El Gobierno busca retomar la iniciativa ante la tensión social

Después de una semana de fuertes conflictos sociales e indicadores económicos adversos, el presidente Mauricio Macri buscará retomar la iniciativa perdida a manos de gremios, organizaciones sociales y estadísticas. Arrancará hoy con el relanzamiento en el conurbano bonaerense del plan Procrear, que fue ampliado con diversas líneas de crédito por 60.000 millones de pesos para sectores de clase media baja.

Ayer, el propio Presidente reconoció que el problema más importante del país sigue siendo “el altísimo nivel de pobreza”, después de que el Observatorio de la Deuda Social de la UCA confirmó que uno de cada tres argentinos está en esa situación.

Desde el martes próximo, el jefe del Estado buscará recomponer el diálogo con los sindicatos de la CGT más afectados por los despidos por importaciones. Los ministros de Trabajo, Jorge Triaca , y de Producción, Francisco Cabrera , se reunirán ese día por separado con la UOM, Smata, textiles, calzado y cerámicos para buscar acuerdos y evitar el paro que podría convocar la CGT en abril.

Luego de la convulsionada marcha de la central obrera el martes último, del paro docente durante toda la semana, que continuará pasado mañana ante la falta de una solución salarial, y la difusión del índice de 32,9% de pobreza de la UCA, el jefe del Estado dijo ayer en la muestra Expoagro que "los argentinos en situación de pobreza son los primeros que necesitan una oportunidad".

Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, señaló que "si consolidamos esta baja en la inflación, seguramente bajará la pobreza". Hoy estará junto a Macri en San Miguel para relanzar el plan Procrear, un plan que ahora quedó en la órbita de Frigerio y que contemplaba 25.000 millones de pesos, pero que se incrementará a 60.000 millones, por el aporte de 30.000 millones del Banco Nación y 5000 millones de capitales chinos.

El ministro dijo que "la situación social es lo que más nos preocupa". También reconoció que se ingresó en una etapa de "sintonía fina" en los ajustes del gasto que preveía el Gobierno. Al margen de los anuncios de obras públicas en aguas y viviendas, la Casa Rosada considera que a mediados de año el índice de pobreza bajará por efecto del aumento de ingresos por las paritarias y del descenso de la inflación. Sin embargo, los funcionarios admiten que lo más difícil de bajar será la pobreza estructural.

En Expoagro

Al recorrer Expoagro, Macri evitó repetir la consigna más sonora de la campaña 2015 -"pobreza cero"-, pero insistió en que sea ése el parámetro que defina su gestión: "Por lo que espero que se evalúe lo que hago es si tuve suerte o el éxito de poder reducir la pobreza".

En un ida y vuelta con el público, Macri ni siquiera sufrió la ausencia de María Eugenia Vidal, bastón imprescindible cada vez que pisa territorios menos amigables de la provincia. La gobernadora canceló su visita a último momento, cuando empezaba a asomarse un nuevo fracaso en la negociación salarial con los docentes.

Después de ratificar que su vínculo con las comunidades rurales y los productores sigue intacto, y en el marco de una muestra que viene marcando niveles récord de operaciones y negocios, Macri eligió poner la pobreza en el centro del radar. Tema que coronó una semana marcada por las escuelas cerradas, la masiva movilización de la CGT y el informe de la UCA, que incorporó 1,5 millones de personas bajo el nivel de pobreza y otras 600.000 en la indigencia.

Macri empezó y terminó su visita celebrando la confianza del campo y los resultados obtenidos, pero también pidiendo a los productores que reinviertan lo ganado este año. "El campo es el gran motor que tiene la Argentina, a partir del cual todo el país se va a ir poniendo en movimiento", dijo.

Entonces cambió el tono: "Pero también sabemos que hay otros sectores de la economía que está recién comenzando a poder ponerse en marcha. Como gobierno tenemos que estar cerca de todos aquellos que necesitan progresar. Porque todos sabemos también que hemos sincerado lo que pasaba en nuestra realidad. Hemos dejado de ocultar nuestros problemas, empezando por el más importante, que es el altísimo nivel de pobreza que hay en la Argentina".

El mandatario no volvió sobre el tema en su discurso, aunque pareció aludir a las tensiones de la semana cuando acusó a "aquellos que nunca quisieron un cambio y siguen poniendo palos en la rueda. En lugar de profundizar, Macri buscó un camino de salida: "Estamos empezando a crecer: [llevamos] cinco meses de crecimiento consecutivo después de más de cinco años de estancamiento y mentiras. Pero esta vez emprendimos ese camino sin atajos".

Quien sí se explayó sobre las tensiones de la semana fue la diputada Elisa Carrió, que visitó la feria al mediodía. Cuando la consultaron sobre el índice de la UCA, sorprendió: "A mí, mientras sea verdad, no me importa. El problema es la mentira que creyeron tantos, ese 60% que le creyó a Cristina y la votó". Y después se mofó de las fechas de los paros: "Siempre son en diciembre y en marzo. A mí me da gracia porque acá en la Argentina hasta la protesta se toma vacaciones".

En medio de este clima agitado se colaron las versiones de cambios de gabinete, que volvieron a esparcirse ayer y que involucraban a importantes ministros. Algunos aseguran en el Gobierno que Macri podría ofrecerle algún espacio al ex senador Ernesto Sanz. Sin embargo, muy cerca del Presidente aseguraron ayer a LA NACION que "no hay cambios" en el elenco de ministros.

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