El Gobierno busca exhibir cohesión y triunfalismo, y se sube al acto de la CGT y los movimientos sociales en la Plaza de Mayo
Reunirá a todos los sectores del Frente de Todos con la excusa de celebrar el Día de la Militancia; la movilización estaba prevista de antemano para apoyar al Presidente ante un eventual cortocircuito con La Cámpora
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Con la intención de exhibir cohesión en el Frente de Todos después de la derrota electoral, Eduardo “Wado” de Pedro activó gestiones con la CGT y los movimientos sociales para que el Gobierno tome las riendas de la organización del acto previsto para hoy en la Plaza de Mayo con la excusa del Día de la Militancia, que conmemora el regreso al país de Juan Domingo Perón después de 17 años de exilio. Inicialmente, la movilización había surgido para tender una eventual red de contención para sostener a Alberto Fernández en caso de un divorcio con el kirchnerismo. Ahora, se convirtió en una gran convocatoria del Partido Justicialista (PJ) que servirá de relanzamiento de la gestión y en la que el único orador será el Presidente.
Con todos los sectores del Frente de Todos representados, la marcha a la histórica plaza buscará escenificar músculo callejero y la unidad de la coalición oficialista a 72 horas de la caída. Eso se pactó en la sede del Partido Justicialista, donde se reunieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; el secretario general de La Cámpora y ministro de Axel Kicillof, Andrés Larroque, y De Pedro. También participaron representantes de los trabajadores y las organizaciones sociales. Así, están representadas todas las líneas internas del frente: Alberto Fernández, Cristina Kirchner, los gobernadores y La Cámpora. El massismo no participa de las actividades del PJ.
Bajo la consigna “Todos Unidos Triunfaremos”, el acto en el que pretenden movilizar unas 100.000 personas- finalizará con la presentación de un documento en apoyo al Presidente y a lo que anticiparon presentarán como el lanzamiento de la “segunda etapa” de la gestión.
“El próximo miércoles, que recordamos el Día de la Militancia, llenemos la Plaza de Mayo y celebremos este triunfo como corresponde”, dijo el domingo Alberto Fernández en una insólita arenga al peronismo. Intentó presentar una caída por ocho puntos en una victoria épica, sobre todo por el recorte de la diferencia que se dio en la provincia de Buenos Aires, el bastión del kirchnerismo.
El Presidente recibió el martes pasado a una comitiva de la CGT y de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) y surgió allí por primera vez la posibilidad de activar una movilización en respaldo después de los comicios. “Será de apoyo o de relanzamiento de la gestión”, dijo uno de los participantes de la reunión en la Casa Rosada. De Pedro no participó aquella vez del diálogo con los dirigentes gremiales y sociales. El ministro del Interior, que responde a Cristina Kirchner, distingue en el acto de este miércoles un atajo para rearmar el rompecabezas sectorial del Frente de Todos y neutralizar la interna para facilitar los dos años de gestión que quedan hasta 2023. El llamado a movilizarse se oficializó desde el PJ, después de una reunión específica para organizar el acto de la que participarán múltiples sectores, desde los gremios y movimientos sociales a intendentes, gobernadores y La Cámpora.
Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña fueron convocados por la CGT para organizar los detalles del acto, que comenzará a las 17 y que tendrá a Alberto Fernández como único orador. “Nos llamaron Wado y [Emilio] Pérsico. Vemos en Wado un espíritu conciliador para ir todos juntos a la plaza. La CGT no quiere el rompimiento con La Cámpora”, dijo a LA NACION un jefe sindical de peso con diálogo fluido con la Casa Rosada y los gobernadores del PJ.
Además, en el encuentro en la sede Matheu estuvieron presentes en la definición del acto Daer, Pablo Moyano, Carlos Acuña -los tres nuevos popes de la CGT-, Hugo Yasky (CTA), Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie), entre otros.
El quiebre entre la CGT y el kirchnerismo se dio durante las horas más dramáticas del miércoles posterior a la caída en las PASO. La renuncia en tropa de los funcionarios kirchneristas al gabinete de Alberto se interpretó como un vaciamiento de poder y derivó en una una reacción corporativa para respaldar al Presidente. En una extraña sintonía durante esos días aciagos, Daer, referente de “los Gordos”, y Pablo Moyano, su rival histórico, auxiliaron públicamente a Fernández. A partir de esa coincidencia se avanzó más fácil en la reunificación sindical que se concretó el jueves pasado, con el regreso del moyanismo a la sede de Azopardo después de tres años. Esa relación entró ahora en una tregua.
Desde la CGT reclamaron un mayor protagonismo en la toma de decisiones del Gobierno en esta nueva etapa poselectoral. Por un lado, son mayoría las voces dentro de la central obrera que empujan por lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este es un punto que los diferencia de los sectores kirchneristas más duro, que se muestran resistentes a un pacto a pesar de las consecuencias del eventual default. “Es necesario hacer un plan económico para los próximos dos años. La industria se está reactivando y estamos creciendo”, pidió Antonio Caló, jefe de la UOM, uno de los gremios que prevé movilizar este miércoles 5000 afiliados a la Plaza de Mayo. Otro dirigente gremial pronosticó una multitud: “Va a reventar la plaza”.
También participaron de la organización del acto los movimientos sociales que integran el denominado “triunvirato San Cayetano” y la CTA de los Trabajadores, que lidera Hugo Yasky. “Será una convocatoria amplia”, anticipó el referente ceteísta.
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