El Frente de Todos, de la eyección de Rossi a las encuestas que lo preocupan y el “factor Manes”
Alberto Fernández se enojó con su exministro de Defensa y salió a cruzarlo desde Perú; Cristina Kirchner fue la autora intelectual del cambio de estrategia en Santa Fe; los números en Buenos Aires
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La traumática salida de Agustín Rossi del Gabinete tuvo un motivo político y otro electoral. El primero fue su desafío a la autoridad de Alberto Fernández, que se enojó tanto que salió a plantar desde Perú la regla de que los funcionarios que se anotaron como candidatos debían renunciar. El segundo se debe al temor del Frente de Todos al voto castigo en Santa Fe, la tierra de Vicentin, que pondría en peligro los números del oficialismo a nivel nacional.
La identificación de Rossi con el kirchnerismo, aún cuando la propia Cristina le dio la espalda al sellar un acuerdo con el gobernador Omar Perotti, achica el margen de maniobra electoral para el FdT en Santa Fe. La preocupación es tal que la propia vicepresidenta ensayó un replanteo de la estrategia y desubicó al “Chivo”, que no pudo asimilar el volantazo de su conductora.
Según pudo saber LA NACION, el Gobierno nacional encargó cuatro encuestas, cuyos resultados llegarán durante la semana, con la expectativa de que la candidatura a senador del periodista santafesino Marcelo Lewandowski pueda hacer una diferencia para apuntalar una gestión que, como la de Perotti, no tiene garantizado el éxito electoral.
El desafío de Rossi cayó pésimo en el Senado y la Casa Rosada. “Se fue al carajo”, sentenció por lo bajo un funcionario de trato directo con el Presidente. El santafesino encabezó el viernes su último acto como ministro y salió a la ruta 9 de regreso a Rosario. En el trayecto habló con este diario: se lo notó calmo, pero también cansado. Ahora todas las miradas están puestas en la sucesión.
El aislamiento de Fernández tras su regreso de Perú se extenderá hasta el martes, cuando le realizarán un test de PCR. En la misma situación se encuentran quienes integraron la delegación, entre ellos el canciller Felipe Solá, que cumple la medida en su casa de General Rodríguez. Por ende, el Gobierno recién comunicaría el reemplazo de Rossi desde el miércoles. Mucho tiempo para resistir, en medio de tanta presión interna sobre el Presidente.
El nombre de Sabina Frederic fue mencionado por su afinidad con Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, junto a quien participó en el grupo Agenda Argentina, que nutrió de funcionarios a la administración albertista. Su eventual llegada a Defensa abriría la cartera de Seguridad y provocaría otro problema para Fernández, aunque siempre tiene a mano a Daniel Scioli que querría regresar de Brasil para intentar una nueva aventura en la política doméstica.
La sucesión de Daniel Arroyo ya está definida en la superficie, con el desembarco de un hombre de confianza de Fernández, Juan Zabaleta. Aunque todavía no está claro que el intendente de Hurlingham pueda designar a los funcionarios que lo acompañarán en la gestión. Se trata de un ministerio loteado con las organizaciones sociales que adhieren al Frente de Todos y en el que La Cámpora buscará marcar de cerca al nuevo ministro.
Arroyo será candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires, otra vez destinada a ser el principal campo de batalla electoral. Las encuestas que circulan entre los referentes del Frente de Todos reflejan que, una vez conocidos los candidatos, la coalición oficialista está “8 ó 9 puntos arriba” de Juntos, la principal alianza de oposición. También indican que en la interna entre Diego Santilli y Facundo Manes, el exfuncionario porteño “por ahora está ganando”.
Pero un integrante de la coalición de gobierno apeló a su intuición política: “Si me preguntas a mi, te digo que Manes puede ganar”, deslizó. En ese caso, habrá otro replanteo de la estrategia como acaba de ocurrir en Santa Fe. Aunque será en plena campaña y con los candidatos ya lanzados.