El Gobierno cambia el libreto e inaugura un raid de anuncios: deuda, medidas económicas y seguridad
La necesidad de refrescar la gestión, de abandonar la estética pandémica y de hacer anuncios que apunten a la reactivación volvió a presentar el dilema en Olivos. Los profesionales que velan por la salud de Alberto Fernández venían siendo muy estrictos con el aislamiento del jefe de Estado, por una expansión de los contagios que alcanzó a la dirigencia política.
Fernández lo conversó directamente con Federico Saavedra, el titular de la Unidad Médica Presidencial. Le pidió permiso para viajar el viernes a Santa Fe para firmar el acuerdo de la hidrovía Paraguay-Paraná. El médico habilitó que abandonara el aislamiento, aunque insistió sobre los cuidados en el trato interpersonal, recaudos varias veces olvidados por el Presidente.
Sin perder de vista la cuestión sanitaria, el Gobierno planificó una seguidilla de anuncios de gestión de alto voltaje para la semana entrante. Una agenda que pretende cambiarle el rostro a la comunicación oficial y que apuntará a la reactivación económica y a la seguridad. Todo mientras la reforma judicial, que sembró un terreno de discordia, parece entrar en un paréntesis en Diputados. Según imaginan los colaboradores de Fernández, algunos actos se harán fuera de Olivos, un ámbito que ya quedó ligado al coronavirus.
Aunque la agenda oficial tiene un alto grado de improvisación, los colaboradores oficiales dan por seguro que el lunes, en la Casa Rosada, habrá un acto importante para oficializar el cierre del acuerdo con los acreedores de la deuda. Será la oportunidad para que el Presidente saque pecho por haber evitado el default. En el Gobierno creen que el anuncio que se hizo a principios de agosto, cuando se acordó con los fondos más duros, tuvo muy bajo perfil.
Con el cierre de la oferta del canje y una adhesión que, según las fuentes oficiales, fue "muy alto" (algunos pronostican que por encima del 90%) el Gobierno pretende celebrar con "fuegos de artificio". "Vamos a oficializar que no caímos en default y que hubo un buen cierre del canje", dijo un ladero del Presidente a LA NACION.
Al acto ya fueron invitados todos los gobernadores, y el Gobierno espera que un grupo importante de mandatarios pueda viajar a Buenos Aires. Muchos todavía no confirmaron, pero ninguno dijo que no va a estar. El encuentro podría tener lugar en el Museo del Bicentenario, un espacio cerrado en el subsuelo de la Casa Rosada (casi sin ventilación) pero relativamente amplio si hay pocos invitados.
El acto podría funcionar como puntapié, a su vez, para una presentación conceptual de las 60 medidas económicas que elaboró el Gobierno para la reactivación. "Probablemente se marcará el rumbo, no quiere decir que vamos a enumerar una por una las medidas", dijo un funcionario que trabaja desde Olivos.
Aún no está claro que vaya a haber, como trascendió, una gran puesta en escena donde las medidas se presenten en sociedad, todas juntas. Ayer varios funcionarios se reunieron en la quinta presidencial para analizar el tema. Por ahora tomó fuerza la idea de hacer una presentación general en el acto del lunes y luego "sacar el jugo" de las medidas en varios anuncios sectoriales.
Las medidas, de acuerdo a los voceros oficiales, contemplan un estímulo al consumo e incentivos a la producción energética y a la exportación, a pesar de que en Casa Rosada reconocen que no hay una tracción de productos desde el exterior. También habrá proyectos de ley con modificaciones tributarias. No contemplarán reducciones de impuestos sino una mayor carga sobre los mayores contribuyentes. Todo eso estará acompañado de un paquete de medidas regionales que fueron conversadas con los gobernadores.
"Las medidas van a ir saliendo de a poco, más adelante se irán anunciando", dijo a LA NACION un portavoz oficial. Lo de la hidrovía, por ejemplo, forma parte del programa federal. Una enumeración del paquete completo -además de gastar todos los cartuchos de una vez- implica un rosario de promesas de alta exposición a posteridad.
Reactivación y seguridad
En mièrcoles Fernández se conectará con la Unión Industrial Argentina (UIA) por el día de la industria. El jueves hará lo propio con un acto en la planta de Peugeot en El Palomar, para presentar la producción en serie de su nuevo modelo 208, que hasta ahora se fabricaba en Brasil. Todo apuntará a mostrar una mayor reactivación.
El viernes llegaría el turno de la seguridad, un tema que fue ganando terreno en la atención del Presidente. Nación desembolsará 12.000 millones de pesos para auxiliar a la provincia con una inversión en seguridad para el conurbano, dinero que se repartirá entre los intendentes para que sean ellos -y no el ministerio de seguridad bonaerense- los que ejecuten las licitaciones de equipamientos, patrulleros, cámaras de monitoreo y refugios para las paradas de colectivos.
Es un reclamo enérgico que los jefes comunales elevaron a Axel Kicillof. El dinero saldrá del bolsillo de la Nación y tendrá una escala formal en provincia, con una coordinación del gobernador, pero en rigor será administrado por los intendentes que, insisten, son los que "ponen la cara" por los hechos de inseguridad. Para presentarlo, se espera que Fernández "baje al terreno" y se traslade al conurbano, en un acto donde habrá varios intendentes "conectados en simultáneo".
Con un anuncio de medidas sanitarias que se extendió a tres semanas, el Gobierno pretende oxigenar la agenda mientras los contagios exhiben cifras récord. "Alberto es el primero que quiere salir de esto", señaló un colaborador oficial de cara a la "semana recargada" de anuncios. La voluntad de cambiar el foco tendrá un evento simbólico mañana a noche, si el clima acompaña, cuando se presente el lanzamiento de un satélite desde el Cabo Cañaveral.
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