El embajador Stanley admitió que EE.UU. necesita “más herramientas” para poder competir con China en América latina
El diplomático norteamericano planteó abiertamente las dificultades de su país para competir con el gigante asiático; fue en una charla junto a Jorge Argüello
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WASHINGTON.- El embajador norteamericano en la Argentina, Marc Stanley, dijo en Washington que Estados Unidos necesita “más herramientas” para competir con China en América latina, un inusual reconocimiento público por parte de un funcionario de la ventaja con la cual corre el gigante asiático, que está haciendo multimillonarias inversiones en infraestructura en la región.
Stanley participó en un panel en el Diálogo Interamericano junto con el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, una charla moderada por la directora de la organización, Rebecca Bill Chavez, que abarcó varios temas de la relación bilateral entre los cuales sobresalieron los puntos de tensión por el vínculo con Pekín, y el avance de China en América latina, una realidad que preocupa enormemente en Washington, tanto a demócratas como a republicanos.
“Nuestro país necesita tener más herramientas para ser más competitivos con China en muchos casos”, dijo Stanley ante una pregunta de LA NACION sobre qué podía ofrecer Estados Unidos para emparejar la competencia con China en la región.
El diálogo entre Argüello y Stanley ofreció una mirada a la muy estrecha relación de trabajo que forjaron ambos embajadores, y sobre la cual se ha asentado la relación bilateral en los últimos años, vital para la Argentina en su vínculo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Argüello, quien abrió el panel, se refirió a Stanley como “mi amigo”, reconoció diferencias y visiones distintas entre ambos gobiernos. “Pero trabajamos juntos”, afirmó. Stanley contó que rompió las reglas luego de ser designado por el presidente Joe Biden al hablar con Argüello antes de que lo confirmara el Senado, y dijo que desde entonces han sido “grandes socios”.
“Tenemos tanto en común, en mi mente más que con cualquier otro país de los que he estado en América latina”, dijo Stanley al hablar sobre la Argentina.
Ambos embajadores se explayaron sobre las oportunidades para ambos países, y Stanley se mostró muy optimista sobre el futuro del país pese a la crisis. Argüello enfatizó la enorme oportunidad que existe para la Argentina como proveedor de litio de Estados Unidos, y dijo que ambos gobiernos estaban trabajando pudiera acceder a los beneficios fiscales que existen en Estados Unidos, impulsados a través de una ley del gobierno de Biden para los países con los que existe un acuerdo de libre comercio. La charla giró luego a China, un tema en el que Stanley se explayó bastante al remarcar advertencias ampliamente conocidas de Washington. Una de las principales: Stanley dijo que China “quiere tener más presencia militar” en América latina. Y también dijo que están preocupados por la licitación de la red 5G, que podría quedar en manos del gigante Huawei, un destino que Washington cree que dejaría información sensible que circula por la red en manos del gobierno chino.
“En el futuro, las guerras no serán solo militares, con misiles y armas o lo que sea. Alguien vendrá y apagará tu red eléctrica, si estás usando fertilizantes, pondrán demasiado o muy poco, o causará un problema con tus plantas nucleares”, indicó Stanley. “Todo esto podría ser muy peligroso y es algo que nos preocupa”, advirtió el embajador.
“El hemisferio occidental es un hemisferio desmilitarizado. A China le gustaría cambiar eso y tener más presencia militar y control allí. Y si ponen aviones chinos allí, y otros países, países occidentales tienen que volverse más defensivos. Estamos creando un problema que no está ahí ahora”, agregó Stanley.
Herramientas
Ya en la ronda de preguntas, al ser consultado acerca de qué puede ofrecer Estados Unidos para emparejar la competencia con China, Stanley reconoció que necesitan más herramientas.
“Una cosa que aprendí en Argentina es que se necesitan dos para bailar tango. Creo que nuestro país necesita estar más comprometido. Creo que necesitamos tener más herramientas para ser competitivos con China en muchos casos, y no tengo miedo de decir eso, a los senadores, les digo eso a todos”, dijo Stanley. “Estoy de acuerdo en que las acciones tienen consecuencias y la inacción tiene consecuencias y necesitamos más herramientas”, insistió luego.
Stanley dejó entrever que una de las opciones es permitir que países como la Argentina, que es un país de ingresos de nivel medio, puedan acceder a programas de financimiento con el Eximbank, el Banco Mundial y otros bancos internacionales y obtener oportunidades que a menudo esos son para los países de bajos ingresos. Se trata de un tema que también ha puesto sobre la mesa el Gobierno, y el ministro de Economía, Sergio Massa, y que ha cobrado mayor importancia con la sequía y la falta de dólares que sufre el país este año.
“China tiene la capacidad porque sus empresas, las empresas constructoras, son estatales. Nosotros no tenemos eso, ellos pueden tomar una decisión en un instante”, continuó Stanley, al referirse a la expansión de la infraestructura provista por China en la región. “Aprendí en economía que no existe tal cosa como un almuerzo gratis. Y a menudo, esos proyectos que son baratos vienen con muchas condiciones. China puede presentar acuerdos más rápidamente a los países de los que tenemos en nuestra caja de herramientas. Creo que tenemos que trabajar en nuestra caja de herramientas y dar más herramientas a nuestros embajadores y misiones. También creo que tenemos que trabajar con los argentinos exactamente qué tipo de herramientas quieren que tengamos. ¿Dónde les gustaría que entremos en juego? ¿AgrÍcola? ¿Minerales? ¿Capital humano? ¿Desarrollo nuclear? ¿Son los ríos?”, agregó el embajador norteamericano.
Como una muestra de avance en la relación bilateral, Stanley mencionó la posibilidad de que la Argentina adquiera aviones caza norteamericanos F-16 en vez de aviones chinos. Eso, dijo, era impensado cuando llegó a Buenos Aires. Ahora, Estados Unidos puede ofrecer un paquete que a su juicio es “competitivo”.
“Estamos progresando, pero aún no es perfecto. Hay oportunidades para Argentina y hay oportunidades para Estados Unidos, pero se necesitan dos para bailar tango”, cerró.