El doble juego de intendentes de Pro en la interna entre Diego Santilli y Facundo Manes que despierta sospechas
Nueve jefes municipales sellaron acuerdos con la UCR para competir con lista de unidad en la categoría de concejales, una decisión que generó lecturas suspicaces
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Los intendentes de Pro son una pieza fundamental del armado bonaerense de Horacio Rodríguez Larreta. Gracias al respaldo de la mayoría de ellos a su proyecto presidencial, el alcalde logró ungir como candidato del partido en la provincia a Diego Santilli, su delfín para la madre de todas las batallas. Para retribuirles el gesto, Larreta priorizó sus pedidos en el cierre de listas. Empoderados, diez intendentes del macrismo usaron la lapicera para sellar listas de unidad con la UCR en la categoría de concejales, con el fin de “blindar” la gobernabilidad en sus terruños, frente a una interna entre Santilli y Facundo Manes (UCR) con final incierto.
Esa táctica defensiva generó resquemores en el larretismo y en el vidalismo: “Si Manes crece en las encuestas, ellos pueden entregar las dos boletas”, alertaron. Se trata de una práctica habitual en el peronismo que replican los macristas -autodenominados “la nueva política”- para conservar el poder.
“Yo compro tranquilidad”, confiesa uno de los intendentes que rubricaron acuerdos con la UCR en su distrito para evitar el desgaste de una contienda intramuros que podría comprometer su dominio en el Concejo Deliberante.
En nueve de los diecinueve municipios gobernados por Pro no habrá competencia interna en las PASO en la tira de concejales. Los abanderados de la unidad son Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Jorge Macri (Vicente López), Héctor Gay (Bahía Blanca), Mariano Uset (Coronel Rosales), Martín Yeza (Pinamar), Eduardo Campana (General Villegas) y Luis María Etchevarren (Dolores). En tanto, José Luis Zara (Patagones) acordó con un sector del centenario partido, pero alfiles de Evolución, de Martín Lousteau, pujan por tener una lista propia.
En muchos de esos casos, los intendentes amarrillos cogobiernan con el radicalismo en sus distritos. Por ejemplo, Montenegro o Yeza tienen dirigentes de la UCR en sus gabinetes. En otros distritos, como Bahía Blanca, los radicales son aliados clave para preservar la “gobernabilidad”. Gay, quien también cuenta con funcionarios radicales en su equipo, les garantizó a sus socios de la UCR y la CC casilleros en su lista para eludir una interna. En ese distrito Juntos renueva ocho concejales: cinco de Pro, dos de la UCR y uno de la CC.
En el entorno de Larreta relativizan el riesgo de la jugada de los intendentes que cuidaron sus terruños. Remarcan que el alcalde y los armadores de Santilli no querían que los propios jueguen con la letra “Y”, en la jerga de la “rosca” política, dentro de sus territorios. Es decir, que solo haya interna en el tramo de diputados nacionales y unidad con la UCR a nivel de secciones electorales y distritos. “La lista única para la categoría de concejales (‘V’) es algo que está hablado con nosotros y lo vimos caso por caso. Tiene que ver con el nivel de integración con la UCR en sus distritos. Tampoco hay que hacer quilombo por hacer quilombo”, apuntan desde la cúpula de la Ciudad.
Sin embargo, la estrategia de los alcaldes bonaerenses despertó malestar en un sector del larretismo y el vidalismo. Es más, varios de sus pares y aliados en Buenos Aires no ocultan su disgusto en la intimidad. “Les dieron la lapicera y no hubo reciprocidad. Eligieron la zona de confort. Lamentablemente, muchos empiezan a jugar en la elección después de las PASO”, advierte un intendente del interior de la provincia. Para una fuente porteña al tanto del armado bonaerense, los socios de Larreta en el distrito fueron “egoístas”: “Se quejaban de que Vidal los maltrataba y ahora ellos maltrataron a todos”, lanza.
El propio Santilli, cuenta un alcalde de Pro, bajó un reproche días atrás en una reunión con aliados: “Muchachos, la ‘ferretería’ es de ustedes. ¡Háganla valer! No la pueden compartir con los radicales”, les advirtió. Si bien la decisión generó recelo, estrategas del exvicejefe porteño confían en que no habrá traiciones: “Se tomaron esa seguridad, pero si llega a perder la boleta de Diego en sus distritos van quedar expuestos para 2023”, advierten allegados a Santilli. Es que detrás del apoyo a la candidatura del “Colo” hay una apuesta implícita por el proyecto presidencial de Larreta. En Uspallata muestran esa carta para exigir lealtad.
Fuentes de la mesa provincial de Pro -conformada por Ezequiel Galli (Olavarría), Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata), Montenegro (Mar del Plata), Javier Martínez (Pergamino) y Pablo Petrecca (Junín)- admiten que recibieron “pedidos raros” por parte de sus pares en pleno cierre de listas electorales. “Tanteaban la posibilidad de que les habilitemos la ‘V’ para concejales. A mí no me gusta lo que hicieron, no se la están jugando”, afirma uno de los referentes provinciales del partido.
