El cierre del FDT volvió al viejo tono cristinista, con los discursos largos, la presencia militante y los hits contra Macri
La vicepresidenta habló casi una hora, descontracturada para chicanear y enardecer a las organizaciones kirchneristas, que por primera vez participaron masivamente de un actividad de campaña
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El regreso del kirchnerismo más puro pareció quedar oficialmente plasmado esta tarde en el acto de cierre de campaña del Frente de Todos. El lugar, Tecnópolis, un símbolo de la gestión cristinista; militancia en las adyacencias, como en los mejores años del kirchnerismo, y un extenso y encendido discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner, marcaron el final de una campaña en la que el oficialismo tuvo muchas dificultades.
El acto volvió a mostrar juntos públicamente al presidente Alberto Fernández y a la exmandataria, casi un mes después de su última incursión conjunta, en la que Kirchner le había sugerido que pusiera “orden”. Fue en vísperas del Olivosgate, que dejó en jaque a Fernández por la filtración de la imagen de los festejos en plena pandemia, a lo que le sumó varios traspiés a la hora de defenderse.
Fernández y Kirchner fueron los únicos oradores en el acto de hoy, en el que estuvieron acompañados en el escenario por candidatos, gobernadores, referentes e intendentes. Una gran puesta en escena de la unidad, a pesar de todas las tensiones internas. De fondo, en una pantalla que cambiaba colores rutilantes, se repetía la frase insignia de la campaña: “La vida que queremos”.
La vicepresidenta fue la primera en hablar y lo hizo, con vehemencia, durante cincuenta y siete minutos, en los que despertó ovaciones de los invitados. Sus intervenciones también despertaron risas y varios aplausos de pie. Fernández fue más breve (37 minutos) y a diferencia de su antecesora, recogió aplausos y recién al final los asistentes se pararon para el aplauso final.
Aunque con discursos completamente distintos en tono, impacto y contenido, Kirchner y Fernández si coincidieron en hacer hincapié en la idea de “dos modelos” de país. La polarización fue el eje ordenador de todo el mensaje del Frente de Todos en el último tramo de la campaña.
Lejos del modelo inicial en el que cerca de Fernández afirmaban que se mostraría lejos de un modo combativo y con propuestas, el jefe de Estado confrontó con el modelo macrista. Y se refirió a la justicia, uno de los temas que el propio manual de campaña del Frente no recomendaba abordar.
El acto de esta tarde, que comenzó casi una hora después de lo esperado, no respetó todos los códigos que impone el justicialismo en sus cierres. Fue de día, en un lugar techado, y sin militancia dentro del estadio. Allí solo funcionarios, candidatos y referentes que en su mayoría en la previa no respetaron las distancias interpersonales, dispuestas por la pandemia de Covid- 19.
El lugar elegido fue en el microestadio de Tecnópolis, un predio techado en el que se ubicaron los poco menos de mil invitados. “Lo siento como el living de mi casa”, dijo Kirchner y cuando no había pasado ni un minuto de su discurso nombró por primera vez al expresidente Mauricio Macri.
En el escenario se ubicaron los principales candidatos nacionales, en tanto otros los siguieron desde sus respectivas provincias de forma virtual. Parados, detrás de Fernández y Kirchner, estuvieron Victoria Tolosa Paz, Leandro Santoro, el cordobés Carlos Caserío, y el correntino Carlos “Camau” Espínola. Los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof, el de Catamarca, Raúl Jalil, de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y de Chaco Jorge “Coqui” Capitanich. A la derecha en el escenario también estaba el cuestionado gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, a quien Kirchner saludó especialmente. También estuvieron Máximo Kirchner y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Fuera del estadio se congregaron militantes del Movimiento Evita, Juventud Peronista, y Barrios de Pie, entre otras agrupaciones, que por primera vez aparecieron en forma masiva en una actividad de campaña. Marcharon sin distancia interpersonal, a respaldar el último mensaje previo a las elecciones primarias, pero no pudieron entrar y siguieron el acto desde uno de los ingresos al predio ubicado en Villa Martelli.
El acto estaba originalmente previsto para realizarse en el estadio Único de La Plata, pero el mal clima a nivel meteorológico obligó al cambio de planes. Otro factor externo que coló modificaciones en la organización fue el partido de la selección de fútbol local contra Bolivia. Previsto para las 20:30, el encuentro condicionó el horario y el cierre se hizo inusualmente temprano.
Al estadio en Tecnópolis llegaron poco menos de mil invitados, entre funcionarios, candidatos y referentes de los espacios que conforman la coalición gobernante.
Desde las primeras filas los escuchaban el embajador de Brasil, Daniel Scioli; el secretario de Justicia, Juan Martín Mena; los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak; los sindicalistas Hugo Moyano, Héctor Daer, Hugo Yaski, José Luis Lingeri y Andrés Rodríguez; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; candidatos como Gisela Marziotta y Daniel Arroyo; la titular del PAMI, Luana Volnovich; los diputados Eduardo Valdés y Carlos Heller; y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. También estuvieron la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca.
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