El Frente de Izquierda, cada vez más cerca de una PASO para elegir a sus candidatos
El Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) plantea la “necesidad estratégica” de un debate con los demás integrantes del frente; la tensión se mantendrá hasta el filo del cierre de listas, el próximo sábado
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Todavía nadie lo confirmó, pero es inminente. Todo estaría dado para que el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) dirima sus candidaturas en las PASO. A pocos días del cierre de listas, los tres partidos fundadores del espacio (Partido de los Trabajadores Socialistas, Partido Obrero e Izquierda Socialista) no logran torcer la voluntad del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), cuyos referentes plantean la “necesidad estratégica” de dar un debate de cara al electorado y competir con lista propia en las primarias de septiembre.
La fecha límite para inscribir alianzas no hizo más que acelerar la discusión interna. “Hay tres partidos del FIT-U que tenemos un acuerdo y el único que sigue presentando una discordancia es el MST”, apuntaron a LA NACION desde el PO. La mesa nacional del FIT-U había decidido darse tiempo hasta el sábado pasado para lograr un acuerdo de lista unitaria. Sin embargo, las negociaciones se siguieron extendiendo. “Están en todo su derecho. Por nuestra parte, seguimos en conversaciones para presentar listas comunes”, señalaron cerca del dirigente Gabriel Solano.
Por el momento, son dos las listas que el FIT-U inscribirá el próximo 24 de julio: una conformada por el PO, el PTS e IS, y otra por el MST, el último partido en sumarse al frente en 2019. Ambos sectores oficializaron a sus respectivos precandidatos la semana pasada. En la provincia de Buenos Aires, las listas a diputados nacionales las encabezarán Nicolás del Caño (PTS) y Alejandro Bodart (MST), mientras que en la Ciudad los primeros lugares serán para Myriam Bregman (PTS) y Cele Fierro (MST), con Solano al frente de la lista de legisladores.
“Nosotros presentamos a Alejandro (Bodart), pero aclarando que somos una opción más del FIT-U, algo que los demás no hicieron”, se quejaron desde el MST, que plantean que a partir de ahora la campaña deberá girar en torno a un debate de “proyectos”. Mediante un comunicado difundido este lunes, Bodart confirmó que competirá como precandidato a diputado nacional por la Provincia. Y se lamentó que haya sectores dentro del FIT-U que no estén de acuerdo con “la necesidad de ampliar la unidad a otras fuerzas y partidos de izquierda que defiendan el programa anticapitalista”.
Así y todo, en el MST no cierran del todo la puerta a un consenso de último momento. Hasta el próximo sábado, las reuniones se sucederán una tras otra, con un escenario que se mantendrá técnicamente abierto. Todo dependerá, en palabras del propio Bodart, de si existe real voluntad por parte de los demás miembros del FIT-U de “integrar” y “visibilizar” a “todas las voces”, para que “se termine con equivocados hegemonismos que lo único que hacen es dividir”.
En el FIT-U se jactan de representar “el 80% de los votos de la izquierda en las últimas elecciones”. Sin embargo, aunque su presencia se extienda a 23 distritos de todo el país, por fuera de su armado irán otras expresiones también referenciadas con la izquierda. Es el caso de Luis Zamora y su partido Autodeterminación y Libertad, en la Ciudad. O el del Nuevo MAS de Manuela Castañeira, una joven dirigente que apuesta a ocupar el espacio de la “renovación política”, tanto de la izquierda como de “los partidos tradicionales”, y cuyo partido en estas elecciones legislativas competirá en 13 provincias y en más de 50 municipios bonaerenses.
En tanto, quien hará su debut electoral con sello propio será el histórico Jorge Altamira. En los últimos meses, la Tendencia del Partido Obrero se volcó en una campaña a contrarreloj para conseguir la personería legal que le permitiera competir en las elecciones bajo el nombre de Política Obrera. Tuvieron éxito y contarán con precandidatos en varias provincias, como son Tucumán, Salta, Santa Fe y Santiago del Estero. En la Ciudad, la boleta la encabezará el legislador porteño Marcelo Ramal, mientras que Altamira hará lo suyo en la provincia de Buenos Aires.
Pese a que no pudo concretarse la ansiada unidad de toda la izquierda, el entusiasmo es grande. La expectativa de los distintos espacios está puesta en lograr captar el desencanto social que aseguran palpar en la calle, tanto con la gestión del Frente de Todos como con la alternativa “por derecha” que plantea Juntos por el Cambio. Es un optimismo basado en los buenos resultados obtenidos en las elecciones provinciales de Misiones y Jujuy, y en el avance general de la izquierda en la región, en particular en Perú y en Chile.