Argumento
Uno de los jefes municipales que pactó con los “primos” del radicalismo rechaza las lecturas suspicaces que generó en Pro la jugada de los propios y remarca que la unidad en la tira de concejales “hace más previsible la gobernabilidad”. “No podemos distraernos en una cuestión local. Yo voy a poner mesas por Santilli y los radicales por Manes”, asegura. Otro intendente que armó una lista consensuada con los radicales justifica la táctica con un artilugio discursivo muy similar: “Yo tengo que gestionar y mantener la unidad. Hay que evitar que la interna nos genere un quilombo en el día a día. Pero en el afiche voy a estar con Diego”.
En el caso de Jorge Macri (Vicente López), quien resistió el desembarque de Santilli, tiene otro argumento a su favor: desde que bajó su candidatura, abogó por lograr una lista única y evitar una interna riesgosa con la UCR. Como presidente del partido en Buenos Aires, el primo del expresidente -cuyo gesto fue retribuido por Larreta con lugares en las nóminas- promete que trabajará para lograr un triunfo del “Colo” en las PASO. Pero está claro que Santilli es una amenaza en su carrera por la gobernación. Ese cruce de intereses despierta sospechas entre sus pares. Por lo pronto, sus laderos aventuran una elección reñida con Manes en la primera sección. Otro de los intendentes que pudieron cerrar pactos de unidad arguye que una interna con la UCR en su terruño era “difícil” de explicar. “Acá somos lo mismo. ¡No me puedo enfrentar con mi gabinete!”, exclama.
En cambio, Larreta y Santilli pueden respirar tranquilos en los terruños de Néstor Grindetti (Lanús), Javier Martínez (Pergamino), Garro (La Plata), Galli (Olavarría), Gustavo Perie (Ramallo), Petrecca (Junín), Jorge Etcheverry (Lobos), Sebastián Abella (Campana), Mariano Barroso (Nueve de Julio), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Manuel Passaglia (San Nicolás). Es que en esos municipios no habrá “V” y el Pro y la UCR también se medirán en la tira de concejales. Las razones de la falta de acuerdo con los radicales varían en cada distrito. Están los que no pudieron imponer su liderazgo ante sus socios, los que pactaron una contienda “virtual” con los radicales -consensuaron nombres de ambas listas- o los que fueron víctimas de una interna radical. “Yo preferí poner en riesgo lo mío y hacer una apuesta por el proyecto de Larreta”, señala uno de los jefes distritales.
Otro intendente le hizo llegar a Larreta, Vidal y Mauricio Macri su preocupación por el “riesgo” que enfrenta el espacio por la interna entre Manes y Santilli: “Esto es por egos. Están disputando el liderazgo de 2023, pero no se dan cuenta de que una vez que soltamos los perros para la guerra, después no podés pedir que vuelvan”, avisa.
La interna
Hoy, Larreta se reunirá con los integrantes de la mesa provincial de Pro para ajustar el engranaje para la interna. Confiado en que propuso al postulante que mejor mide en el distrito después de María Eugenia Vidal, quien regresó a la Ciudad tras su travesía por La Plata, el alcalde prepara una “campaña a fondo” para garantizar un triunfo de su delfín. Jugará fuerte en las calles -apuesta por la cercanía, la propaganda y las redes sociales-. “Quiere ganarle cien a cero a Manes”, avisan sus laderos. Por eso, con la mira en su proyecto presidencial, Larreta está dispuesto a involucrarse en la campaña: ayer, volvió a acompañar a Santilli en una recorrida por el conurbano. Estuvieron en Avellaneda, bastión kirchnerista, donde se reunieron con vecinos de la zona. El alcalde se fue sorprendido por el alto nivel de reclamo de seguridad. “Eso es un activo de Diego”, les dijo a sus asesores. Más tarde, el “Colo” fue a pescar votos de desencantados con Cambiemos a otro territorio peronista: Lomas de Zamora. Allí, se mostró junto a Miguel Ángel Pichetto.
La interna entre Santilli y Manes genera cierto nerviosismo entre intendentes de Pro. Pese a que Larreta se muestra confiado por los números que arrojan las encuestas, varios jefes municipales encargaron sus propios sondeos. Y, en paralelo, aprovechan sus recorridas para testear el nivel de conocimiento y el grado de aceptación que tiene Manes entre los bonaerenses. Claro que primero preguntan por Santilli. “Esta PASO es un error estratégico”, apunta uno referente del macrismo en Buenos Aires, quien desconfía del cálculo que sostiene la cruzada bonaerense de Larreta.
Pro gobierna en 19 de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires. En tanto, la UCR, rival del macrismo en las primarias bonaerenses, controla 33 intendencias en el distrito. En esa pulseada, argumentan en el larretismo, el partido fundado por Mauricio Macri tiene una ventaja sobre sus primos: sus representantes están al frente de los distritos más poblados. “Dicen que el 80% de los votos de JxC en la provincia son de Pro, pero se olvidan de que en muchos de nuestros municipios cogobernamos con la UCR y ahí también hay votos radicales”, analiza.