El día en que un hombre hizo llorar al Congreso
Jorge Rivas asumió como diputado, pese a estar tetrapléjico
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz apenas audible, el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner, leyó la fórmula de juramento al cargo.
Por medio de un movimiento afirmativo de su cabeza, sentado en silla de ruedas y con una computadora portátil sobre las rodillas, Jorge Rivas, ex vicejefe de Gabinete y dirigente socialista, asumió ayer como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Lo hizo 17 meses después de ser víctima de un robo callejero que lo dejó tetrapléjico.
Muy emocionado, Rivas asumió el cargo ante un recinto repleto de familiares, colegas, allegados y una presencia especial: la del ex presidente Néstor Kirchner, que llegó para saludarlo. También lo hicieron el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, el jefe de Rivas cuando éste sufrió el brutal asalto en Lomas de Zamora que casi le cuesta la vida.
Durante la sesión prevalecieron la emoción y el reconocimiento a Rivas por su fortaleza para recuperarse de lo que le tocó vivir. Podrá ejercer su rol y cumplir con los dos años y medio que le restan de mandato gracias a un milagro de la tecnología: un sistema instalado en su computadora portátil, ideado por Eduardo Lazzati, viejo compañero de militancia, le permitirá comunicar su voto, su presencia en las sesiones y sus opiniones por medio de un movimiento de cabeza y de los ojos. "El soñó con estar acá. Ahora esto será su vida", dijo a LA NACION Lazzati, contento, en un pasillo cercano al recinto. Ideó el sistema que permite a Rivas mover con su vista el cursor de la computadora y seleccionar en un teclado virtual letras y palabras. La PC también transforma esas palabras en sonido. "Será un gran diputado", definió Lazzati, enrolado en el PS opositor.
Rivas vivió su día con intensidad. Junto con el vicejefe de Gabinete, Oscar González, y el diputado Ariel Basteiro (con quienes comparte la pertenencia al socialismo K), compartió en su casa la lectura vía Internet de los diarios, eligió un traje azul marino para ir al Congreso y compartió las horas previas con su esposa y sus hijos, Pilar y Sebastián. Su hermano Alejandro lo llevó en auto hasta el edificio legislativo, y aunque sus colaboradores le pidieron que esperara un rato a que el oficialismo juntara quórum, él insistió y llegó a la Cámara baja un rato antes de lo previsto.
Se cruzó en la puerta con el ex presidente, que lo saludó con un beso. "Vamos, fuerza", le dijo Kirchner, acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; Alberto Fernández; la titular del Inadi, María José Lubertino, y, bien cerca, el candidato K en la Capital, Carlos Heller. Tanto despliegue enojó a la oposición. "Es deleznable: Kirchner transformó nuestra emoción un acto de campaña", se indignó Enrique Thomas (Unión Peronista-Mendoza).
En los palcos, decenas de militantes socialistas con claveles rojos en las manos y los dirigentes Martín Sabbatella, Patricio Echegaray y la titular de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, esperaban su jura.
Llegó el momento de la asunción, y un rato en la presidencia para recuperarse de la emoción. Pasadas las 17, sus colaboradores lo ubicaron en su banca, cerca de Basteiro y las diputadas Cecilia Merchán y Victoria Donda, de Libres del Sur. María América González (SI-Capital) y Diana Conti (FPV-Buenos Aires) le arrancaron una ruidosa sonrisa.
La misma que tenía antes del brutal ataque. La que volverá a escucharse cada vez que vuelva a un lugar por el que luchó durante los últimos 17 meses.
El personaje
JORGE RIVAS
Diputado socialista
- Profesión: abogado
- Edad: 47 años
- Estado civil: casado, dos hijos
- Fue diputado opositor entre 1997 y 2005. Nombrado vicejefe de Gabinete en el gobierno de Néstor Kirchner, en noviembre de 2007 sufrió un brutal robo que lo dejó postrado. No había llegado a asumir su banca.