El Gobierno busca desactivar las marchas piqueteras con más controles en los accesos
En los operativos por la pandemia, las fuerzas federales exigirán permisos de circulación y distanciamiento social y no dejarán “subir movilizaciones a los puentes”, avisaron desde el Ministerio de Seguridad
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En medio de una oleada de manifestaciones piqueteras que llegan al centro de la ciudad de Buenos Aires en plena pandemia, el Gobierno avisó hoy que para cumplir los decretos del presidente Alberto Fernández –el vigente y el que comenzará a implementarse el sábado-, las organizaciones deberán respetar el distanciamiento y presentar los permisos de circulación “al igual que todos los ciudadanos”.
“Pretendemos que las organizaciones sociales y políticas cumplan el distanciamiento que exige el DNU del Presidente, al igual que todos los ciudadanos”, aseguró a LA NACIÓN el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks.
La cartera de Seguridad, a cargo de la ministra Sabina Frederic, realiza actualmente controles en diez puntos clave de accesos a la ciudad, como el puente Pueyrredón que suele ser uno de los pasos utilizados por los manifestantes. Como se proyecta que las restricciones se incrementarán en la próxima etapa –el actual decreto vencerá el viernes-, también se aguarda que los operativos de las fuerzas de seguridad tengan más presencia territorial.
En ese contexto, Fuks advirtió que “no se va a dejar subir movilizaciones a los puentes”, como ocurre tradicionalmente con las marchas que se originan en el conurbano y llegan al centro porteño. En la reunión que mantuvieron hoy con los responsables de la seguridad de la Ciudad, los funcionarios nacionales revelaron que en las últimas semanas “quedaron cuatro columnas piqueteras” del otro lado del Puente Pueyrredón, bloqueadas por fuerzas federales.
“También hay trabajo que no se ve, porque con gestión política se consigue desarticular manifestaciones antes de que ocurran”, deslizó una fuente de Seguridad. Aunque eso no funcionó con la protesta que protagonizaron ayer el Polo Obrero y Barrios de Pie disidente. En el Gobierno siguen con atención la actividad de grupos como el Partido Obrero Tendencia, que ya cortó el Puente Pueyrredón y el estratégico cruce de Panamericana y 197, en la zona norte del Conurbano.
“La protesta no está prohibida porque no hay Estado de Sitio. Pero a los que manifiestan les caben las mismas normas que establece el DNU sobre el distanciamiento social”, sostuvo Fuks en su contacto con este diario. Incluso advirtió que ese mismo precepto se aplica también “cuando Patricia Bullrich marcha a la quinta de Olivos” y no sólo para los grupos piqueteros.
En la cartera de Seguridad nacional están ajustando los controles que vienen con las autoridades porteñas. “Dentro de la ciudad de Buenos Aires, las manifestaciones tienen que ser controladas por la Policía local”, afirmó Fuks. La misma lógica corre para la provincia de Buenos Aires, aunque en ese caso hay fuerzas federales, como la Gendarmería, desplegadas en el Conurbano.
En el esquema de seguridad que se está proyectando entre las distintas jurisdicciones involucradas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), para comenzar a ser implementados desde el próximo sábado, se contempla el cierre de “accesos secundarios” a la Ciudad y el incremento de los controles a la circulación.
De acuerdo a las fuentes consultadas, los responsables de la seguridad podrían recomendar al presidente Fernández y al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta que coordinen un “sistema de escalonamiento” que permita la circulación exclusiva de los trabajadores esenciales entre las seis y las 10 de la mañana, para que recién después puedan viajar los “no esenciales”.
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