El Gobierno calificó de "política" la reacción de las entidades agrarias y apunta a la "nueva normalidad" en la gestión
Con necesidad de recuperar la iniciativa económica, en el Gobierno consideraron "previsibles" y "políticas" las manifestaciones vertidas por los titulares de las principales entidades agrarias, que hoy calificaron a las medidas oficiales como "una tomada de pelo","un parche" y una "fantochada". El equipo económico de Alberto Fernández ahora espera ver cómo permean los anuncios en las decisiones individuales de los productores y de las grandes exportadoras de granos, aceites y harinas.
Tras lanzar el anzuelo, ningún funcionario se anima a hacer demasiadas previsiones sobre el efecto que tendrán las medidas en la "pesca de dólares". El Gobierno pone su expectativa en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), nueva entidad integrada por más de 40 entidades de la agroindustria, con la que viene cultivando el diálogo en detrimento de la Mesa de Enlace. Un alto funcionario de la Casa Rosada apuntó: "Es momento de exportar harinas y aceites".
Sin embargo, ayer, a la salida de los anuncios en Balcarce 50, José Martins, representante del CAA, dijo que las medidas son "una aspirina en un paciente con fiebre". Lo que espera esa entidad son soluciones de fondo y proyectos de ley para incentivar la exportación de alimentos con valor agregado.
"Lo importante es ayudar al clima económico general. Necesitamos retomar la agenda del trabajo y la producción. (El ministro de Economía, Martín) Guzmán y (el ministro de Desarrollo Productivo, Matías) Kulfas tomaron más volumen", dijo hoy un importante portavoz del Gobierno sobre el anuncio de ayer, que estuvo en manos de los ministros.
El Gobierno necesita mostrar acción frente al escenario económico adverso y la agonía de las reservas. En ese tren, Presidencia hoy difundió fotos de Fernández ingresando a su despacho de la Casa Rosada, una imagen que busca dejar atrás la rutina de la quinta de Olivos que quedó asociada a la pandemia. "Estuvo en casa de gobierno de lunes a viernes. Es un cierre de semana donde se trabajó de punta a punta con una nueva normalidad", destacó un colaborador presidencial.
Expectativas
Ayer, Guzmán no quiso explicitar cuáles son las expectativas del Gobierno a partir del paquete de medidas anunciado para incentivar las exportaciones. Tampoco hoy los asesores de la Casa Rosada querían hablar de números, aunque el ministro de Agricultura, Luis Basterra, dijo en Radio con Vos: "La aspiración nuestra es que se liquiden U$3000 o U$4000 millones".
El anuncio oficial, de bajar temporalmente las retenciones de las soja en un 3% y ofrecer instrumentos financieros, es una medida muy acotada al lado de los reclamos que las entidades agrarias venían haciendo puertas adentro. Fuentes del equipo económico dijeron a LA NACION que en el Gobierno "ya sabían que habría estas reacciones" en la Mesa de Enlace.
"Las entidades lo que quieren es que no haya retenciones. Sabemos que a la Sociedad Rural Argentina (SRA) no la vamos a convencer nunca y que hay un componente político. Pero lo importante es ver qué hacen los productores y exportadores. Se les dio un incentivo para que liquiden, sin forzarlos, y ahora hay que ver qué pasa", dijo un colaborador al tanto de los diálogos del Gobierno con el campo.
Un importante portavoz del equipo económico acotó, en la misma dirección: "Sabíamos que muchas entidades no concurrirían a la Casa Rosada y sabíamos cómo iban a ser las reacciones. Nadie está sorprendido. El Gobierno no podía aceptar las pretensiones y las posturas de lobby de algunos sectores. Veremos como sigue".
Relación con el campo
En el equipo de Fernández apuntan ahora a la "decisión económica individual" de cada productor, que debe definir si liquidar el remanente de la cosecha o no. Según estimaciones del Ministerio de Agricultura, de aproximadamente 50 millones de toneladas de soja que se cosecharon entre abril y mayo, falta comercializar alrededor de un 35%, el equivalente a unos U$7000 millones.
Hoy, Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) dijo que las medidas para el campo son "una tomada de pelo" y agregó que "no hay confianza para liquidar los granos". El presidente de Carbap, Matías de Velazco dijo que los anuncios "son un parche" que "no van a inducir al productor a acelerar las ventas". Y desde la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni acotó que "estar hoy en 33% (de retenciones) y volver a la escala del 33% en tres meses es una fantochada".
En Agricultura, en cambio, había sorpresa por la reacción de la FAA. A diferencia de la baja de retenciones -que corrió por cuenta de Hacienda- el ministro del área, Luis Basterra fue el factótum de las prometidas compensaciones para medianos y pequeños productores, una deuda que se arrastraba desde marzo. Se destinarán hasta $11.550 millones mediante un sistema de segmentación.
Con un clima de mayor aspereza con el campo, en la cartera de Agricultura apuntan a fortalecer el diálogo con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) que se reunirá el 14 de este mes. CRA, Coninagro y FAA están en el CAA, pero no así la SRA. "Que exista el consejo con un gobierno peronista es una muy buena señal, hay que valorar ese diálogo", señalaron cerca de Basterra sobre su nueva alianza.
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