El Gobierno acusa el impacto político del asesinato y culpa a la oposición
Reconocen que tendrá “efecto electoral” y acusan a Juntos por el Cambio de “utilizar” el caso; reunión del Presidente con la CGT por el acto del jueves
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Aún perplejos y preocupados por las imágenes de la manifestación de ayer en Ramos Mejía, y con Aníbal Fernández como único vocero público, el gobierno de Alberto Fernández reconoce por lo bajo que el asesinato del quiosquero Roberto Sabo tendrá un nuevo y negativo impacto en las chances electorales del Frente de Todos en la elección del domingo.
“Va a pegar, aunque la crisis en seguridad va mucho más allá de lo que pasó ayer. Le podría haber pasado a (María) Eugenia Vidal o (Cristian) Ritondo y no íbamos a decir que la culpa la tenían ellos”, evaluaba un alto funcionario nacional, que definía como “canallada” la “utilización” que la oposición hizo del caso.
Más allá de la visión del ministro de Seguridad, que luego de solidarizarse con los familiares de la víctima afirmó que casos como estos “ocurren en todos los lugares del mundo”, desde los despachos oficiales combinaban la resignación por el impacto negativo en las chances del FDT con críticas a Juntos por el Cambio.
“Nosotros ya estábamos jugados, pero era la última carta que le faltaba a la oposición para meterle ruido al Gobierno cuatro días antes de las elecciones”, se quejaron cerca de un ministro albertista del gabinete. “La oposición es capaz de todo, y los medios utilizan el caso dándole micrófono a quienes piden pena de muerte”, abundó el funcionario con base en el conurbano bonaerense.
Con el presidente Alberto Fernández aún en la quinta presidencial de Olivos (llegó pasadas las 10 a Casa Rosada) y la convicción de que las marchas en reclamo por la inseguridad “van a seguir”, el Gobierno derivó la primera respuesta en el ministro de Seguridad.
“Sucede en todos los lugares del mundo, en algunos más y en algunos menos. Nosotros estamos teniendo una situación tan particular que nos obliga a mirarlos. Si miramos estadística, son otra cosa, pero cuando uno está revisando estas cosas, las estadísticas son nada. Estamos hablando de una vida humana truncada por nada. Entonces no se pueden explicar muchas cosas cuando estamos trabajando en algo tan delicado, tan cuidadoso y sin solución”, dijo el ministro en declaraciones radiales, en declaraciones que generaron una fuerte reacción opositora y bastante polémica.
Para los operadores de la campaña, las protestas en La Matanza y la violenta reacción policial con gases lacrimógenos son un peldaño más en una serie de infortunios que parece no tener fin. “Lo de Córdoba el fin de semana (el Presidente pidiendo que esa provincia “se integre” al país) pensábamos que era el peor cierre de campaña que podía haber. Pasa un día y es La Matanza”, se resignaban cerca de otro ministro clave, mientras no descartaban “uno o dos más de esas de acá al domingo”.
De todos modos, el Presidente, jefe de gabinete Juan Manzur y el secretario general de la Presidencia Julio Vitobello, se reunieron hoy en el despacho presidencial de Casa Rosada con dirigentes de movimientos sociales afines a la Casa Rosada y dirigentes la CGT como Héctor Daer, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez para terminar de definir los detalles del acto de cierre de campaña, el jueves en Merlo. Además, los gremios y piqueteros marcharán tres días después de las elecciones en señal de respaldo al Presidente. Sin dudas, con los episodios de inseguridad como parte del difícil contexto que debe enfrentar el Gobierno luego de la masiva marcha de ayer contra la inseguridad.
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