Florencio Varela y encontró gran cantidad de dinero en efectivo y una camioneta Dodge Ram, que fue sometida a peritajes para determinar si fue usada por los autores del triple crimen de General Rodríguez, en agosto de 2008. Llegaron a esa propiedad porque allí se habían activado, el domingo pasado, el teléfono celular de Martín Lanatta. Melnyk, sospechan los investigadores, proveyó a los asesinos de armas, dinero y un vehículo.
Aníbal Fernández se justificó al decir que "todos nos hemos sacado decenas de miles de fotos" (ver aparte). Y disparó contra el ministro de Seguridad: "Es tan preciso el operativo de Ritondo que ni siquiera custodia los domicilios de los familiares de los asesinos".
La búsqueda
Ritondo y los investigadores también se preguntan cómo no había policías en la casa de los familiares, dijeron fuentes del gobierno y de la justicia. Anteayer, el fiscal Cristian Citterio ordenó allanamientos en las casas de la ex suegra y la ex mujer de Lanatta. Los funcionarios del ministerio de Seguridad y de la justicia desconfían de un alto investigador policial que está trabajando en el caso y que se desempeñó "como jefe de calle en Quilmes en la época en que Aníbal Fernández estaba más metido en el territorio", dijo una fuente judicial.
Ayer, Vidal reunió en La Matanza a su equipo de seguridad con los jefes de todas las fuerzas federales y provinciales para analizar los próximos pasos del operativo. También participaron la ministra Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, además de Salvai.
"Estamos haciendo todo lo que hay que hacer para dar con los delincuentes -dijo Ritondo-. Hay una zona delimitada en la que se encuentran, sabemos en qué zona se mueven. Pudimos seguir el rastro en Ranchos y tenemos filmada e identificada la camioneta donde se movían, que luego fue quemada. Cercados los teníamos, los teníamos localizados, los teníamos en zona, los visualizábamos desde distintas cámaras."
Pero no los atraparon, dicen en el Gobierno, por la ayuda que reciben de un sector de la política, de la policía y del narcotráfico. Un investigador judicial dijo a LA NACION que teme filtraciones por parte de la policía, incluso sospecha que podría haber pistas falsas que volvieron a ubicar a los asesinos en la zona sur del conurbano. De hecho, el fiscal de Brandsen Mariano Sibuet y un grupo de funcionarios judiciales y policiales continuaban buscando pistas en la zona de General Lavalle, donde los prófugos también tendrían contactos políticos.
"Solían ir a cazar a dos cotos que están entre la ruta 11 y la 56 y también visitaban el campo de la hija del ex senador Osvaldo Goicoechea, que está sobre la ruta 11. Por ahí pasa el río Ajó, que desemboca por en el en límite entre el Río de la Plata y el mar", contó la fuente. La hija del ex legislador, Marina Goicoechea, es contadora y habría iniciado una gestión para inscribir a una empresa de Martín Lanatta, Elvesta Argentina SA, que, al parecer, pretendía importar efedrina.
Mientras el Gobierno y la Justicia investigan las conexiones de estos criminales con la política, la policía y el narcotráfico, el abogado de los hermanos Lanatta, Darío Mazzocchini, soltó otra opinión; dijo que "hay mucho folklore"; que aunque en un momento la tuvieron, ahora "no tienen logística" como para mantenerse en la clandestinidad, que "tienen que entregarse y preservar sus vidas porque están jugados al límite".
Denuncias y dudas
Cerca de Vidal sugirieron complicidad política y policial
Cristian ritondo
Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires
"[Aníbal Fernández] está involucrado con todo lo que tiene que ver con el submundo de Quilmes"
Federico Salvai
Ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires
"[Se reforzó el operativo] para salvar fallas internas. Hay dudas sobre el accionar de la policía, además de las que hay sobre el servicio penitenciario. Hasta ahora hay dudas, no certezas."
Sigue grave el policía baleado
- Fernando Pengsawath, uno de los dos policías baleados por los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci en un control cerca de la localidad bonaerense de Ranchos, continuaba ayer en "estado crítico" y con "pronóstico reservado", según el último parte médico de la clínica Fitz Roy, en el barrio porteño de Villa Crespo, donde el oficial está internado.
- Según informó ayer el subdirector de la clínica, Marcelo Schieber, el agente, de 22 años, "presentó una pequeña evolución favorable", lo que renovó algunas esperanzas. Sin embargo, el médico advirtió que el paciente, que recibió un disparo en el abdomen permanece "en terapia intensiva bajo sedación farmacológica y con asistencia respiratoria mecánica".
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