El cordobés Juan Schiaretti insiste en que “no hay acuerdo” con Javier Milei y apuesta a la “reconstrucción” del peronismo
En el Congreso, los legisladores que responden al gobernador saliente empezaron a tender líneas con los representantes de otras provincias
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CÓRDOBA.- El gobernador Juan Schiaretti deja su rol en Córdoba en manos de su sucesor, el mandatario electo Martín Llaryora, pero no saldrá de la escena nacional. Se prepara para intentar la tarea de la “reconstrucción” de un peronismo “republicano y federal”. Seguirá de cerca la gestión del presidente electo, Javier Milei, en cuyo gabinete hay varios funcionarios que fueron parte de su gestión, pero insiste en que “no hay alianza”. Le desea suerte y asegura, igual que su sucesor, que hay que darle “gobernabilidad”. Los legisladores nacionales que le responden ya tienden lazos para ganar más peso en el Congreso.
Schiaretti cumplió jornadas intensas en sus últimas semanas de gestión, en las que mantuvo varios encuentros con empresarios, ante quienes ratificó que el “cordobesismo” está dispuesto a darle “gobernabilidad” a Milei, pero “sin acuerdos”. Toma distancia de las designaciones en la Nación de quienes ocuparon cargos en la Provincia.
“Habrán entendido que son buenos; Milei dijo públicamente que valoraba que Córdoba tuviera superávit fiscal”, señala y subraya que Osvaldo Giordano, su ministro de Finanzas que ahora dirigirá la Anses, es quien “más sabe del sistema previsional en el país”. Del resto no hace comentarios particulares. Schiaretti asegura que solo habló con el presidente electo cuando se encontraron en los debates presidenciales. “Nos saludamos bien, pero nada más”, precisa.
Otro cordobés confirmado en el gobierno nacional fue Franco Mogetta en la secretaría de Transporte. Cuatro días después del balotaje ya era parte del equipo. Sobre cómo llegó, desde el círculo más cercano al gobernador apuntan a que puede haber sido una “recomendación” de Fabián López, ministro de Servicios Públicos que seguirá en la Provincia con Llaryora. Su nombre también se barajó para el gabinete libertario; hubo algunos contactos, pero el pase no se concretó aunque sí se sumarían dos hombres que trabajan con él en la provincia: Luis Giovine (titular de la empresa estatal de energía) y Bartolomé Heredia (subsecretario de Desarrollo Energético).
Daniel Tillard, expresidente del Bancor (banco público de Córdoba) conducirá ahora el Banco Nación. Más allá de haber sido funcionario provincial y de que Schiaretti evalúa positivamente la situación de la entidad, Tillard tiene vínculos con la familia de la designada canciller Diana Mondino, dueña del Banco Roela en la provincia. Es cercano a Francisco Pendas, armador libertario en Córdoba e hijo de la futura ministra.
Schiaretti no adelanta opinión sobre lo que viene. Ante las consultas, repite que hay que “esperar” a ver qué y cómo lo hace Milei. Incluso en su alrededor son tajantes respecto de que no intervino tampoco cuando se barajó el nombre de Florencio Randazzo como posible presidente de la Cámara de Diputados. Se concentran en plantear que el peronismo “debe reconstruirse”, una tarea que admiten que será compleja y en la que creen que Randazzo también continuará trabajando.
En el Congreso
El bloque de Hacemos por Nuestro País en Diputados tiene ocho integrantes pero ya hay conversaciones con pares de Río Negro, Misiones, Neuquén y Salta. De mínima se harían alianzas particulares para acompañar o impulsar determinados proyectos; de máxima, será una bancada ampliada.
Quiero ser claro, seria comprensible que alguien """CAMBIE DE OPINIÓN""", 0 problema, pero devolvé la banca Agost Carreño.
— Martín Yeza (@martinyeza) December 7, 2023
Es una condición mínima de respeto. https://t.co/Doczyf9tp5
Los ocho diputados serán comandados por Ignacio García Aresca, exintendente de San Francisco y muy cercano a Llaryora. Liderará a los cordobeses Carlos Gutiérrez, Natalia De la Sota, Alejandra Torres y Juan Brügge, a los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, y a Randazzo. El bonaerense Alejandro “Topo” Rodríguez, se separó después del balotaje y criticó que Schiaretti diera un “apoyo vergonzante” a Milei. Terminó su mandato esta semana.
Los cordobeses no descartan “acercamientos” puntuales con Cambio Federal, el bloque presidido por Miguel Ángel Pichetto, quien compartió con Schiaretti el espacio de peronismo federal en 2017, grupo el que terminó desarmándose. El presidente del Pro cordobés, Oscar Agost Carreño, se sumó a ese grupo.
Afirmó que abandonaba el bloque de Pro por “pedido” de los gobernadores electos Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut). Su decisión causó malestar en Pro e incluso el exintendente de Pinamar y actual diputado nacional, Martín Yeza, le pidió por las redes sociales que “devolviera la banca”.
La posibilidad latente de convergencia en el Congreso de legisladores de diferentes partidos se fundamenta en los reclamos transversales de los gobernadores a la Nación por aspectos como la coparticipación y la obra pública. Los mandatarios provinciales entienden que son una “llave” que Milei necesita para tener los votos para sus principales proyectos.
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