Coronavirus en la Argentina: repatriaron al 89% de los varados, pero quedan otros 21.493 argentinos en 82 países
El largo regreso a casa de miles de argentinos que se vieron obligados a interrumpir viajes de placer, trabajo o estudio por la pandemia del coronavirus terminó para casi de 90% de todos los que habían quedado varados en el exterior, pero el Gobierno todavía debe repatriar a 21.493 personas más que están en 82 países distintos. La cuarta parte es población de riesgo.
LA NACION accedió a un informe que circula por el Palacio San Martín y que pidió el canciller Felipe Solá para conocer el estado de situación de todos los argentinos en el exterior. Según el texto, elaborado por el análisis del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Administración Nacional de Avión Civil la Dirección de Migraciones, desde el 17 de marzo hasta el 16 de abril entraron al país 168.140 argentinos o residentes en el país, el 88,7% de los que querían volver. Queda afuera el 11,3% restante, entre los que hay 4810 personas mayores de 65 años o con problemas de salud que tienen más probabilidades de enfermarse gravemente si se contagian.
La fecha de inicio de ese registro (17 de marzo) fue tres días antes de que se decretara la cuarentena total y un día después de que se tomaran las primeras medidas para restringir el ingreso desde el exterior.
La mayor parte de los que volvieron al país ingresaron por tierra o vías fluviales (104.655), mientras que por los aeropuertos de Ezeiza y el Palomar entraron 63.485 pasajeros. La Cancillería estima que la mitad de quienes volvieron en la última quincena de marzo fueron quienes habían salido por viajes turísticos cortos pese al avance del virus, lo que generó quejas del propio presidente Alberto Fernández.
Repatriar a los que faltan demorará cerca de un mes. Se hará a través de los operativos desplegados semanalmente por la Cancillería de vuelos humanitarios o de Aerolíneas Argentinas, o de los tramos dispuestos por aerolíneas privadas.
Los que pidieron volver están repartidos en 82 países. La mayoría está en Estados Unidos (4594, con 932 vulnerables por ser población de riesgo), España y Andorra (3792, con 883 vulnerables) y México (3221, 606 vulnerables). Le siguen Italia (788, con 275 vulnerables), Brasil (680, con 341 vulnerables) y Ecuador (629, con 56 personas dentro de la población de riesgo).
En el otro extremo de la lista están los países donde quedan menos argentinos por volver, como China, Irán o Siria, donde solo se registró uno.
La Cancillería había sido sobrepasada por los cuantiosos llamados de los argentinos imposibilitados de volver al país a medida que la pandemia obligaba a cancelar vuelos, cerrar aeropuertos y bloquear fronteras. La mayoría de las solicitudes para regresar se recibieron a través de un equipo dispuesto para atender llamadas y paliar la ansiedad, que funcionó hasta el 21 de marzo. Desde entonces, la comunicación continuó a través de direcciones de correo electrónico creadas para cada área geográfica del mundo y de los consulados.
La asistencia en el exterior
Muchos de los argentinos que todavía no pudieron volver reclaman una mayor atención del Estado nacional y se quejan por las demoras en la organización del regreso, a lo que se suman los problemas que surgen en cada país en este contexto, como falencias del sistema de salud, problemas para usar tarjetas de crédito o incluso un crecimiento de la xenofobia contra los extranjeros.
Ante ese panorama, la Cancillería estableció mecanismos con los consulados para transferir fondos en los casos que sea necesario o articular con los otros gobiernos alternativas para que los argentinos puedan acceder al hospedaje, alimentos y medicamentos.
A fines del mes pasado, cuando se tomó la decisión inédita de cerrar las fronteras y de suspender los vuelos de repatriación, las quejas de los varados alcanzaron un pico que incomodó al Gobierno, por lo que el canciller discutió un programa de asistencia con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Se planteó conversar con los bancos para que amplíen los límites de las tarjetas de crédito y la apertura de créditos del Banco Nación. Poco después, se retomaron los vuelos de Aerolíneas Argentinas y se anunciaron traslados en aviones Hércules, de la Fuerza Aérea, como los que hubo desde Perú y Ecuador.
Por estas horas el Ministerio de Relaciones Exteriores monitorea los "nudos importantes por desatar", según dice el informe. Uno de ellos está en Ciudad de México, donde el listado de argentinos deseosos de volver tiende a estirarse a medida que logran llegar pasajeros que estaban varados en otros lugares más lejanos, como el sudeste asiático. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, no tiene base en esa ciudad, por lo que el retorno de los argentinos se da por vuelos de otras aerolíneas (los que ya contaban con pasajes) o con vuelos especiales, como el que trajo hacia este lado del continente a argentinos y chilenos y se llevó a mexicanos.
Otro de los focos de atención son los argentinos que piden volver por haber perdido su trabajo debido a la pandemia (como los que vivían en la Riviera Maya) o los que quedaron varados en cruceros.
El caso de los navíos es complejo, particularmente si se registraron casos de Covid-19 a bordo, lo que genera problemas para que los puertos los acepten. Una situación que la Cancillería definió como "preocupante" fue la del crucero Celebrity Infinity, donde hubo casos de coronavirus. El barco debió bajar pasajeros en San Diego, desde donde enviaron a 60 adultos mayores a San Pablo. Allí murió un argentino de 92 años.
En paralelo, un sector de la oposición presentó hoy un reclamo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el objetivo de alertar sobre la situación de los varados. Los diputados nacionales de Juntos por el Cambio Luis Petri, Waldo Wolff y Fernando Iglesias aseguran que los argentinos viven en una situación de "precariedad" y de "enorme riesgo para su vida, salud e integridad física".
Los legisladores reclamaron "la adopción de medidas urgentes, en atención al paulatino y sistemático deterioro de las condiciones de vida y el ejercicio de los más elementales derechos de los argentinos varados en el exterior".