Duro reclamo de Ottavis a Scioli
El diputado de La Cámpora se quejó por el silencio del gobernador ante las sospechas de sobornos
Lo dejaron solo y pateó la tranquera. El vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense y dirigente de La Cámpora, José Ottavis , cuestionó duramente el silencio del gobernador Daniel Scioli ante las sospechas de sobornos en el tratamiento de la ley de reforma tributaria. No sólo eso, sostuvo que, de ser ciertos los rumores, esos pagos podrían haber surgido de la propia Gobernación.
"Llama la atención el silencio de Scioli y de su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, sobre las sospechas de soborno que Clarín le está imputando a la ley que ellos enviaron a la Legislatura", sostuvo ayer Ottavis. Aludió así a las fotos que ese diario publicó de su celular, en las que se mencionaba el supuesto pago de 150.000 pesos a diputados durante las negociaciones para aprobar el revalúo del impuesto inmobiliario rural.
El dirigente de La Cámpora no se detuvo ahí y hasta se animó a lanzar hipótesis sobre quiénes podrían haber intentado sobornar a los diputados: Scioli o las entidades rurales. "La verdad que el que necesita la plata que le va a dar la ley es el gobierno de la provincia y el que no quiere ponerla [a la ley] es [Hugo] Biolcati", sostuvo, en alusión al presidente de la Sociedad Rural.
"En definitiva, si el rumor es cierto, el dinero que presuntamente se ofrecía era para que se aprobara o no se aprobara la ley", completó, para volver a manifestarse "extrañado" ante la "falta de pronunciamiento del gobierno" bonaerense.
Desde que se publicó la fotografía del celular de Ottavis, no hubo una sola declaración de Scioli al respecto. Tampoco de Pérez, su principal operador político y quien tiene a cargo la relación con la Legislatura.
LA NACION había intentado obtener la opinión de Pérez, luego de que se desatara el escándalo. También ayer, tras las declaraciones de Ottavis. Los teléfonos permanecieron apagados.
Un hombre con despacho en la Gobernación, sin embargo, apuntó a otros silencios llamativos. "¿Mariotto ya salió a decir algo?", preguntó, en alusión al vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, el primero en agitar los fantasmas de sobornos en la Legislatura. Fue a principios de mes, cuando proclamó que con su llegada al Senado se acababan "las valijas" para pagar leyes.
El misterio
De hecho, tras el escándalo, Ottavis recibió el enérgico apoyo de Juan de Jesús y Cristina Fioramonti, los jefes de las bancadas kirchneristas de diputados y senadores. Mariotto, en cambio, esquivó las definiciones. Ayer hizo lo mismo, aunque en su entorno dejaron en claro que el reclamo a Scioli contaba con su aval.
Hasta el reclamo del dirigente de La Cámpora, en la Gobernación respiraban aliviados porque las miradas no habían trascendido los muros de la Legislatura, concentrándose en Ottavis y Valeria Arata, la diputada radical mencionada como autora de los rumores sobre sobornos por otra legisladora de Junín, la camporista Rocío Giaccone.
Ottavis se esforzó de redireccionar las sospechas. "Lo que más me llama la atención es que nadie le pregunte ni a Scioli, ni a Pérez, ni a Biolcati sobre esta cuestión [los sobornos]", enfatizó, para insistir, irónico: "Si Clarín le ha dado tanta entidad a un mensaje de texto, alguna preguntita a los muchachos del gobierno provincial no vendría nada mal".
Pocas cosas enervan más al kirchnerismo que la "incombustibilidad" de Scioli, como funcionarios e intendentes definen a la suerte del gobernador para salir indemne frente a la inseguridad o las emergencias sociales y económicas. La orden de la Casa Rosada para que el gobernador decretara con su firma el revalúo rural apuntaba a cargarle el costo político de la medida. Los esfuerzos que ayer hizo Ottavis, también.
Mientras, el gobernador mantiene la vista fija en las tranqueras. Decidido a recomponer su relación con los productores rurales, Scioli le encargó a su ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, que redoble los esfuerzos para que esta semana se siente junto con los dirigentes provinciales de las entidades rurales. "Que no se corte el diálogo", es la consigna.
En los últimos días, por su parte, Arrieta apuró reuniones con intendentes de distritos rurales de la quinta y tercera sección. A cada uno le llevó un instructivo que muestra cómo impactará el revalúo en su territorio, para que los jefes comunales retransmitan ese mensaje a los productores.
Lejos de las quejas, Scioli mantuvo ayer su ritmo. En Tres de Febrero, junto con el intendente Hugo Curto y el presentador Hernán Caire, compartió las cumbias de Pasión de Sábado .
La secuencia
- Se vota la ley. La reforma impositiva se sancionó el jueves por la noche, después de tres semanas de negociaciones estancadas en la Cámara de Diputados.
- El chat del escándalo. El diario Clarín publica el viernes una foto del teléfono del diputado José Ottavis, jefe de La Cámpora en Diputados. Allí se ve que otra diputada le comenta sobre versiones de coimas a opositores para conseguir el quórum.
- El silencio de Scioli. La publicación genera una enorme repercusión política. Ottavis denuncia una persecución en su contra y niega las versiones de sobornos. El gobernador no dice una palabra. Tampoco ninguno de sus allegados.
- El estallido de Ottavis. Ayer, el diputado camporista reaccionó con duras críticas públicas al gobernador y a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Dijo que le extrañaba el silencio de los principales beneficiados por la sanción de la ley ante las denuncias de sobornos. Sugirió que si hubo coimas, quien pagó fue el gobierno provincial.
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