El ex guerrillero Apablaza se mostró en un acto kirchnerista
Los organizadores negaron haber invitado al acusado de planificar un asesinato en Chile
"Me parece bien que las fuerzas populares se organicen." Del lado externo de la valla por donde ingresaban las autoridades del cabildo kirchnerista, organizado ayer por la Corriente Nacional de la Militancia, surgió la figura del ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza Guerra, acusado por la justicia chilena de haber planificado el asesinato de un senador pinochetista y el secuestro de un empresario en 1991, durante el gobierno democrático.
Fue la primera aparición pública del ex líder del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez desde que el gobierno argentino le otorgó el estatus de refugiado político, a fines de septiembre. El lugar elegido por el chileno, que está casado con una empleada de la Casa Rosada, fue la plaza del Congreso, donde ayer se realizó el cabildo de la militancia kirchnerista, que tuvo como máximos referentes al jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi, al senador Daniel Filmus y al ex canciller Jorge Taiana.
Aunque fuentes cercanas a Apablaza indicaron que el ex guerrillero había sido invitado al acto, tanto Rossi como Filmus desligaron cualquier relación con su presencia. "No tengo ni idea", dijo el senador ante la consulta de La Nacion. "Es un acto público", señaló Rossi, encogiéndose de hombros.
Distinta fue la postura del Movimiento Evita, uno de los responsables del acto, junto con el Frente Transversal, del diputado Edgardo Depetri; el Movimiento Octubres, de Gastón Harispe, y el intendente de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez.
"Apablaza es un compañero nuestro. Claro que vino, estuvo entre la gente. Si lo hubiera visto, lo saludo, me saco una foto y te la doy", dijo a La Nacion el diputado Fernando Navarro, "Chino", número dos del Movimiento Evita, que dirige Emilio Pérsico.
Por su parte, Depetri remarcó que Apablaza no había sido invitado por ninguno de los integrantes de la mesa organizadora del encuentro. "Puede haberlo invitado alguien más, pero la mesa organizadora ni siquiera trató ese tema", sostuvo.
Entre la gente
Apablaza fue visto ayer entre los militantes que debatieron sobre el futuro del kirchnerismo en las siete carpas instaladas en la plaza del Congreso. En el inicio del acto se dejó ver cerca del escenario montado sobre la calle Virrey Cevallos, del lado opuesto al Congreso, por donde ingresaban los dirigentes y funcionarios del Gobierno.
Ese fue el sitio en el que se dio la conversación de Apablaza con el secretario de Relaciones Internacionales del Movimiento Evita, Alejandro Rusconi. "Cuando me acerqué a saludarlo, nos felicitó por la idea de congregar a los militantes y me dijo que le parecía bien que las fuerzas populares se organicen", relató Rusconi a La Nacion.
Apablaza vive en la Argentina desde 2004. Su condición de refugiado no le impide participar en actos políticos, salvo que esto lo lleve a violar el orden público. Sin embargo, desde que el pedido de extradición cobró estado público, se refugió en una quinta del partido de Moreno.
Chile había pedido su extradición para juzgarlo por la planificación del asesinato del senador Jaime Guzmán, ocurrido en 1991, durante la presidencia de Patricio Aylwin, y por el secuestro de Christian Edwards del Río, hijo de uno de los dueños del diario El Mercurio, de Santiago.
El encuentro celebrado ayer por los militantes kirchneristas fue el reflejo de otros cabildos realizados en el resto del país, que tendrán su reunión nacional el 17 de noviembre, día de la militancia, en Ezeiza. Los organizadores ya planean un acto masivo para 2011: será el 11 de marzo, en el estadio de Vélez Sarsfield.
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