El Gobierno admite que aún falta el respaldo de EE.UU. para cerrar el acuerdo con el FMI
La “cerrazón” del gobierno de Biden no permite avanzar, según aseguraron desde la Casa Rosada; el Presidente suma a sindicalistas y empresarios al encuentro con los gobernadores el miércoles para compartir los detalles
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Un nuevo escollo complicó la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y activó las alarmas en la Casa Rosada: Estados Unidos, principal accionista del Fondo, aún no definió su respaldo al acuerdo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el staff técnico del organismo multilateral de crédito ya tienen avanzado desde hace semanas.
“Están dando vueltas, ahora es un tema diplomático. Depende de que Estados Unidos salga de la cerrazón en la que se encuentra”, explicó a LA NACION una altísima fuente del gobierno argentino sobre las conversaciones abiertas con los representantes de la administración de Joe Biden.
A esta altura, cuando ya asoma en el calendario el mes de marzo, fecha límite que se impuso el gobierno nacional para llegar a un entendimiento con el FMI, desde el Gobierno expresan con claridad que la firma del acuerdo representará “un primer paso” dentro de un largo proceso de negociación que durará años.
“Hay que entender la magnitud del problema. Si firmamos ganamos cuatro años (por el período de gracia), pero después vuelven los problemas. No queremos que nos estrangulen con la deuda en cuatro años. Vamos a seguir negociando”, anticipó uno de los pocos funcionarios que siguen el día a día de las conversaciones con el Fondo para cerrar un nuevo acuerdo y refinanciar la deuda por alrededor de 45.000 millones de dólares que tomó el gobierno de Mauricio Macri.
Fue Guzmán el que expuso el problema esta semana. “Aún resta tener los consensos internacionales que hacen falta”, dijo el titular del Palacio de Hacienda en una entrevista con el diario español El País. Según expresó algunos accionistas del Fondo no alcanzaron “una comprensión plena” de los errores del organismo cuando otorgó en 2018 un Stand-By por US$57.000 millones.
El ministro de Economía ya aseguró que la Argentina quiere avanzar cuanto antes. “El gobierno quiere que ese proceso de entendimiento se acelere”, sostuvo Guzmán. El presidente Alberto Fernández ya le pidió que haga lo necesario para resolver el problema de la deuda con el Fondo lo más rápido posible.
En este escenario, el Presidente también habló con Guzmán en las últimas horas –cenaron en la quinta de Olivos el viernes– para ampliar el encuentro previsto para el miércoles en la Casa Rosada. A los gobernadores se sumarán sindicalistas y empresarios, según confirmaron fuentes oficiales. “Vamos a transparentar todo”, anticipó uno de los organizadores.
Fernández y Guzmán explicarán en qué estado se encuentran las conversaciones. Este año el Estado nacional tiene por delante vencimientos por u$s19.000 millones; en el primer trimestre son u$s3900 millones. “El objetivo es impedir caer en el default. Esto es lo que nos dejó Macri, es imposible de pagar”, graficaron allegados al jefe del Estado.
Ante este escenario complejo es que el Presidente decidió sumar potenciales aliados al encuentro del miércoles, que en principio estaba reservado para los mandatarios provinciales tras la firma del consenso fiscal. En esta oportunidad, a diferencia de lo que ocurrió esta semana, sí estará presente el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, según confirmaron desde Uspallata. La fotografía buscará escenificar un respaldo al acuerdo.
“Es muy importante la convocatoria y que nos apoyen”, se sinceraron desde Balcarce 50.
LA DIFICULTADES CON ESTADOS UNIDOS
Desde el gobierno nacional apuestan ahora al silencioso trabajo de Guzmán, su equipo y del embajador argentino en Washington, Jorge Argüello. “Falta la discusión política”, admitieron. El foco está puesto en la secretaria del Tesoro norteamericano, Janet Yellen, quien tiene bajo su control la palanca para inclinar al directorio del FMI.
Para el gobierno argentino Estados Unidos reaccionó de esta forma tras la publicación del informe, llamado Evaluación Ex-Post, en la que el FMI ofreció la primera explicación formal sobre los motivos que llevaron al fracaso del plan de Macri para restaurar la estabilidad de la economía luego de la corrida cambiaria que se desató a fines de abril de 2018.
En ese trabajo, que se presentó el 22 de diciembre último, el directorio del organismo multilateral de crédito hizo un mea culpa sobre el mayor préstamo en la historia del organismo. Como publicó LA NACION, el informe describe un programa frágil, agobiado por defectos, y a un gobierno débil sin margen de acción en un contexto político adverso para enarbolar soluciones.
“El informe es lapidario para el FMI y para el impulso que Estados Unidos le dio al acuerdo”, resumió un integrante de gabinete nacional.
Mientras tanto la administración de Fernández sumó otro guiño para el FMI. Es que, en sus objetivos para este año, el Banco Central, a cargo de Miguel Pesce, estableció una hoja de ruta afín a las metas que el Fondo le reclamó a la Argentina. Entre ellas, mantener tasas de interés reales positivas, recalibrar encajes bancarios, establecer una devaluación controlada, acumular más reservas y aumentar los créditos al sector privado, entre otras cuestiones.
Aún resta que el FMI resuelva algunos de los pedidos que la Argentina hizo llegar a través del G20, donde cosechó apoyo internacional. Principalmente la suspensión de los sobrecargos a la tasa de interés que paga la Argentina, que en Economía estiman le cuestan al país más de mil millones de dólares anuales. La última palabra sobre el asunto se definirá en marzo, al filo del vencimiento que se impusieron Fernández y Guzmán.
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