Postergan la reunión que preveía resolver la vacante en la Defensoría del Pueblo
LA NACIONLaura Serra
En medio de la parálisis legislativa por las elecciones, llamó la atención la sorpresiva convocatoria para hoy a la Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo. Esta convocatoria tiene una razón: la postulación, casi segura, del actual presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, como Defensor del Pueblo. Es un cargo que está vacante desde 2009.
Sin embargo, el llamado a la comisión se suspendió y quedó postergado para después del 10 de diciembre, tras el cambio de gobierno.
Monzó, un hombre crítico del gobierno de Mauricio Macri y de fluidas relaciones con los bloques de la oposición -en especial, con el peronismo-, finalizará su mandato el 10 de diciembre próximo. En los últimos días hizo trascender su interés por postularse como Defensor del Pueblo, cargo que está vacante hace 10 años por falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición, pues se requieren los dos tercios de los votos de ambas cámaras para formalizar la designación. Esta demora mereció el reproche de la Corte Suprema de Justicia que, en un fallo de 2016, advirtió que la vacancia de ese cargo "afecta negativamente en el acceso a la Justicia de un número indeterminado" de personas.
Creada por ley en 1993 e incorporada a la Constitución Nacional en la reforma del año siguiente, la figura del Defensor del Pueblo cumple un papel clave en la protección de derechos humanos
En la reunión de hoy, los senadores y diputados que integran la Comisión Bicameral de Defensoría del Pueblo tenían intenciones de proceder en la designación de sus autoridades. Una formalidad que permitirá dar inicio al proceso de designación del nuevo Defensor con la postulación de los candidatos. Entre ellos figura Gabriel De Vedia, ex titular de la Unidad fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises). Monzó, si bien no confirmó su postulación, evalúa seriamente presentarla este mediodía, trascendió de fuentes muy cercanas al presidente del cuerpo.
El presidente de la Cámara baja confía en que sus buenas relaciones con la oposición -sobre todo con quien será su sucesor en el cargo, Sergio Massa- le allanen el camino a la designación, confían sus allegados. El radicalismo, a priori, estaría dispuesto a darle su apoyo, aunque todo será fruto de una negociación: la presidencia de la Auditoría General de la Nación, que quedará vacante en diciembre próximo, deberá corresponderle a un representante de la oposición, y la UCR espera ocupar ese lugar.
Creada por ley en 1993 e incorporada a la Constitución Nacional en la reforma del año siguiente, la figura del Defensor del Pueblo cumple un papel clave en la protección de derechos humanos: tiene a su cargo la defensa de los derechos constitucionales de los habitantes frente a actos u omisiones del Estado y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas. El último Defensor del Pueblo fue el peronista Eduardo Mondino, quien supo dotar al cargo de una fuerte proyección política. Monzó no le iría en zaga si, efectivamente, confirma su postulación y sus colegas legisladores le otorgan su apoyo.
Por Laura Serra
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