El Gobierno apuesta a mejorar el intercambio comercial con un socio que ya es estratégico
Espera que amplíen su presencia en la Argentina gigantes como Shell y Unilever, y que desembarquen también algunas pymes holandesas
El presidente Mauricio Macri no sólo está recorriendo en estos momentos el país de los tulipanes, los zuecos y los molinos de viento, sino que está pisando nada más ni nada menos que el suelo del tercer inversor extranjero en la Argentina, luego de Estados Unidos y China. Se trata de una relación que, según los propios holandeses, puede incrementarse en el futuro inmediato.
En efecto, los Países Bajos (tal la denominación oficial de Holanda), con 5806 millones de euros, son el tercer inversor extranjero en la Argentina, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Según pudo advertir LA NACION, en una visita al país por invitación del gobierno holandés, parte de la nueva inversión vendrá de la mano de gigantes como Shell, Unilever, Heineken, Philips y KLM, entre otras; pero también de pymes (pequeñas y medianas empresas), como Eco Fountain, LG Sonic, Arcadis, Solteq Energy o Grassa.
No escapa al entendimiento de los empresarios holandeses el hecho de que en la Argentina se vive una nueva etapa de apertura económica, que puede ser muy propicia para sus intereses en el exterior. Así lo dejó entrever Carl Richter, jefe de Negocios Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos. "El nuevo contexto económico y las reformas que emprendió el nuevo gobierno en la Argentina hacen que las empresas holandesas estén mucho más animadas a invertir que en el pasado", dijo.
¿Qué áreas miran con buenos ojos los hombres de negocios holandeses? Agricultura, energía (convencional y alternativa) y aguas. "Hay mucha complementariedad entre Holanda y la Argentina, pero creo que estos tres sectores son los que mejores oportunidades ofrecen en un futuro inmediato", remarcó el embajador argentino en Holanda, Héctor Horacio Salvador.
Una muestra de lo que puede ser la avanzada holandesa en la Argentina ya la dio Shell el año pasado, cuando el CEO de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden, se reunió con Macri y le anunció que la petrolera realizará una inversión en el área de energía por 300 millones de dólares al año, en promedio, hasta 2020. En ese momento, la firma informó que el desembolso incluye actividades de exploración y producción (upstream), como refinación, distribución y comercialización (downstream).
También Unilever hizo lo suyo: invertirá en la Argentina 4820 millones de pesos hasta 2019, según lo anunció en mayo del año pasado el CEO global de esta compañía de consumo masivo, Paul Polman. Las nuevas inversiones corresponden principalmente a la ampliación de la capacidad productiva de sus fábricas: nuevas líneas de envasado, aumento de la capacidad de fabricación, nuevas tecnologías para la elaboración de materias primas e innovaciones en fórmulas y empaques.
Asimismo, la compañía aérea holandesa KLM Royal Dutch Airlines aumentará sus frecuencias semanales a la Argentina. Desde el 28 de octubre próximo, contará con seis frecuencias por semana en las rutas Buenos Aires-Amsterdam y Buenos Aires-Santiago de Chile.
Intercambio comercial
Pese a este optimismo inversor de los empresarios (que, obviamente, se verá reflejado recién en los próximos años), el intercambio comercial entre los dos países cayó levemente en 2016. Así, las exportaciones argentinas a Holanda en 2016 llegaron a US$ 1169 millones. Habían sido de US$ 1213 millones en 2015 (cayeron 3,6%), según datos de la consultora DNI (Desarrollo de Negocios Internacionales). En tanto, las importaciones argentinas desde Holanda sumaron US$ 429 millones en 2016 y habían sido de US$ 452 millones en 2015 (cayeron 5,1%).
Los principales componentes de las exportaciones argentinas a Holanda son alimentos y bebidas elaborados (US$ 619 millones), productos vegetales (US$ 283 millones), productos a base de carnes y cueros animales (US$ 132 millones) y productos químicos (US$ 61 millones).
Mientras, las importaciones desde Holanda se basaron especialmente en minerales (US$ 188 millones), químicos (US$ 80 millones) y máquinas y aparatos (US$ 57 millones).
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