El costo del viaje de Javier Milei a Los Ángeles rondaría los 500.000 dólares, pero el Gobierno afirma que el vuelo costó 187.000 dólares
Es la primera vez que el mandatario lo usa; luego del ataque de Irán a Israel, Seguridad aconsejó que el Presidente deje de volar en aviones comerciales
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El debut del presidente Javier Milei en el viaje a Los Ángeles, Estados Unidos, con el avión presidencial, ARG-01, tuvo un costo de alrededor de 187.700 dólares según informaron fuentes oficiales a LA NACION. El monto consignado incluye, según detallaron: servicio de rampa, combustible y catering. Pero no están incluidos, informaron, los viáticos de la tripulación conformada por azafatas, pilotos y técnicos. Las mismas fuentes consultadas agregaron que la cifra exacta se conocería con la facturación al final del periplo. El monto informado difiere de cálculos y estimaciones hechas por otras fuentes que establecieron el costo en cerca de 500.000 dólares.
El Boeing 757 fue adquirido al finalizar la gestión de Alberto Fernández, en 25 millones de dólares, y es la primera vez que es usado por el mandatario libertario. Milei se había propuesto desde su llegada al poder usar aviones de línea, pero un cambio en el protocolo de seguridad, ordenado por la ministra Patricia Bullrich, cambió ese esquema.
Milei partió rumbo a Los Ángeles el sábado por la noche desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery. Junto a él viajaron su hermana y secretaria General de Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. El regreso está previsto para este martes.
Los costos se componen, mayormente del combustible requerido para completar la travesía, las horas de los pilotos y el estacionamiento de la aeronave en el aeropuerto estadounidense al que llegó y desde el que volverá en las próximas horas. El avión tiene 39 plazas, por lo que su tamaño implica un alto costo de combustible y estacionamiento. Los libertarios lo definieron como una aeronave de “lujo”, mientras que desde las filas de Fernández, donde siguen defendiendo la compra, lo señalan como “un avión ejecutivo”.
El viaje exprés del libertario fue para participar de la conferencia anual del Instituto Milken, una actividad que en la Casa Rosada describieron como “un Foro de Davos, pero de CEOs, inversores y empresarios”. Luego de dar la conferencia, Milei se reunió con inversores de diferentes empresas. “El Presidente tuvo una reunión con inversores de algunas de las empresas más importantes del mundo, como Exxon, Chevron, IBM y Blackstone, con el objetivo de intentar atraer inversiones a la Argentina”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Luego de ese encuentro, Milei se reunió con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, “para dialogar sobre diferentes modelos de negocios y financiación de los clubes de fútbol”, dijeron en Casa Rosada. Ese encuentro se dio en medio de la polémica que despierta en el país el debate por convertir a los clubes en sociedades anónimas.
Por último, Milei mantuvo un nuevo encuentro con el empresario Elon Musk, el magnate y directivo de Tesla, a quien conoció personalmente semanas atrás. Fue precisamente pocas horas después de verlo a Musk y antes de viajar a Dinamarca, donde se concretaría la compra de los aviones militares F-16, que se produjo el ataque de Irán a Israel. Milei no dudó en darle su apoyo irrestricto al pueblo y al gobierno israelí y canceló sus planes de volar a Copenhague. Desde allí retornó a Buenos Aires, donde pocas horas después se conoció la decisión de Bullrich de que por motivos de seguridad no podría seguir volando en vuelos de línea. También entonces se duplicó la seguridad presidencial, así como la de la Casa Rosada y la residencia oficial de Olivos.