El asesinato de Gutiérrez: las diferentes estrategias de defensa de los cuatro acusados del crimen

EL CALAFATE.- Los cuatro jóvenes detenidos por la muerte del exsecretario presidencial Fabián Gutiérrez enfrentan la causa penal con estrategias diferenciadas y eligieron caminos separados desde el mismo domingo en que el juez Carlos Narvarte les negó la excarcelación.

De los cuatro detenidos, solo los hermanos Agustín y Facundo Zaeta comparten abogados. Los otros dos acusados, Pedro Monzón y Facundo Gómez, tienen cada uno el suyo. Solo Monzón aceptó declarar en indagatoria.

Fueron detenidos el viernes a la noche -y alojados en dos comisarías diferentes- como consecuencia de los datos relevados en la escena del crimen y de elementos que llegaron a manos de los investigadores. Se trata de jóvenes conocidos en la ciudad, que desde el sábado sigue atónita el caso que conmovió a la país, tanto por las vinculaciones del personaje involucrado, que fue secretario privado de Cristina Kirchner y declaró en la Justicia contra ella, como por la virulencia con la que se provocó su muerte.

A tres días de haber encontrado el cuerpo de Gutiérrez, Monzón y Gómez están representados por abogados del fuero local, en tanto que los hermanos Zaeta son defendidos por un abogado local y por el estudio de Carlos Muriete, un penalista de Río Gallegos, conocido por representar casos difíciles.

A diferencia de los diez rugbiers acusados de la muerte del joven Fernando Sosa Báez en Villa Gesell, que mantienen todos la misma estrategia de defensa, en este caso no parece haber acuerdo entre los detenidos ni sus familias.

Las diferencias en la estrategia de defensa quedaron a la vista el domingo, cuando Monzón fue el único que aceptó prestar declaración indagatoria. El lunes por la mañana pidió ampliar su declaración. Si bien no trascendió el detalle de lo que dijo, se sabe que aportó datos y lugares que les permitieron a los investigadores avanzar con allanamientos e inspecciones oculares. A cada paso, Monzón estuvo acompañado por su abogada.

De los cuatro jóvenes detenidos, tres están en la comisaría primera, sobre la avenida principal de la ciudad. Se trata de un viejo edificio de la década del 60 que cuenta con tres pequeñas celdas de dos metros cuadrados, sin camas, con colchones en el piso. Las celdas, ubicadas en el fondo, dan a un patio interno y comparten un baño: el papel higiénico lo debe llevar la familia del detenido.

Cada uno ocupa una celda. Allí están Agustín Zaeta, Pedro Monzón y Facundo Gómez. Comparten las comidas que para todos provee la alcaidía, que cuenta con cocineros. Todo lo que les lleven sus familias es recibido por el celador, que controla lo que entra y confecciona un recibo que firman el detenido y la visita. Luego, las guarda en una taquilla con el nombre de cada detenido y se las va racionando. Allí también reciben a sus abogados.

Un poco mas cómodo, pero alejado de su hermano y sus amigos, Facundo Zaeta está alojado en la comisaría segunda, en la zona alta de la ciudad. Es un edificio nuevo que se encuentra junto a la alcaidía de la ciudad. Trascendió que, al ser el que está mas complicado en la causa, decidieron mantenerlo alejado.

El lunes hubo una nueva recorrida. Se colectó una campera en un desagüe con tapa en la obra en construcción donde el viernes a la tarde se localizó el celular de Gutiérrez, en el Barrio 50 Viviendas. Se visitó también un baldío ubicado frente a la casa del exsecretario presidencial. Allí, entre matas, la policía secuestró un palo. Como parte de las mismas requisas, en otro punto de la ciudad indicado por Monzón, se encontraron trapos, un bidón de lavandina, Cif, dos routers y una pala de cocina de plástico.

A lo conocido el lunes se sumaron dos procedimientos más, destinados a buscar los celulares de los jóvenes detenidos, que no dieron resultado, según fuentes con acceso al caso. La pesquisa incluyó operativos en los domicilios de las novias de dos de los detenidos.

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