El cura que enterró la reelección
En Misiones, el obispo venció a Rovira y al Presidente
La primera vez que se lo propusieron, Joaquín Piña rechazó el ofrecimiento. El obispo estaba de acuerdo con defender las instituciones, pero se negaba a ser el líder de la resistencia a la reelección ilimitada del gobernador Carlos Rovira. El único que logró convencerlo, después de una reunión a solas en La Rioja, fue el cardenal primado de la Argentina, monseñor Jorge Bergoglio.
Desde que tomó aquella decisión, el entonces titular de la diócesis de Puerto Iguazú se transformó en una figura nacional: encabezó la lista a constituyentes, logró encolumnar a toda la oposición misionera detrás de su figura y construyó un frente con el cual obtuvo un claro triunfo en las elecciones de octubre de 2006. El resultado electoral derivó en cambios políticos sustanciales. Inmediatamente después de la derrota, el presidente Néstor Kirchner -que había dado un respaldo explícito a Rovira- le pidió al gobernador jujeño, Eduardo Fellner, que abandonara su sueño de reformar la Constitución para alcanzar una nueva reelección. Lo mismo sucedió con el bonaerense Felipe Solá.
De repente, la imagen de aquel mesurado jesuita de 76 años se había transformado en una especie de símbolo republicano. "Le dije a Kirchner que no le convenía pegarse a Rovira. Fue su globo de ensayo, pero recibió un duro golpe", evaluaba el cura en aquellos días, después de haber encabezado una campaña no tradicional. Criticaba en misa, cuestionaba a funcionarios nacionales y caminaba Misiones siempre con la misma remera, que llevaba la imagen del arcángel San Miguel luchando con el diablo. Informal y desinhibido, contra un oficialismo fortalecido por los apoyos nacionales, el obispo reunió a todo al antirrovirismo: logró que la UCR y el PJ marcharan juntos y que el comunismo apoyara a un candidato de la Iglesia.
Después del triunfo, se negó a seguir en política: "Estoy aquí en defensa de las instituciones. Cuando esto termine, me vuelvo a mi casa". Según él, quería fortalecer la democracia y darle un mensaje al gobierno nacional para que no se involucrara en Misiones. Ayer, por primera vez frente al Presidente, repitió el mismo mensaje.
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