El cerebro de Helvetic, muy activo en los paraísos fiscales
El abogado Néstor Ramos estuvo detrás de La Rosadita y aparece en la ruta del dinero K
Néstor Marcelo Ramos, el responsable de Helvetic Service Group -misteriosa controlante de La Rosadita de Puerto Madero- mantiene un prolífico despliegue en los paraísos fiscales. Según documentos de Panamá Papers, este abogado italoargentino no sólo estuvo detrás de la compra de SGI, sino que también aparece en el entramado de la "ruta del dinero K" con otra firma, Swisser AG. El juez federal Sebastián Casanello, a cargo de la causa por lavado de activos contra Lázaro Báez, quiere determinar su rol y lo citó a indagatoria.
Ramos es un gran jugador del mundo offshore. Es dueño, accionista o directivo de al menos seis sociedades radicadas en el Reino Unido, Nevada, Panamá y la isla Niue de la Polinesia, de acuerdo con los documentos de Mossack Fonseca que investigó la nacion a instancias del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) y del diario alemán Süddeutsche Zeitung.
En la Argentina lleva años bajo la lupa judicial. En 2013, el fiscal José María Campagnoli lo señaló como el "enigmático testaferro" de Báez. Y esta semana, Casanello lo citó a prestar declaración indagatoria el 13 de mayo, dispuso la inhibición de sus bienes y le prohibió salir del país.
Mossack Fonseca también investigó a Ramos. Cuando el ahora arrepentido valijero Leonardo Fariña habló en Periodismo para todos y estalló el caso Báez, el estudio panameño ordenó una investigación interna de este activo cliente con centro de operaciones en Suiza. Durante dos años le reclamó, a través de 20 mails sucesivos, reportes bancarios para prevenir maniobras de lavado.
¿Por qué? Porque Ramos figura en más de 200 registros internos de Mossack Fonseca, fechados entre 2008 y 2013. En todos fijó su domicilio en las oficinas de la empresa Swisser AG, ubicada en Via Cantoniale 6, de la ciudad suiza de Lugano. Su dirección de correo electrónico también era de un dominio de esa compañía. la nacion intentó contactarlo. pero no respondió los mensajes.
De acuerdo con los documentos, Swisser AG es accionista de la offshore Jaguar Capital LLC, una firma que fue vinculada a Báez por una venta de terrenos en Uruguay hace dos años.
En abril de 2014, la justicia uruguaya advirtió maniobras sospechosas en la compraventa de dos lotes ubicados en Playa Brava, una de las zonas mejor cotizadas de Punta del Este, que terminaron con el dueño de la constructora Esuco y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, como su beneficiario, según reveló el diario Perfil. Es decir, otro de los nombres a los que Fariña durante su primera indagatoria como "arrepentido" de la llamada "ruta del dinero K".
La primera sospecha surgió porque Jaguar Capital compró los terrenos por US$ 3 millones cada uno, para luego vender uno de ellos por US$ 2 millones, en una zona donde los precios inmobiliarios siempre fueron en alza. El Banco Central de Uruguay (BCU) detectó, además, que entre marzo de 2012 y marzo de 2013, Jaguar Capital LLC giró US$ 16,5 millones a una cuenta bancaria radicada en Liechtenstein, a nombre de Helvétic Services Group. Jaguar Capital LLC explicó que esa transferencia era, justamente, por el pago de uno de estos terrenos de Punta del Este. Pero con un problema: giró un monto ocho veces mayor al precio de venta.
De acuerdo con los Panamá Papers, Jaguar Capital LLC fue creada el 4 de septiembre de 2006 en Nevada. Según un mail de Mossack Fonseca, tuvo varios managers: la sociedad Aldyne, de Seychelles, el argentino Alejandro Javier Cupi, los uruguayos Juan Pedro Damiani y Juan Fernández Methol, y Plascot Limited. Casanello ya incorporó en el expediente la operación en Punta del Este de la sociedad Jaguar Capital.
Ante Casanello, Fariña también aportó otro nombre que conecta con Ramos. Se trata de Santiago Walter Carradori, quien habría operado desde Buenos Aires para la firma española Sambers Antares SL, que recibió millones de euros. ¿El rostro visible de esa sociedad española? Ramos.
Así, Ramos acumula posibles conexiones con la causa de "la ruta del dinero K". En su paquete de medidas del lunes pasado, Casanello pidió investigar diversos expedientes de la UIF "en relación con la firma de electrodomésticos Garbarino" por su vinculación con Helvetic. Swisser AG, comando de operaciones de Ramos en Suiza, fue también accionista de esa firma en la Argentina.
La historia se remonta la crisis del 2001, cuando los hermanos Omar y Daniel Garbarino decidieron "proteger" sus activos y sacarlos al exterior. Para ello, constituyeron dos fideicomisos en Panamá, a través de Mossack Fonseca. Según consta en un contrato de octubre de ese año, designaron como fiduciario a otra firma panameña: Financiera del Exterior del Comercio SA (FEC). Los hermanos dejaron de figurar, así, como accionistas de la empresa familiar y FEC se convirtió en la controlante del 94,99% de sus acciones. Los Garbarino sólo quedaron en los papeles como dueños, cada uno, del 0,0001%. El 5% restante estuvo, hasta el 12 de junio del 2013, en manos de Swisser AG.
Este punto llamó la atención de Casanello ya que desde 2005 y hasta fines de abril del 2013, el 100% de FEC estuvo controlada por Helvetic Services Group, señalada por Federico Elaskar como la firma que se terminó quedando con su financiera SGI. La cúpula del Grupo Garbarino había explicado a la nacion que Helvetic fue una "sociedad vehículo" a la que apelaron como parte de una ingeniería financiera "luego desactivada".
Ramos volvió al país en 2015. Ingresó por Uruguay y Casanello dispuso la prohibición para que salga del país. Ahora, tanto la compra de La Rosadita, como la venta de terrenos de Jaguar Capital, las operaciones detrás de Garbarino y el propio Ramos figuran en el expediente y son investigados. Pero para Mossack Fonseca, Ramos quedó bajo la lupa muchos años atrás. "Por favor no proceder con ningún pedido de este cliente, dado que está vinculado al «caso argentino»", anotaron los panameños al pie de su ficha personal.
Con la Colaboración de Mariel Fitz Patrick y LN Data