Un poderoso funcionario de la Corte Suprema recusó a los cuatro jueces del tribunal
El administrador general, Héctor Daniel Marchi, cercano a Ricardo Lorenzetti, pidió que los cuatro ministros se aparten en una causa que él promovió contra Elisa Carrió; su planteo ya fue rechazado
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Héctor Daniel Marchi, administrador general de la Corte Suprema, responsable del manejo de sus fondos y uno de sus funcionarios más poderosos, recusó este jueves a los cuatro ministros del máximo tribunal en una causa por daños y perjuicios que él promovió contra Elisa Carrió. Pero no solo les pidió a los ministros que dejen el caso: les reclamó que decidieran con celeridad.
“Ya lleva más de cuatro años [la causa] ante sus estrados”, les dijo Marchi a sus jefes. Tres de los cuatro ministros le contestaron en menos de 24 horas: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda firmaron el rechazo de la recusación “de plano” por “manifiestamente extemporánea”. Ricardo Lorenzetti hizo un voto propio en el que recordó que Carrió lo había recusado, que en 2021 él se había excusado y que sus colegas nunca resolvieron si lo corrían del caso. Dijo que no iba a participar de la decisión a tomar, pero que la “regla general” de la Corte es que los jueces se excusen en las causas que les lleguen en las que sean parte funcionarios del tribunal.
Marchi es un funcionario históricamente ligado a Lorenzetti. Lleva 16 años como administrador general del máximo tribunal y maneja un presupuesto de unos 150.000 millones de pesos. En 2016 fue denunciado por Carrió por enriquecimiento ilícito, pero la causa -que también apuntaba contra Lorenzetti- fue cerrada en los tribunales de Comodoro Py. En respuesta, Marchi demandó a la exdiputada. Pretende una indemnización.
La Cámara Civil elevó el caso a la Corte para que definiera si las acusaciones de Carrió contra Marchi (que incluyeron fuertes declaraciones públicas) estaban amparadas por sus fueros como legisladora. La Cámara entendió que no y que si la condenan, Carrió tendría que responder con su patrimonio. Pero la última palabra la tendrá la Corte; según lo que acaba de resolver la mayoría, con su composición original (no con conjueces, como pretendía Marchi).
El escrito que Marchi presentó el jueves por la mañana y que la Corte ya respondió se titula “Recusa con causa. Solicita celeridad en el trámite”. Marchi sostuvo que, como la Corte demora la resolución de su caso, “la consecuencia directa y necesaria” es que él sigue sufriendo el daño por el que inició su demanda.
Fuentes de la Corte dijeron a LA NACION que en estos cuatro años el caso no siempre estuvo en el tribunal; que tuvo un paso por la Procuración, donde la fiscal Laura Monti dictaminó en favor de Carrió.
El juicio político
El fundamento central de la recusación que intentó Marchi contra los cuatro jueces de la Corte fue el juicio político que avanza contra ellos en la Cámara de Diputados. Marchi sostuvo que lo invocado en la denuncia de Carrió contra él y Lorenzetti es uno de los argumentos en base a los que hoy se promueve el juicio político de este juez, pero dijo que, además, alcanza a los otros tres. Marchi alegó que, tal como se planteó el proceso en el Congreso, “todos los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación serían sometidos a proceso de remoción por todos los hechos en los que, según surgiera de la plataforma fáctica hubiesen tenido intervención”. Es decir, que todos los jueces de la Corte podrían estar alcanzados por la denuncia de Carrió.
Lo cierto es que, por el contrario, Carrió denunció a Lorenzetti, pero se pronunció siempre de forma muy contundente en contra del intento del oficialismo de destituir a Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda. Marchi lo reconoció en su escrito, pero alegó que esta “férrea defensa” que Carrió hace de los tres ministros “contamina el proceso y lo tiñe de sospechas exactamente en el mismo grado que la promoción de la denuncia”.
Marchi afirmó: “VV.EE. [Vuestras Excelencias] están sometidos a la tramitación de un juicio político por las mentiras de Elisa Carrió. Si fallan en mi favor, se interpretará como un acto de defensa propia y corporativa, pues darle la razón a Carrió en estos estrados implica, materialmente, robustecer su posición en su pedido de juicio político. Si fallan en mi contra, en cambio, se interpretará como un gesto desesperado por lograr que las esquirlas de la denuncia de la Comisión de Juicio Político no los alcancen. Todos los resultados posibles conducen a la lesión de la legitimidad de la decisión y es por eso que la recusación se vuelve imperativa”.
La respuesta de la Corte
La Corte respondió al planteo de Marchi con un fallo en el que afirmó que “la recusación planteada el 30 de marzo de 2023 resulta manifiestamente extemporánea puesto que se sustenta en la resolución adoptada por la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación el 9 de febrero” (el día que la Comisión declaró admisibles las acusaciones contra la Corte y dio inicio a la investigación). De acuerdo con Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda, el plazo que tenía Marchi para recusarlos era de cinco días contados desde el 9 de febrero.
Los tres ministros destacaron además que la “tradicional doctrina de la Corte” indica que “cuando las recusaciones introducidas por las partes son manifiestamente inadmisibles”, como ellos entienden que sucede en este caso, “deben ser desestimadas de plano”. Y eso fue lo que hicieron.
LA NACION se comunicó con fuentes de distintas vocalías de la Corte Suprema y con Marchi, pero ninguno hizo declaraciones sobre el tema.
Está previsto que Marchi declare como testigo en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados que lleva adelante el proceso contra Lorenzetti, Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda. Así lo ratificó a LA NACION la presidenta de la comisión, Carolina Gaillard, que dijo que se lo convocará “más adelante”. Según Gaillard, “la declaración no tiene fecha, pero fue propuesta por la Coalición Cívica y se lo va a citar”.
Lorenzetti, en su voto, hizo referencia también al juicio político. Dijo que “la excusación por razones de decoro corresponde toda vez que quien deba declarar en un juicio político iniciado contra jueces que deben resolver su causa, puede sentirse limitado o condicionado en su declaración”.
Quién es Marchi
Marchi es un contador santafesino que llegó a la Corte junto con Lorenzetti y desde entonces sobrevivió a dos cambios de presidente en el tribunal. Cuando Rosenkrantz asumió al frente de la Corte pretendió sin éxito correrlo. Rosenkrantz quiso, además, establecer nuevas auditorías para revisar sus números. Pero Rosatti, Marqueda y Lorenzetti no se lo permitieron. Firmaron una acordada limitando las atribuciones del presidente de la Corte en la que dispusieron, además, “ratificar la política presupuestaria, económica y financiera basada en los criterios de responsabilidad fiscal aplicada por esta Corte”.
Hoy, Marchi conserva su poder y en la Corte niegan las versiones que sostienen que hay una decisión tomada para recortarle atribuciones.
Aclaración: en una versión anterior de este artículo se consignó que Ricardo Lorenzetti no había votado en este caso. En rigor, hizo un voto propio en el que anunció que jurídicamente no correspondía que él participara de la decisión, pero en el que presentó sus argumentos en favor de la excusación de los cuatro ministros.
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