Duhalde llevó personalmente al Congreso el texto de su renuncia

En un gesto inusual, el presidente Eduardo Duhalde se trasladó ayer al Congreso y presentó, en medio de una improvisada puesta en escena, un proyecto de ley que ratifica dos cuestiones: el cronograma electoral del año próximo -que dispone comicios generales para el 30 de marzo- y su renuncia al cargo el 25 de mayo.

La intención del oficialismo es que la iniciativa -que ratifica el decreto presidencial de convocatoria a elecciones- se trate cuanto antes en el Parlamento. No descartaba, de hecho, que se trate en la sesión de hoy en la Cámara de Diputados. Pero no le será tan fácil: si bien la mayoría de los bloques opositores no expresó mayores objeciones al texto, no están dispuestos a acceder al apuro justicialista.

La iniciativa de marras es muy breve: consta de sólo dos artículos en el cual se ratifica el decreto 1399 de convocatoria a elecciones, que data de agosto último. Para su aprobación no será necesaria una Asamblea Legislativa, como reclamaba Duhalde; sólo basta el aval de la simple mayoría cada una de las cámaras. Precisamente, éste fue el mecanismo que, al final, se acordó con el Presidente, luego del rotundo rechazo legislativo a la convocatoria de la Asamblea.

"Sólo en caso de acefalía debe reunirse la Asamblea para tratar la renuncia de un Presidente", insistió ayer Juan Carlos Maqueda, presidente provisional del Senado.

No es común que un presidente se presente en persona ante el Congreso para dar a conocer un proyecto de ley. Por eso, a muchos los desconcertó la jugada de Duhalde, quien, no obstante, minimizó el asunto: insistió en que sólo pretende otorgar mayor certidumbre al cronograma electoral -para evitar que un eventual fallo judicial voltee el decreto de convocatoria a elecciones- y, al mismo tiempo, aventar las sospechas generadas en su propio partido de que quiere permanecer en el poder más allá del 25 de mayo.

No todos le creen al Presidente. El menemismo parlamentario intuye que el único afán de Duhalde es entorpecer el camino de su archirrival, el ex presidente Carlos Menem, e impedir que acceda a un tercer mandato presidencial.

El jefe del Estado, añaden, espera que un nuevo fallo judicial obligue a esa dilación, con lo cual los plazos de las elecciones internas y, consecuentemente, los de los comicios generales, queden indefinidos. Esto le daría tiempo a Duhalde para encontrar un sucesor más acorde con su gusto, sospechan los menemistas.

"El Gobierno -asestó el diputado Adrián Menem (PJ-La Rioja)- no tiene empacho para manosear las leyes a su antojo: ya lo hizo con la ley de internas abiertas, no dudaría en hacer lo mismo con la de convocatoria a elecciones, si para eso es necesario frenar a Carlos Menem".

De todas maneras, el menemismo no se interpondrá en la sanción del proyecto de ley que ayer presentó Duhalde. "Es totalmente inocuo", enfatizó el diputado Menem.

Los tiempos de la oposición

Todas estas elucubraciones y recelos que se desatan en el justicialismo es lo que precisamente espanta a los bloques de la oposición.

"Queremos que haya elecciones el 30 de marzo, pero no a los empujones y en medio de un exceso de protagonismo del Presidente", criticó Horacio Pernasetti (Catamarca), presidente del bloque de diputados radicales. Su par Luis Molinari Romero (Córdoba) acotó: "No es necesario montar una escenografía institucional para resolver los problemas internos del PJ".

En el mismo sentido se expresaron los diputados de ARI y del interbloque provincial.

"Una vez más, las instituciones están sometidas a las disputas del justicialismo", advirtió José Vitar (ARI-Tucumán. Su par santafecino Alberto Natale (Demócrata Progresista) señaló que si bien avala la ratificación por ley del decreto de convocatoria a elecciones, "no apurará su tratamiento hasta que no haya un acuerdo en todos los bloques".

El oficialismo, no obstante, acelerará el paso desde hoy mismo. El primer paso será obtener dictamen del proyecto, objetivo que se concretará hoy en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, que preside Juan Urtubey (Salta).

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