El día después de la gastritis erosiva: Fernández está bajo control médico y dejó el ayuno
La Unidad Presidencial distribuyó un nuevo parte sobre su estado de salud
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BALI. - (ENVIADA ESPECIAL) El día después de haber atravesado un cuadro de salud que lo llevó a pasar casi 5 horas en un hospital local, el presidente Alberto Fernández descansó y amaneció bien. Fernández permanece controlado por su médico y rompio el ayuno que llevaba desde este martes, cuando se descompuso en el evento inaugural del G-20.
La información fue confirmada a LA NACION por la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerrruti. Y luego se difundió a través de un nuevo parte médico de la Unidad Médica Presidencial.
Tras su descompensación y diagnóstico, una gastritis erosiva con principio de sangrado, Fernández redujo su agenda en esta ciudad para la jornada de este miércoles, en la que se encontrará con su par español, Pedro Sánchez, y la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
Esa será su última actividad en esta ciudad a la que arribó la tarde del lunes, madrugada de Argentina, tras su paso por Francia, donde compartió distintas actividades con su par en ese país, Emmanuel Macron.
Gran parte de las actividades que tenía previstas para esta jornada de miércoles quedaron en manos de su canciller Santiago Cafiero. El funcionario fue también quien ayer suplió al mandatario en las distintas actividades que tenían previstas, incluido el discurso inaugural.
Fernández emprenderá el regreso a Argentina vía Madrid. Allí, tras una parada de alrededor de 8 horas, el avión emprenderá el regreso final para Buenos Aires, dónde está previsto aterrizar a primera hora de la mañana.
En la mañana, tras desayunar y enterarse de lo sucedido en Polonia, con la caída de un misil, por lo que el presidente se manifiestó su preocupación con un comunicado, Fernández dialogó con Cafiero y el ministro Sergio Massa sobre las actividades que ambos enfrentarán en la agenda de este miércoles en la cumbre.
Fernández se descompensó ayer alrededor de las 11 hora local (medianoche argentina) cuando estaba en la antesala de la primera sesión del G-20.
En el primer momento se informó un cuadro de hipotensión y mareos. También se consignó entonces que el funcionario había sido trasladado para una serie de chequeos.
Cuatro horas más tarde se llegó al diagnóstico de la gastritis erosiva con sangrado. Fue tras una endoscopía y un análisis clinico, luego de lo cual el mandatario insistió en asistir a su bilateral prevista con el líder chino, Xi Jinping.
Luego, Fernández dialogó con los periodistas enviados a la cobertura del viaje y se mostró de buen ánimo. “Estoy muy bien”, dijo el mandatario buscando llevar tranquilidad en medio de una jornada en que la sopresa y conmoción por la situación marcó a la comitiva que lo acompaña.
“Fue un episodio complicado. Sangró mucho y eso le provocó la descompensación”, dijeron desde la comitiva.
La situación de Fernández logró también que la vicepresidenta, Cristina Kirchner, se comunique con él en la noche de Indonesia, mañana de Argentina.
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