Rearmado opositor | El mensaje de Cristina Kirchner pegó en los sindicatos y se abre otra interna en el PJ
En la carta dijo que los gremios no representan a la mayoría de los trabajadores; Pablo Moyano y Andrés Rodríguez le salieron al cruce; la expresidenta impulsa una actualización del peronismo
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Cristina Kirchner no pensó el documento que publicó el viernes como una forma de trenzarse en un mano a mano con Javier Milei. Por cierto que eso le sirvió, porque la puso en un lugar de centralidad política que perdió hace algún tiempo. Pero lo que buscó la expresidenta fue dejar un mensaje al interior del peronismo. Una suerte de hoja de ruta para exhortar a la dirigencia a que haga un click programático si quiere volver a ganar elecciones.
Los primeros que se sintieron tocados son los sindicatos. Tanto los gremios dialoguistas como los que planean salir a la calle a agitarle el clima social al Gobierno se vieron interpelados por la expresidenta. “Que de nombres o yo no me voy a hacer cargo”, advirtió Pablo Moyano, uno de los triunviros de la CGT que convoca, desde la Corriente Federal, a una marcha sobre el Congreso el próximo miércoles. A su vez Andrés Rodríguez (UPCN) dijo que la CGT dará “libertad de acción”. Fue otra muestra de que no tienen acuerdo interno sobre cómo enfrentar a la administración de Milei.
Y menos aún, si los dardos les llegan desde el propio peronismo. “Siempre está la discusión de que las banderas no se lavan ni se bajan, casi como una cuestión de honor, pero esto sería poner nuevas banderas”, afirmaron en el entorno de Cristina Kirchner, sin admitir que el razonamiento implicaría una suerte de actualización política adaptada a los tiempos del predominio libertario. No obstante, blanquearon que en el PJ necesitan “refundar ideas” y dejar de hablarle solo al trabajador en blanco, al que está sindicalizado, para ampliar el espectro hacia el “otro trabajador”.
A nueve meses de la llegada de Milei y “las fuerzas del cielo”…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) September 6, 2024
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No lo reconocen abiertamente, pero la afinidad que Milei construyó con los delibery de Rappi -en cuya imagen englobó a los trabajadores cuentapropistas y precarizados- para apalancarse en una base electoral que saltó los muros históricos del liberalismo, es algo que impactó hasta provocarle un desequilibrio de orden identitario al peronismo. “Cristina tiene que revisar mejor los números. Hay un 45% de informalidad que se viene arrastrando e incrementando”, dijo el “Centauro” Rodríguez al programa Toma y Daca, de AM 1750.
Bajo el subtítulo “El peronismo se desordenó”, la expresidenta se metió con algunas vacas sagradas del propio espacio. Habló de “la modificación de las relaciones laborales”, advirtió que los sindicatos “ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores”; cuestionó el “viejo modelo del Estado omnipresente” que lleva a pensar que el empleo del sector es un “gasto innecesario”; y lamentó que no se impulsara la “reversión del déficit fiscal”. En ese punto hizo una autocrítica económica.
“Protesta inteligente”
La carta que publicó Cristina Kirchner contiene el único elemento que cohesiona al peronismo en la actualidad: el rechazo al rumbo económico que le imprime Milei al país. Pero de ahí para abajo, la principal fuerza de oposición no tiene muchos acuerdos. Uno de los debates de estos días es si el PJ debe mutar su pasividad inicial ante la gestión libertaria en una nueva etapa de activismo callejero. El segundo es si la propia expresidenta conducirá ese proceso o su liderazgo quedará superado.
Cristina Kirchner parece ser consciente de esta situación. La búsqueda de la centralidad política perdida -objetivo para el cual Milei le acaba de dar una mano inestimable por el afán polarizador de Santiago Caputo- es determinante para ella en momentos en que distintos sectores del PJ, como los que empujan el recambio de figuras a través de Axel Kicillof, o los que plantean “volver a la calle” para iniciar una fase de resistencia a la administración libertaria, ponen en tela de juicio las directivas que emanan del Instituto Patria.
Por eso no resulta casual que Cristina Kirchner haya incluido una referencia directa a los gremios cuando sostuvo que los trabajadores registrados en la actividad privada son minoría y solo el 40% está sindicalizado, lo que provoca una “consecuencia objetiva”: que “las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo, ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores”. Una forma de decirles que, si fuera por ella, no se sentarán a la mesa de conducción.
En el entorno de Cristina Kirchner afirmaron que “las protestas van a ir in crescendo cada vez que estos tipos quiten un derecho”, pero advirtieron que “hay que hacerlo con inteligencia para que sean masivas” y que provoquen un efecto concreto en el Gobierno y la sociedad. “Porque si no te ponen un dron y chau”, concedió una fuente consultada por LA NACION. De ese modo se diferenciaron de grupos de izquierda que se manifiestan de forma semanal, por caso ante el Congreso, aunque visiblemente no atraen a las multitudes.
Los gremios están preocupados por la reforma laboral, pero Cristina Kirchner ya está pensando en las elecciones de 2025, como una escala decisiva de cara al recambio de 2027. “El mensaje fue en clave electoral. De ahora en más, los que quieran tener lugares electivos van a tener que hacer un click en su cabeza para que la gente los elija”, razonó un encumbrado integrante de La Cámpora. El mensaje era para los propios, no para Milei. Pero la polémica la benefició.
El kirchnerismo ensaya otras formas de protesta no alineadas con la modalidad sindical clásica. Por caso, la manifestación de jubilados ante el Congreso, que el último miércoles terminó con graves incidentes con las fuerzas de seguridad, puede ser tomada como una señal de confluencia con grupos de izquierda para retratar “en primera persona” el sufrimiento de algunos sectores sociales a raíz del ajuste fiscal de Milei. De paso, el mensaje es que será creciente el desafío al protocolo antipiquetes de la ministra Patricia Bullrich. Pero en el Patria relativizan que esa lógica vaya a imponerse en forma definitiva.
Tampoco hacen cerca de la expresidenta mucho caso al operativo clamor del streaming kirchnerista para que se largue a “caminar por la 9 de Julio”, como un gesto necesario para recuperar el poder de movilización del peronismo. “Son expresiones de deseos de compañeros que no se corresponden con la realidad”, avisaron desde el Patria. Sin embargo, afirmaron que Cristina Kirchner quiere que el PJ se “deje de hinchar las bolas con las internas”. Y que se ponga a debatir qué propuesta presentará a los argentinos en 2025.
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