El aborto y los cuadernos de las coimas, presentes en una cena con funcionarios, empresarios y embajadores
El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) cumplió 40 años en junio y lo celebró anoche en una cena con cientos de invitados en La Rural junto a diplomáticos, embajadores, funcionarios y exfuncionarios, académicos y referentes de la cultura.
El CARI, el cuarto mejor think tank de América Central y del Sur según la Universidad de Pennsylvania, fue fundado en junio de 1978 por iniciativa del diplomático Carlos Manuel Muñiz, impulsor también del lnstituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), la escuela de formación del cuerpo profesional diplomático de la Argentina.
El presidente de la institución, el excanciller Adalberto Rodríguez Giavarini, fue el primer orador de la noche en el salón central de La Rural. "El CARI ha sido siempre un puente hacia el mundo para integrarnos a él pluralmente desde nuestra cultura y nuestro interés nacional. Ese es nuestro objetivo, y nuestro destinatario final es la sociedad argentina", resumió.
En la mesa principal lo escucharon los ministros Javier Iguacel (Energía) y Luis Miguel Etchevehere (Agroindustria); el sherpa del G-20, Pedro Villagra Delgado; el académico Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC y vicepresidente del CARI; el economista Roberto Lavagna, y el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, Franco Moccia, entre otros.
Invitados. El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horario Reyser; la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso; el secretario de Comercio, Miguel Braun; el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco; el subsecretario representante ante la OCDE, Marcelo Scaglione; los diputados Cornelia Schmidt-Liermann y Ezequiel Fernández Langan; el senador Rodolfo Urtubey; el fiscal Carlos Stornelli, y el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, fueron de los primeros en llegar a La Rural.
El embajador de Estados Unidos, Edward Prado; la embajadora de México, Mabel Gómez Oliver; el embajador de Francia, Pierre Henri Guignard, y la viceembajadora del Reino Unido, Elizabeth Green, coincidieron durante tres horas con el presidente de IRSA, Eduardo Elsztain; el ejecutivo Guillermo Stanley, y con el economista Martín Redrado, a quien muchos le preguntaron por su bronceado.
Conversaciones. Surgieron dos temas de charla entre algunos asistentes: el llamado a indagatoria y pedido de desafuero de la senadora y expresidenta Cristina Kirchner por los cuadernos de las coimas , y la sesión prevista para el miércoles próximo por la legalización del aborto.
"La Justicia tiene que actuar", repitieron casi al unísono los funcionarios del gobierno nacional cuando fueron consultados sobre los cuadernos de las coimas, causa a cargo del fiscal Stornelli -presente en la cena- y el juez Claudio Bonadio .
En una semana especialmente tensa para el empresariado argentino tras las detenciones de varios contratistas de obra pública por los cuadernos de las coimas, un funcionario deslizó: "Los empresarios no tienen que ser amigos de los gobiernos".
Además de la coyuntura política, hubo menciones a las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea ( UE) y a la demora para firmar el acuerdo. En las últimas semanas, el canciller Jorge Faurie dijo que las gestiones habían alcanzado "la última etapa".
Faurie fue el gran ausente de la noche en La Rural: estaba en Singapur, adonde ayer participó de la 51° Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), y adonde firmó la adhesión de la Argentina al Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste Asiático (TAC), un bloque de 10 países que comprenden el 3,4 por ciento del PBI global y el 7 por ciento del comercio mundial.
Sin embargo, Faurie no fue el único ausente: funcionarios, dirigentes y personalidades lamentaron que la cena del CARI se superpusiera con la gala de la Fundación Zaldivar porque tuvieron que elegir entre ir a una u otra. La vicepresidenta Gabriela Michetti, por ejemplo, tenía previsto ir primero a la cena solidaria y luego a La Rural, pero no llegó a tiempo. De todas maneras, la presidenta del Senado estuvo en boca de muchos: corrió rápido la noticia de que había pedido al interbloque Cambiemos que iniciara el proceso parlamentario para tratar el allanamiento de las casas y oficinas de Cristina Kirchner.
El menú. Las mesas, de diez comensales cada una, estaban identificadas con nombres de ríos del mundo y ordenadas alfabéticamente. El menú incluyó blinis de maíz con salmón ahumado del Pacífico, cream cheese y endivias, de entrada; fondant de Gigot de cordero con papas rotas y parmesano con compota de vegetales de plato principal; y de postre, crostata de manzanas y peras perfumadas con limas y jengibre y helado.
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