El clima en el acto: una reafirmación para los seguidores libertarios, con menor concurrencia que la esperada
Milei hizo guiños a sus simpatizantes, como cuando cantaron “plebiscito, plebiscito”; su hermana Karina lo acompañó en el balcón del Cabildo cordobés y hubo silbidos para Llaryora
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CÓRDOBA.- El ministro de Economía, Luis Caputo, se convirtió en la “estrella inesperada” del acto del 25 de mayo que encabezó Javier Milei, quien lo calificó como un “rock star” durante su discurso y lo elogió varias veces por sus “logros” en la gestión. La llegada de la gente fue sobre la hora a la Plaza San Martín de la ciudad de Córdoba y, cuando el Presidente salió a saludar al balcón del Cabildo, había unas 6.000 personas. Fue menos de un tercio de la cantidad de seguidores que participó aquí mismo del cierre de campaña del libertario antes del balotaje.
En la plaza dominaron las banderas argentinas. En las sillas ubicadas en el “corralito” alrededor del escenario estuvieron los funcionarios nacionales, provinciales y municipales y militantes libertarios que pudieron ingresar. Desde ese grupo, precisamente, surgieron los cánticos reclamando “ley Bases, ley Bases” y un “plebiscito”. En el primer caso, parte de la concurrencia, se plegó. Ante el pedido de “plebiscito” el propio Milei -ubicado detrás de un atril- hizo un gesto “pícaro”.
El público había elegido cantos más generales como “libertad, libertad” y “Milei, querido, el pueblo está contigo”. La aparición de Milei en el balcón del Cabildo -su hermana y secretaria General de Presidencia, Karina Milei, se sumó a los pocos minutos- había sido tema de idas y vueltas, porque en el edificio histórico nunca hubo actos partidarios.
Unos 40 minutos antes del inicio del acto, comenzaron a llegar los integrantes del gabinete nacional. La primera en entrar al Cabildo fue Victoria Villarruel, la vicepresidenta. Después se sumaron Caputo; Guillermo Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; Diana Mondino; Luis Petri; Patricia Bullrich y Sandra Pettovello. Todos saludaban a la distancia, levantando la mano. Fue el diputado nacional José Luis Espert, quien se acercó al vallado, habló con los periodistas y saludó a la gente.
Posse, cuya continuidad en el gabinete está “en análisis”, según reconoció el propio Presidente, estuvo en una segunda fila. No estuvo el secretario de Culto, Francisco Sánchez. Cuando la voz oficial del acto mencionó a las principales autoridades hubo silbidos para el gobernador cordobés Martín Llaryora. Con Milei, el vínculo fue afectuoso, intercambiaron sonrisas y gestos amistosos.
Al final del acto, Caputo -quien hizo un “corazoncito” con sus manos cuando el Presidente lo mencionó y la gente lo vivó al grito de “Toto”- fue uno de los primeros en acercarse a saludar a la gente. Ante un grito de “Córdoba te ama”, Milei hizo una pausa en su discurso y respondió “Yo también”. Después hubo otros elogios de voces individuales.
Desde temprano, hubo un férreo control de seguridad y, además, personal de seguridad de la Casa Rosada con detectores de drones que se encargaron de interferir a todos los que se veían en la plaza.
El operativo de seguridad consistió en tres cordones que estuvieron a cargo de fuerzas federales en coordinación con la Policía de Córdoba. Hubo tres detenidos y el ministro provincial, Juan Pablo Quintero, lo definió como “un éxito “. A él se lo vio cercano a Bullrich.
El helicóptero presidencial arribó el viernes a la ciudad de Córdoba. El Presidente lo abordó en el aeropuerto y así arriboa El Panal, donde lo recibió Llaryora. Por tierra fueron al acto. El regreso fue igual; en la Casa de Gobierno volvió a subirse al helicóptero y de ahí al aeropuerto Taravella.
Protestas
La máxima tensión en las protestas organizadas por la llegada de Milei se dio cerca del mediodía, cuando hubo corridas entre la Gendarmería y manifestantes de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) camino al aeropuerto internacional Ambrosio Taravella.
La protesta duró unas dos horas. Hubo, al comienzo, cruces con la Policía, pero el pico fue por los gases lacrimógenos de Gendarmería. Después de eso, se replegó ATE y se levantó la protesta.
A las 13 se realizó el acto de las dos CGT en pleno centro de la ciudad. Hubo un documento conjunto de los gremios, que remarcó sus críticas a la gestión libertaria.
“Atacan al Estado, desfinancian la salud, la educación, la ciencia y la tecnología. Nada bueno e está cocinando para los trabajadores, para el pueblo. Está siendo molida la estructura económica que nos permitiría desarrollarnos como país; se desploma el consumo y, lo más triste, se desploma el de alimentos, lo que quiere decir que cada vez hay más argentinos con hambre. El uso de la capacidad industrial instalada apenas supera el 50%. Estamos en franca recesión y, con esto, pretenden lograr la paz, la paz de los cementerios”, señaló el texto.
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