El control de Insaurralde y Espinoza sobre sus distritos se sostiene, en medio de las tormentas judiciales
Se mantienen en el poder de los dos municipios de mayor peso en la decisiva tercera sección electoral, a pesar de las acusaciones por lavado, enriquecimiento ilícito y abuso sexual
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En el mundillo político de Lomas de Zamora, las versiones de un fuerte recambio que sacaría de juego a funcionarios municipales del círculo más estrecho de Martín Insaurralde estuvieron a la orden del día en las últimas semanas e hicieron presuponer un cimbronazo dentro de la administración del intendente Federico Otermín, de probada lealtad con el exjefe de Gabinete bonaerense. Pero la versión se desinfló y solo se concretó un puntilloso cambio de lugares que no alteró el poder del jefe del distrito y exintendente, a quien la Justicia investiga por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito desde que, el año pasado, estalló el escándalo conocido como “yategate”.
En La Matanza, el procesamiento del intendente local, Fernando Espinoza, por presunto abuso sexual, motivó que sectores minoritarios de la oposición local avancen con un pedido para que el jefe comunal se tome licencia en su cargo. La iniciativa recién será tratada el próximo jueves en el recinto, sin posibilidades de avanzar. Mientras tanto, el intendente reactivó su agenda y les otorgó un aumento de 15% a los municipales, en un clima político que dejó de agitarse al compás de sus complicaciones en la Justicia.
Insaurralde y Espinoza, los jefes políticos de los dos distritos con más votantes en la decisiva tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, conservan intacto su poder en sus terruños. Más allá de expedientes judiciales, en el caso del exintendente de Lomas de Zamora sus terminales de poder en la municipalidad no se alteran. El jefe comunal de La Matanza, en tanto, parece haber sorteado el primer golpe por su procesamiento sin consecuencias visibles para su dominio local.
A partir del 1º de junio, cesaron en sus cargos en el municipio de Lomas de Zamora dos funcionarios de máxima confianza de Insaurralde, pero no fueron desplazados, sino reubicados y con el mismo rango. Son Víctor Matassi, uno de sus abogados, y Alejandra Insaurralde, su hermana.
Matassi era secretario técnico, administrativo y legal de la Municipalidad de Lomas de Zamora y fue nombrado asesor, dependiente del intendente municipal y manteniendo el “rango secretario”, según consta en el decreto de su designación. El reemplazo de Matassi será Aldana Scillama, una militante de La Cámpora que es cercana a Daniela Vilar, ministra de Ambiente bonaerense y esposa del intendente Otermín.
Alejandra Insaurralde también cambió de función el 1º de junio y fue nombrada asesora informática; era subsecretaria de Sistemas Informáticos. Al igual que en el caso de Matassi, el decreto que oficializa su reubicación aclara que mantiene el “rango subsecretario”.
En Lomas de Zamora (un distrito con 575.820 electores habilitados, según la Junta Electoral bonaerense) hay también un nuevo secretario de Educación, Darío Spampinato. Desde el municipio de Lomas de Zamora dijeron a LA NACION que los cambios son solo “cuestiones de reacomodamientos en el equipo”. Muchos otros funcionarios permanecen desde las gestiones de Insaurralde.
“[A los cercanos a Insaurralde] No los echa, los desplaza. La influencia de Insaurralde sobre Otermín siempre fue total. La que sí quiere tallar es Daniela Vilar”, describe una fuente lomense que conoce el día a día de la política local.
El exintendente de Lomas de Zamora, que fue el principal socio de Máximo Kirchner en su ascenso dentro del Partido Justicialista bonaerense, mantiene su influencia intacta en Lomas y hay fuentes que, incluso, afirman que concurre asiduamente a la municipalidad. Con la trama que comenzó con la difusión de sus fotos navegando por Marbella junto a Sofía Clerici, el año pasado tuvo que renunciar a su cargo de jefe de Gabinete bonaerense y a su candidatura a concejal.
Espinoza, mandamás de La Matanza (el principal distrito bonaerense a nivel electoral, con 1.180.085 electores), continúa con su gestión sin percances serios que deriven del procesamiento por presunto abuso sexual sobre Melody Rakauskas. Tres concejales de Juntos por el Cambio (Mirta Ferreira, Cecilia Zacarías y Javier Ferreyra) pidieron que se tome licencia, pero ese proyecto recién se tratará el próximo jueves en un cuerpo legislativo en el que 13 de los 24 concejales responden al jefe comunal, por lo que carece de chances de concretarse. Además, el bloque de Juntos por el Cambio, que tenía seis ediles, se partió en dos.
“Empezó de nuevo con su agenda. El Concejo está más a favor que nunca. Nadie le va a pedir la cabeza, el tema puede influir en una futura candidatura”, analizó un dirigente peronista de La Matanza consultado sobre la situación de Espinoza.
Días después de su procesamiento, Espinoza firmó con el Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza un aumento de 15%. “El tema, en La Matanza, ni se menciona. Bajó la intensidad”, indicó un representante de otra de las múltiples vertientes del justicialismo matancero.
Espinoza mantiene anudado su control del peronismo local. “El es jefe, inclusive con respecto a la vicegobernadora [por Verónica Magario, exintendenta de La Matanza]. Es como un [Gerardo] Zamora”, lo definió un peronista de experiencia que lo comparó con el gobernador de Santiago del Estero, que alternó con su mujer, Claudia Ledesma, la silla de la gobernación santiagueña y una banca en el Sendo. El jefe comunal de La Matanza también cuenta con liderazgo en la Federación Argentina de Municipios, que preside y es otro frente que mantiene sin sobresaltos, a pesar del procesamiento en su contra.
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