El gobierno de Axel Kicillof busca revivir la reforma del sistema de salud que pidió Cristina Kirchner: “Estamos apurados”
El ministro de salud bonaerense pidió aprovechar el momento en el que está el apoyo del “gobernador y la vicepresidenta”
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LA NACION
El gobierno de Axel Kicillof dejó en claro este viernes que buscará avanzar en el plan de Cristina Kirchner para reformar el sistema de salud, una vieja iniciativa que despierta resquemores en distintos sectores. “Estamos apurados”, dijo el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
El titular de la cartera sanitaria bonaerense blanqueó la iniciativa en el marco del “Congreso Provincial de Salud” que se realizó en Mar del Plata, y que llevó como título un nombre alusivo a la propuesta: “Hacia un sistema integrado de salud”.
“Es el tiempo de transformar las cosas y estamos apurados porque es ahora, que tenemos al gobernador, que tenemos a la vicepresidenta”, afirmó Kreplak en el escenario del hotel NH, acompañado por Kicillof y su antecesor en el cargo, el diputado Daniel Gollan.
Kreplak aludió, de esta forma, al plan que la expresidenta planteó en medio de la pandemia de coronavirus, cuando pidió “repensar” el sistema de salud. La expresidenta abonó entonces la idea de un “sistema integrado” entre “los tres subsistemas: público, obras sociales y privado o prepagas”.
Kreplak remarcó este viernes la importancia que Cristina Kirchner le asigna a la cuestión y señaló que ella les solicitó avanzar. “Nos pide que hagamos el Sistema Nacional Integrado de Salud”, manifestó, al tiempo que consignó que la Provincia tiene “la responsabilidad de llevarlo adelante”.
El ministro provincial recordó que Juan Domingo Perón “intentó resolver” la fragmentación del sistema de salud en su última presidencia en los años 70. “Fue una de las cosas que se destruyeron en la dictadura, el sueño de volver a juntar la seguridad social, que los sindicatos representan, con el sector público para poder garantizar que el derecho a la salud sea equitativo”, manifestó.
Kreplak señaló que Cristina Kirchner retoma ese discusión y plantea la necesidad de llevarla adelante. “En la pandemia, aún sin marco normativo, con la decisión política, hemos logrado juntar a la seguridad social al sector público”, expresó.
El funcionario de Axel Kicillof consignó que se logró “dar equidad en salud en este tiempo tan terrible”. “Entonces ahora nos toca la responsabilidad a nosotros de llevar adelante la transformación”, añadió.
“Después de dos años muy difíciles por la pandemia, no hay tiempo para descansar porque llegó la hora de transformar: necesitamos un sistema nacional integrado de salud y es nuestra responsabilidad impulsar ese proyecto hacia adelante”, sostuvo.
El ministro de Salud enfatizó que el sistema de salud, junto al educativo, es “una de las principales herramientas que tiene la sociedad para darle el paraguas a esa población que necesita ser escuchada, comprendida y cuidada de una manera especial”.
El funcionario provincial se mostró confiado en que habrá una ley, pero más allá de la discusión legislativa, llamó a construir un movimiento sanitario que permita transformar las cosas”.
Presente en el encuentro, Daniel Gollan, exministro de Salud bonaerense y actual diputado nacional, se comprometió a llevar el debate al Congreso de y dijo que “la ley del sistema integrado de salud va a ser una realidad”.
“Nos comprometemos a presentar un proyecto de ley para definitivamente empezar a reencauzar este sistema de salud desestructurado e ineficiente, con objeto de avanzar hacia uno mucho más racional, humano e integral”, expresó.
El plan de Cristina Kirchner
En 2021, la propuesta de reformar el sistema de salud, que había deslizado Cristina Kirchner había generado controversias internas, incluso dentro del Frente Todos. Entonces se conoció un paper llamado “Ejes centrales para un programa de salud 2020-2024″.
Entre algunos de los lineamientos, la iniciativa promueve una reestructuración del sistema a través de una ley nacional y el surgimiento de un sistema integrado.
De esta manera, proyecta que una misma autoridad pueda tener injerencia en el Ministerio de Salud como en el PAMI, la ANMAT o la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS), que es el ente que debería controlar a las obras sociales.
Uno de los puntos que más escozor generó entre los directivos de las obras sociales sindicales tiene que ver con la recaudación.
Temen perder el dinero que se atesora en el Fondo Solidario de Redistribución (FSR), una caja que se alimenta del aporte obligatorio que se les retiene a los trabajadores de sus respectivos salarios.
Además, la iniciativa plantea la intervención del Estado en los precios de los medicamentos y en determinadas prestaciones.
LA NACION
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