La pareja de Sofía Pacchi aspiraba a quedarse con el monitoreo de seguridad de la quinta de Olivos
Robert Chien buscaba proveer de cámaras de control al Gobierno, pero después de que se desató la polémica por sus visitas a la residencia presidencial sus chances quedaron muy devaluadas
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Robert Chien, el empresario argentino naturalizado de origen taiwanés, teme que el ruido provocado por sus visitas a la Quinta de Olivos afecte sus negocios. En particular, uno que todavía no se concretó. ¿Cuál? La provisión de vigilancia informática de la propia residencia presidencial, que ya daba por ganada, según le anticipó a sus amigos y allegados que dialogaron con LA NACION.
Chien Chia Hong, quien algunos allegados sindican en Buenos Aires, pero otros en Miami, tenía motivos para ilusionarse. El Gobierno quería actualizar las cámaras de monitorio y seguridad de la quinta. Y su socio en la firma Apache Solutions SAS, Hugo Enrique Gavassa, es ideal para esta tarea. Trabajó en Presidencia de la Nación entre 2005 y abril de 2017. Es decir, para los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Mauricio Macri, siempre en el área de informática.
Tras alejarse de la función pública, donde llegó a ser el director de Gestión Informática, Gavassa se mantuvo en contacto con sus excompañeros de trabajo. Y después de la asunción de Alberto Fernández ingresó repetidas veces a la Quinta de Olivos, al igual que Robert Chien, sus empleados y empleados de firmas asociadas.
Así, sólo entre fines de diciembre de 2019 y abril de este año, los dueños, empleados y subcontratados por Apache Solutions entraron en al menos nueve ocasiones a la residencia presidencial. En algunos días ingresaron a pie; en otras, con sus propios vehículos, que fueron antes autorizados a entrar.
Chien ingresó al menos cuatro veces. La primera fue el viernes 27 de diciembre de 2019, junto a Gavassa y a un empleado de la firma Hikvision, a la que presentan como su “socio comercial” en su página oficial de Internet. Ingresaron, juntos, a las 9.15, y se retiraron, los tres, a las 10.38, según consta en los registros oficiales que compulsó LA NACION.
Luego, “el chino”, como lo sindicó el Presidente en sus declaraciones ante la prensa, también ingresó el 10 de enero, el 2 de abril –día de cumpleaños de Alberto Fernández- y 11 de noviembre de 2020.
Desde la Casa Rosada, ante la consulta de LA NACION, indicaron que Chien siempre entró a Olivos como acompañante o, incluso, mero “chofer” de su entonces pareja, Sofía Pachi, amiga y asesora de la primera dama, Fabiola Yañez.
Los registros de ingresos y salidas de la Quinta, sin embargo, muestran una correlación entre los ingresos de Chien y otros vinculados a Apache Solutions. Además del 27 de diciembre de 2019, Gavassa y otros empleados y asociados a la firma de Chien entraron el 3, 6, 9, 10 y 16 de enero de 2020, como también el 11 de noviembre de ese año –en el mismo horario que Chien-, y el 14 de mayo de 2021.
Ese miércoles 11 de noviembre de 2020, los registros oficiales tampoco muestran una correlación entre los ingresos de Chien y su entonces pareja. El empresario ingresó a las 15 y se marchó a las 19; ella, entró a las 22.01 y se retiró media hora después, según precisó Infobae.
(LA NACION llamó a las oficinas de Apache Solutions, pero tanto Gavassa como Chien –al que también se contactó a través de dos casillas de correo- no respondieron las consultas, al igual que dos de los empleados que ingresaron en la quinta).
El viernes 14 de mayo pasado, Chien no ingresó a la residencia presidencial. Pero sí entraron Gavassa y un empleado de Apache Solutions. Los acompañó el actual coordinador de Gestión Informática de la Presidencia, Darío Paolini, quien sería un excompañero de Gavassa, según reveló la revista Noticias.
De acuerdo a la Oficina Nacional de Contrataciones, Apache Solutions se registró como proveedor del Estado nacional en julio de 2018. “Desde el 10 de diciembre de 2019 a la fecha”, abundó, “fue adjudicatario total o parcialmente en seis procesos de compras por un valor total de $ 6.961.826”
“Mancha venenosa”
Sin embargo, si Chien aspiraba a quedarse con algún contrato vinculado a la seguridad informática de la quinta de Olivos, desde Presidencia ahora lo descartan por completo. “Para nosotros era sólo ‘el Chino’ que llevaba y traía a Sofía Pachi, pero ahora es una ‘mancha venenosa”, indicaron a LA NACION. “Y encima, para cuando se armó el revuelo, ya se había peleado con ella”.
Chien deberá avanzar por otros caminos, donde ya compitió por contratos. Por ejemplo, en las provincias de Entre Ríos y Mendoza, las municipalidades de Córdoba y de San Isidro, la empresa Aeropuertos Argentina 2000, o los poderes judiciales de la Nación y bonaerense, como difunden en su website.
Para Chien, que se define a sí mismo con un detallista y un amante de los aviones y los asados, obtener esos contratos le permitió dejar atrás algunas turbulencias económicas y financieras que lo llevaron a afrontar dos ejecuciones fiscales de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Según surge de los registros judiciales que cotejó LA NACION, la primera fue cuando comenzaba a recorrer el mundo de los negocios, en 2000 –en las postrimerías de la convertibilidad-; la otra, en 2019, ya como socio de Apache Solutions.
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