Susana Malcorra no será secretaria general de la ONU: el Consejo de Seguridad postuló por unanimidad al portugués Antonio Guterres
Guterres, ex primer ministro de Portugal y actual jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), había sido el candidato más votado en las sucesivas rondas de consultas informales entre los 15 miembros del Consejo.
CORRESPONSAL EN EE.UU.Rafael Mathus Ruiz
NUEVA YORK.- En una decisión que llegó antes de lo esperado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas logró alcanzar un consenso y eligió al portugués Antonio Guterres para suceder el año próximo al actual secretario General, Ban Ki-moon.
Guterres, 67 años, quien fue jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y primer ministro de Portugal, era el claro favorito para el puesto, según sucesivas rondas de votaciones informales entre los miembros del Consejo. Hoy, tras la sexta votación, y en una inusual y sorpresiva muestra de unidad, los 15 embajadores de los países del Consejo anunciaron su decisión ante un puñado de periodistas que no ocultaron su asombro.
“Tenemos un claro favorito y su nombre es Antonio Guterres”, afirmó el embajador de Rusia, Vitaly Churkin, quien preside este mes el Consejo.
A su lado estaba la embajadora de Estados Unidos, Samantha Power, su rival natural, y los otros 13 embajadores que minutos antes habían tomado la decisión. Mañana, en la primera votación formal, Guterres será postulado por aclamación, anticipó Churkin. La Asamblea General deberá ratificarlo en otra votación.
La elección de Guterres le puso fin a las aspiraciones de la canciller, Susana Malcorra, quien había sido nominada por el presidente, Mauricio Macri. Además, echó por tierra la prolongada campaña de organizaciones civiles y de un grupo de países, entre ellos, la Argentina, a favor de nombrar por primera a una mujer al frente de Naciones Unidas. Guterres será el noveno hombre que dirigirá la ONU.
La decisión del Consejo, fracturado por las tensiones entre Moscú y las potencias occidentales, causó sorpresa por su celeridad: se esperaban más rondas de votaciones informales. Además, apenas la semana pasada Bulgaria había presentado a una nueva candidata, Kristalina Georgieva, vicepresidenta de la Comisión Europea.
El Consejo cortó con la tradicional rotación geográfica que rige la elección del Secretario General. Este año, se suponía que sería el turno de Europa del Este, pero ninguno de los candidatos de esa región logró el respaldo de todos los cinco miembros permanentes del Consejo, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, con poder para vetar cualquier nominación.
Las dos mujeres con mejores posibilidades eran las búlgaras Irina Bokova y Georgieva. Bokova contaba con el visto bueno de Moscú, pero no Washington, donde veían una cercanía demasiado riesgosa con Rusia, y Georgieva, que tenía el respaldo de varios líderes europeos, quedó muy relegada en la votación. Bokova cosechó siete rechazos, y Georgieva ocho. Guterres fue el único que no tuvo ninguno.
“Al final, había simplemente un candidato cuya experiencia, visión y versatilidad a través de una serie de áreas demostró ser convincente”, indicó Power a la prensa.
La carrera contó con 13 candidatos, incluidas siete mujeres. Nadie dudaba de la superioridad de Guterres. “Era el mejor candidato”, resumió a LA NACION Warren Hogue, del Instituto Internacional de la Paz, un organismo muy vinculado a Naciones Unidas. Pero, al ser un político habilidoso, con un estilo frontal, y provenir de un país europeo de la OTAN, se creía que Rusia y China objetarían su postulación.
Por eso, la pregunta hoy en la mente de todos era que habían obtenido Pekín, y, sobre todo, Moscú, a cambio de respaldar a Guterres.
Ahora, la Asamblea General, el cuerpo más representativo de Naciones Unidas, donde cada país tiene un voto y ningún país tiene poder de veto, deberá aprobar o rechazar la designación de Guterres en una votación simple. La Asamblea, se descuenta, aprobará la elección del Consejo. Guterres asumirá el cargo el 1 de enero de 2017.
“Resultados agridulces”, escribió la costarricense Christiana Figueres, una de las candidatas que se retiró antes de la última votación. “Amargo: no fue una mujer. Dulce: por lejos el mejor hombre en la carrera”, explicó.
Una vieja broma de Naciones Unidas sostiene que las potencias buscan que el Secretario General sea “un secretario más que un general”. Guterres llega con cualidades de sobra para romper con ese axioma. Enfrentará una pila de desafíos. Siria, desgarrada por una civil y la puja entre Washington y Moscú, es el más acuciante. Guterres conoce como nadie las complejidades de la crisis de refugiados. Además, deberá ponerse al frente de la implementación de la agenda de desarrollo 2030 y del acuerdo de París para luchar contra el cambio climático.
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