El Gobierno confía en que algunas variables claves se estabilizarán
La suba acelerada del dólar en combinación con una inflación en espiral ascendente impactó en las proyecciones: el Gobierno ya trabaja con una inflación anual proyectada del 35%, el dólar -que ayer volvió a escalar a un nuevo récord- se encuentra a un valor "razonable" y, por la incertidumbre política, la volatilidad se mantendrá hasta la elección.
La cruda descripción, que pertenece a uno de los responsables de la botonera económica, también tiene algunos datos alentadores para los habitantes de la Casa Rosada: la inminente llegada de los dólares del Fondo Monetario Internacional ( FMI ), prevista para el 12 del mes próximo, más las divisas que ingresen por la cosecha, serán más que suficientes para encarar lo que resta del año, se entusiasman en el Palacio de Hacienda.
Eso, sumado a las paritarias que, según creen en el Gobierno, recuperarán parte del salario que los trabajadores perdieron en 2018, será suficiente para recrear un estado de leve mejoría que le permitirá a Cambiemos encarar el tramo final de la campaña con mayor tranquilidad.
"Está difícil, pero el contexto de octubre no será el de ahora", aseguraron fuentes oficiales.
Un dato importante de las últimas horas fue la oferta que realizó el gobierno bonaerense a los docentes. En la tercera ronda, María Eugenia Vidal les propuso pagar este año un aumento equivalente a la inflación y, además, un 15,6% en concepto de recuperación por la pérdida del año pasado. Así, en el año electoral, cumplió con el reclamo de los gremios.
Es un gesto para el resto, aunque no todos tendrán la misma fortuna, anticiparon cerca del presidente Mauricio Macri . Los estatales, por ejemplo, tendrán una recomposición de su salario, pero no será similar al que Vidal les ofreció a los docentes bonaerenses. Para los privados no hay techo ni piso, aseguraron fuentes oficiales.
Si bien los efectos de la crisis económica hoy se sienten con fuerza, sobre todo en la suba de precios en los alimentos, en el Gobierno insisten en que la recesión "terminó, pero tardará en notarse". Y ratificaron que no habrá más ajuste que el ya anunciado.
El Gobierno confía en que las paritarias actuarán como un resorte: después de la caída del salario real, que en algunos casos llegó al 15%, en los próximos meses los salarios recompondrán la capacidad de compra de principios del último año.
"Vamos a estar mejor que ahora, pero un poco peor que el año pasado. Pero lo que va a importar en la elección es la economía real y ahí vamos a estar mejor", se sinceró uno de los hombres de consulta del Presidente.
La batalla electoral también impacta con fuerza en la frágil economía doméstica. En ese sentido, el presidente Mauricio Macri sostuvo que "es la primera vez que estamos haciendo las cosas en serio, convencidos de que este es el camino" y sostuvo que "volver para atrás sería una catástrofe para la Argentina". Atrás, en boca del Presidente significa el regreso de Cristina Kirchner .
Y agregó: "Tenemos que confirmarle al mundo que no vamos a volver atrás, que estos 70 años fueron un aprendizaje y que los últimos 12 años del gobierno anterior fueron el final de un proceso de entender que no existe futuro en el populismo".
Contra el pasado
Esa incógnita hizo que todos los potenciales inversores, locales y extranjeros, suspendieran sus planes nuevos en el país, según admitieron en la Casa Rosada y algunos de los principales empresarios del país.
"No hay ningún tipo de magia, es la primera vez en décadas que la Argentina entró en una crisis con unas reglas y sale de ella con las mismas reglas. Lamentablemente, 70 años no se corrigen en tres", dijo ayer el Presidente en dos entrevistas radiales.
Pero el malestar social no se traduce en una caída de la imagen presidencial. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, repite en privado que en el peor momento de la crisis el respaldo que tiene Macri llega al 35%. "Estamos bien", repite como un mantra el ministro coordinador a todos los que llegan hasta su oficina en el primer piso de la Casa de Gobierno, en busca de una palabra de aliento para encarar la complicada campaña electoral.
También volvió la tranquilidad en la ciudad. Horacio Rodríguez Larreta, recuperó el terreno que había cedido en las últimas semanas, mientras que Vidal se estabilizó en la provincia. Pese a lo que se dice, Peña, Vidal y Rodríguez Larreta están más conectados que nunca, según confiaron testigos de esos intercambios. Hablan y chatean varias veces por día. Por la campaña y la crisis económica dejaron la resolución de las diferencias para más adelante. Ahora, el objetivo es uno: que gane Cambiemos en los tres distritos.
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