El Gobierno espera iniciar hoy el diálogo sobre salarios y precios con los gremios y los empresarios
Alberto Fernández recibía esta tarde a empresarios y gremialistas a un primer encuentro multisectorial en la Casa Rosada. La foto de todos los sectores sentados a una misma mesa será hoy un gesto en sí mismo para que el Gobierno exhiba espaldas anchas de cara a la negociación de la deuda con el FMI y los demás acreedores. Marcará, además, un primer mojón para el consejo económico y social que espera institucionalizar la Casa Rosada.
Los primeros gremialistas en llegar a la reunión fueron Antonio Caló, Gerardo Martínez, Armando Cavalieri, Hugo Moyano, Omar Viviani y Hugo Yasky. Mientras que el primer representante del empresariado en llegar fue Miguel Acevedo.
El Gobierno espera poder dar el primer puntapié para la conversación sobre la pauta de los salarios y los precios, aunque la convocatoria estará en principio focalizada en firmar un documento conjunto que contenga el trazo grueso de un "compromiso argentino de solidaridad".
Así lo deslizó el propio presidente Alberto Fernández durante una entrevista que emitió anoche la señal TN, en donde expresó su intención de introducir el tema del aumento salarial para el sector privado en su diálogo con la CGT y las cámaras empresarias. Consultado por el aumento que podría disponer el Gobierno por decreto para el sector privado (bajo el paraguas de la nueva ley de emergencia) el Presidente respondió: "Eso lo vamos a conversar en la mesa. Lo que les pido es responsabilidad a todos, a los empresarios y a los que trabajan. La ley de emergencia es parar la pelota para hacer este juego de otra manera y poner equilibrio en las cuentas del fisco y en las cuentas sociales".
Ayer, las centrales gremiales y las cámaras empresarias que fueron convocadas a la Casa Rosada eras escépticas respecto a la posibilidad de que hoy se avance de forma concreta en materia salarial.
En los próximos días, sin embargo, el Gobierno podría marcar una pauta al fijar por decreto una suma fija para los trabajadores privados a cuenta de las paritarias del año próximo. Tal como publicó LA NACION, se evalúa un piso mínimo que podría estar entre los $5000 y los $8000. Los gremios estatales, en tanto, esperaban discutir en las próximas horas una bonificación especial para su sector (por encima de los aumentos previstos del 5% para enero y del 5% para febrero), que podría estar entre los $5000 y los $9000.
Gesto y borrador
El secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, cursó ayer por la tarde las invitaciones a la reunión que encabezará el Presidente. Fueron convocados a la Casa Rosada la CGT, las dos CTA, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y los movimientos sociales.
El Presidente ya conversó con esos sectores en sucesivas reuniones mano a mano durante sus primeros quince días de gestión. Pero ahora busca sentarlos a todos juntos en una misma mesa.
Un borrador del documento titulado "Compromiso Argentino de Solidaridad" que circuló en las cámaras empresarias y las centrales gremiales aludió a un "compromiso patriótico solidario". Mencionó "la obligación moral de poner el pan en la mesa de todas las familias" y a la "prioridad de la resolución sustentable de la deuda pública".
La primera versión del texto, que leyeron en las últimas horas sindicalistas y empresarios, mencionaba el "efecto devastador de la inflación" y pedía responsabilidad tanto para marcar la pauta salarial, que deberá ser negociada sector por sector. "El reordenamiento fiscal y monetario que el Estado se ha comprometido a llevar adelante se debe ver reforzado en su efectividad con el concurso de conductas sectoriales responsables, en especial de los formadores de precios y los eslabones más rentables de las cadenas de distribución", manifiesta el texto, que agrega que "en paralelo" los privados y el Gobierno deberán trabajar "en el tratamiento de un conjunto de propuestas sectoriales".
A la mesa fueron convocados también los representantes de la Mesa de Enlace. El sector emitió un comunicado en el que se mostró de acuerdo en la necesidad de avanzar en el diálogo multisectorial, pero declinó de la invitación por considerar que no se respetaron "los naturales tiempos institucionales". El campo fue el primero en manifestarse en contra del rumbo económico que tomó el Gobierno y que se inició con el aumento de las retenciones del 30 al 33% para la soja y del 12 al 15 por ciento para productos como el trigo y el maíz.
Según señalaron fuentes oficiales, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, terminaba en las últimas horas de ajustar documento, de tres carillas, que se pondrá sobre la mesa en la reunión de hoy. Según señalaron a este medio algunos de los convocados, se espera que el texto embandere a los distintos sectores detrás la lucha contra el hambre y de la necesidad de que la economía crezca para afrontar la deuda pública. Son los dos lemas que viene sosteniendo el Gobierno para justificar la declaración de la emergencia.
Más allá del documento que puedan suscribir en el marco de la reunión, la gestualidad del encuentro oficiará de apoyo a las medidas de emergencia de cara a la negociación de la deuda con el FMI y los bonistas. "Podremos mostrarle a los acreedores que tenemos el aval de empresarios y sindicatos, que el país está en crisis y que necesitamos plazos y condiciones para negociar", señaló una fuente oficial al tanto de la reunión.
Desde la CGT manifestaron en diálogo con LA NACION: "Es un apoyo multisectorial a las políticas de emergencia. Tiene que ver con exhibir el compromiso que asume la Argentina como país de afrontar los pagos de deuda pero diciendo que ante esta situación de crisis necesitamos pagar de una manera que nos permita generar desarrollo". Y agregaron: "Los sectores estamos diciendo que comprometemos a hacer todo lo necesario para enfrentar todos esos desafíos".
Un dirigente empresario de una de las cámaras convocadas dijo a este medio: "Es un primer paso para buscar acuerdos básicos que vayan escalonando en el camino a consolidar un consejo económico y social. Hay que articular la deuda social, con la necesidad que tiene la Argentina de crecer y con las obligaciones en materia de deuda financiera". Y agregó: "Estas conversaciones ayudan a desinflar las expectativas inflacionarias. Y hacia afuera tienen el doble sentido de decir que la Argentina va a pagar la deuda pero que primero necesita tener las condiciones para hacerlo.
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